No soy muy de modelos, la verdad. Que con eso suena a que no me gustan o alguna locura como esa, y no es eso, es que no estoy muy metida en ese mundillo, apenas conozco nombre alguno más allá de las más conocidas o las que la gente más usa en los RPGs más famosos y que se acaban repitiendo una y otra vez. Supongo que ya os habréis dado cuenta porque apenas y traigo modelos a esta sección, y ahora ya sabéis el motivo. No es porque a veces las vea y piense que quiero meterles unos cuantos bocadillos entre pecho y espalda (que también me pasa con más de una), es porque no las conozco. Pero, como ya he dicho, de vez en cuando alguien llega a algún RPG en el que yo pululo con alguna pelirroja potente y a mí no me queda más que investigar. Lo primero que me gustó de esta chica fueron sus pecas interminables, esas que te hacen preguntarte si podrías desnudarla y contarlas, marcándolas con un beso para no perderte y, aún así, perdiéndote cada vez más y más en su piel. Y lo segundo, como buena friki, fue su apellido. Yo es que es ver un Potter y de pronto estoy camino a Hogwarts, cosas de la vida… Luego ya me obligué a mí misma a centrarme en lo interesante y a descubrir a esta preciosidad poniendo su nombre en el buscador de tumblr y todo esto fue lo que sucedió.
Me matan sus pecas. ¡Pecas ftw! Y esos labios… Muchas son las que dicen que ese tipo de bocas que parece que ha estado comiendo pipas desde anteayer no le gustan. ¿Y sabéis qué digo yo a esas personas? Bullshit! Y pido perdón por si acabo de ofender a alguien, pero es que no entiendo como la gente puede ver una boca tipo Pocahontas y dice que es fea cuando yo las veo y sólo pienso que esas bocas están hechas para ser besadas de todas las formas posibles y hasta que se te gaste la boca de tanto besarla. Ay, que me emociono de sólo pensarlo. Perdón… Es que es por bocas como estas por las que soy más bollera cada día, y por esos ojos azul intenso, esas cejas que se elevan y le dan una mirada casi felina, e incluso me gusta la separación que tiene entre sus dientes. Y bueno, ¿para qué negarlo? Me gusta mucho más que sólo su cara, porque tiene un cuerpo de esos que te quita el hipo y te deja la cabeza dando vueltas un buen rato. Que yo soy de las que reivindica que las mujeres son algo más que objetos preciosos que están ahí puestos para que los admire, hasta que una como estas se me planta delante y mis neuronas no son capaces de sumar dos más dos, y mucho menos de pensar en que además de gustarme las mujeres soy una mujer y, como tal, debo dejar de verlas con ojos libidinosos, ¿no?
Además, yo he venido aquí a hablar de mi libro pelirroja. Lo malo es que a veces me quedo medio bizca mirando las fotos y me olvido de que se supone que debo escribir un poquito sobre ella. Y ahí va: Es estadounidense, no sé qué edad tiene, ni a qué dedica el tiempo libre, y si sabe quiénes son Pimpinela ni por qué mi cerebro ha recordado la canción ahora. Pero sí tengo sus medidas… Esta chica se alza hasta los 173 centímetros y seguramente muchos hayan creído que tiene poco pecho (¡¡IDIOTAS!!) porque tiene un 80-60-88 que a mí personalmente me parece más que maravilloso y que espero que jamás intente cambiar. ¿Qué? ¿Que estoy exagerando? A ver cómo se os queda el cuerpo después de esto.
¿Y después de unas sesiones de fotos con camisas de cuadros y peto tejanos que son lo más croqueta EVER? Yo sé lo que Riatha piensa de todo esto, y vosotras también lo sabéis, pero en nuestras fantasías más oscuras amamos esta moda que nos deja perseguir algo más, ¿verdad que sí?
No me digáis que no, porque sé que es mentira. Y si no es mentira, haré como si lo fuera porque no puedo ser la única croqueta con extra de picante que hay por aquí. ¡Es matemáticamente imposible!
¡Expelliarmus!
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