La mismísima Dora la exploradora lo tuvo más fácil para encontrar el camino que nosotras para reconocerlas a ellas por sus mochilas, pero nosotras no cejamos en nuestro empeño de encontrar señales en las cosas más bobas: la pinza del pelo, la pulsera de la mano derecha, la mochila de cuerdas. Oye, ¿y lo bien que lo pasamos, qué?
En el momento en que tu radar te alerta de que otra “como tú” está cerca, como si de una de esas alertas de Twitter se tratara, automáticamente buscas qué gran complemento lleva para guardar sus cosas y así confirmar tu innata sabiduría.
A grandes rasgos tenemos que distinguir entre 1. bolso hippie y 2. mochila. El primero de ellos es el bolso bandolera que no tiene bolsillos ni nada, es tan solo un trozo tela que puede ser unicolor o a rayas, donde el negro suele ser el color abundante. Las chapas, porque SIEMPRE hay chapas, modulan entre las reivindicativas perosiperono y las reivindicativas del todo. Depende del tamaño y la zona que cubran: no es lo mismo una chapita que LA CHAPA, no es lo mismo una de orgullo bisexual, con sus colores discretitos, que una que ponga SUPERGAY. Hay niveles.
De todos modos, estas chicas son misteriosas como poco: ocultan algo croqueto o están pasando por alguna fase de transición personal. Croqueta también, claro. Croquetas everywhere.
Sin duda no hay mejor saco para una croqueta que su Mochila. Y aquí tenemos un gran problema con las hetero pues ellas han decidido usarla también. Malditas hetero… *agita el puño*
Para empezar, esa mochila básica que toda croqueta tiene por su casa: sin complicaciones, cómoda y práctica, como la dueña. Ésta ha cogido la mochila que tenía por casa y que usaba para las excursiones (que para eso se hicieron). Si la compró monocolor le servirá para toda la vida y para todo tipo de ocasiones desde ir al gimnasio hasta a dormir a casa de una amiga. Si prefirió el color, te abrirá todo un universo de fantasía y brilli brilli que te dará grandes satisfacciones.
Por otro lado esta la perezosa, la que su mochila básica es discretita. Ella te dirá que lleva tiempo buscando una que le guste de verdad (mochilas, no mujeres) porque la suya es muy útil (seguimos hablando de mochilas) e incluso mejor que otras que ha visto pero la realidad es que se niega a cambiarla (insistimos: mo-chi-las).
Un clásico que no puede faltar es la mochila del equipo de fútbol. En este caso, Ella no va gritando que es bollera, lleva un megáfono. No hay que ser muy aficionada al deporte para saber que lo que más abunda es la mochila del Madrid y del Barca aunque es probable que te encuentres con otras. Pero para el caso es lo mismo, lleva un cartel en la frente (espalda). Para completar el pack, si la susodicha está estudiando, puede que tenga el estuche a juego.
En otro escalón, tenemos la mochila de cuero. En este caso, o bien la chica es hippie de verdad de las que se dedican al cuero y tienen un puesto en el mercadillo o es de otro nivel, o tiene 70 años y es tu abuela. Como nota, decir que la mochila de cuero no es común en la época universitaria. Es un objetivo que se tiene pero acabas la carrera y no te la has comprado por lo que me atrevería a decir que las mochilas de cuero son para gente que tienen estabilidad, se han cansado de usar los otros tipos de mochilas y se están dando caprichos de este tipo. Ella sabe que una mochila de cuero lo vale. Estas mochilas tienen la peculiaridad de poder almacenar hasta diecisiete diccionarios de latín en su interior.
Por último pero no menos importante: la mochila de cuerdas. Empezó siendo de tiradillo pero ha ido ganando puestos no solo entre las lesbianas sino también entre los modernos (la simbiosis que trae loca a Riatha). Hace unos años era difícil ver un puesto en los mercadillos con este tipo, ahora es posible encontrarla con el nombre de muchas marcas y mensajes. Así es ella, sencilla, pero con muchas variantes: si es de color negro es la propia para ir de festivales y a planes de ultima hora, arreglada pero informal, como si la cosa no fuera con ella. Si es de un grupo, deja constancia de sus gustos desde la distancia. Si lleva la bandera del arcoiris no lo dudes: no es por casualidad.
En serio, las mochilas de tela con cuerdas y mensajes no tienen ningún desperdicio, son tan reveladores como las chapa. Si la chica en cuestión ha optado por el mensaje del Principito ‘lo esencial es invisible a los ojos’, estamos ante el caso de una bollera que se quiere hacer visible. Mensajes del tipo “I love Roma”, Rollings Stones o relacionados con la música estarán dándote pistas de sus intereses. En cambio si su mensaje es del tipo “Emo” o lleva a la muñequita Emily, esta chica se siente incomprendida, puede que esté o haya pasado por una mala época. Necesita mucho amor, y eres tú, querida croqueta, quien se lo va a dar.
Ahora viene la pregunta ¿Qué llevarán en la mochila? Lo dejaremos para Íker Jiménez.