Desde que salió la noticia que este anime iba a ser editado en España de mano de Japan Weekend Anime que le hemos tenido ganas a Mnemosyne no Musume-tachi. Y es que esta adaptación de las novelas de Hiroshi Ōnogi es una serie desconocida con más sustancia de la que nos da a entender las imágenes que vemos en un primer momento. Es difícil situar a este anime que cabalga entre el cine negro, el thriller, el gore y la erótica, pero lo que tenemos claro es que una cosa no falta: mujeres y momentos lésbicos.
EL ARGUMENTO
Es 1991 y Rin Asaougi lleva su pequeña agencia de detectives privados en el centro de Tokyo junto con su ayudante Mimi. Aunque a primera vista no parece que se encargue de encargos más importantes que gatos perdidos y sellos antiguos, todos los casos a los que se enfrenta Rin acaban escarbando en el misteriosa condición que la envuelven a ella y a Mimi: su inmortalidad.
En cada episodio daremos un salto temporal viendo como el tiempo y los amigos cambian y se desvanecen para esta pareja de mujeres tocadas por las esporas de un gran árbol que sólo las inmortales pueden ver: Yggdrasil.
Las esporas sólo convierten a las mujeres, a los hombres les aguarda un destino más inmediato y doloroso: Convertirse en monstruos alados llamados “ángeles” y devorar a las mujeres inmortales.
¿Y QUÉ ES LO QUE VOY A VER EXACTAMENTE?
Sangre, tetas y todos los grados de violencia y tortura que te puedas imaginar, especialmente a mujeres. Si eres de estómago delicado a lo mejor te interesa dar media vuelta, aunque podemos asegurarte que te bombardean con tantas imágenes violentas que acabas inensibilizándote bastante rápido.
Pero si además te gusta ahondar, Hijas de Mnemosyne aborda muchísima temática de ciencia ficción desde una vertiente un poco más intimista. ¿Cómo soportar una vida inmortal, viendo a la gente a la que quieres morir tras de ti? ¿Cómo detener la evolución de una sociedad cada vez más tecnológica pero a la vez más ascética y fría? Incluso se atreven a citar las obras de l’Isle-Adam como base para un episodio sobre inteligencia artificial.
Pero más allá de dramaturgia francesa del XIX o mitología nórdica, Mnemosyne parece buscar revolver un poco el género y sacar algo más original y diferente de lo que hasta ahora estamos acostumbrados. Aderezándolo, además, con toda la batería de sangre y sexo que vende aunque todo lo demás no te acabe de convencer.
¿PERO TIENE ROLLO BOLLO O NO?
Todo el que quieras y más, pero si estás buscando la gran historia de amor mejor mírate otro anime. Las relaciones entre los diferentes personajes de la serie se presentan sencillas hasta que empiezas a ver que son un nido de culpabilidad, rencores, obsesión y cariño mal expresado. Incluso Rin y Mimi, que parecen tener la relación más sana de toda la historia, destilan una frialdad inaudita a pesar de haber estado décadas juntas.
Eso sí, lejos han quedado los yuris de “se dan la mano y ya está”. En Hijas de Mnemosyne tenemos sexo lésbico a carretadas, aunque alguno de dudoso consentimiento. Está tratado con bastante buen gusto y tienes, además, de todos los tipos: con su toque BDSM, orgías, voyeurismo, con juguetes…
Tal vez esta serie está muy cercana al anime para adultos “de siempre” pero tiene un par de elementos que la hacen un añadido muy interesante a vuestra animateca yuri. Además, con sus 6 episodios de 45 minutos, está terminada y es asequible para la mayoría de bolsillos. ¿Fecha de salida? Principios del 2014.