Una de las series que más prometía esta temporada es Super fun night. Protagonizada por Rebel Wilson (Fat Amy en Pitch Perfect), aunque en esta ocasión sin acento australiano, la serie trataba en un principio de tres amigas, Kimmie, Helen-Alice y Marika, y sus planes para el viernes noche. La serie ha ido discurriendo por otros derroteros durante la temporada, y ahora va menos de los viernes y más del día a día. Y aunque es más bien irregular, merece la pena echarle un vistazo y esperar a que los puntos de genialidad de los guionistas, que no son muchos pero sí muy potentes, afloren. Bueno, por eso… y por Marika.
Desde el primer episodio sabemos que algo ocurre con Marika. Profesora de tenis con un punto tomboy más que evidente, ella jamás se ha planteado si le gustan las chicas o no. No se le conoce novia, ni novio, ni interés en nadie, excepto en sus amigas. Y los guionistas juegan con eso, y con la idea de que los espectadores sí sabemos lo que va a pasar con Marika. Así, la disfrazan de Xena, de Clarice, el personaje de Jodie Foster en El silencio de los corderos, le hacen decir que es el Lance Bass del grupo (nota: Lance Bass, cantante de N’Sync, es gay) Todo un abanico de guiños a la idea de que Marika es lesbiana, pero ella no lo sabe aún.
Pero esto ya no es así. En el episodio de hace un par de semanas, Marika pensaba que tenía una cita con Ruby, su vecino y amigo, pero realmente él creía que Marika era lesbiana, y buscaba una amiga para salir a ligar. Es la primera vez que ella se plantea que puede ser verdad, que existe la posibilidad de que le gusten las chicas. Y con esa idea en mente, conoce a Frankie (interpretado por Hana Mae Lee, que fue compañera de Rebel en Pitch Perfect. Todo queda en casa) y la agrega a una red social. Frankie le interesa, y es la primera vez que vemos eso en la profesora de tenis.
En el episodio emitido ayer noche, Lesbihonest, Frankie invita a Marika a una fiesta de San Valentín. No en plan cita, pero sí le deja claro que le apetece mucho que ella vaya. Como está hecha un lío, primero se presenta en casa de Kendall, una amiga, que ha preparado un tappersex. Tras unas cuantas copas, juegan al ‘yo nunca’, y todas se quedan sorprendidas cuando Marika cuenta que ella nunca ha besado a una chica. Cuando se quedan solas, y para quitarle importancia al asunto, Kendall la besa.
– ¿Qué has sentido?
– ¿Nada? ¿fuegos artificiales?
Y, armada de valor, va a la fiesta de Frankie. Y la besa.
Lauren Ash, la actriz que interpreta a Marika contaba en una entrevista que había muchas escenas en este episodio que “le alegraban el corazón”. Realmente ha sido muy, muy guay. Veremos por donde conducen esta historia, pero tiene pinta de que va a estar muy bien tratada, y nos va a dar más satisfacciones que bollodramas. Si aún no te habías decidido a ver la serie, este es el momento.