Hace unos meses Domenico Dolce y Stefano Gabbana se ganaron la antipatía de todo el mundo razonable. Por sus cinturones gigantes, pensaréis, o quizá por sus camisetas llenas de brilli brilli. Pues no, amigas, mucho mejor: por sus declaraciones cargadas de homofobia latente. Y es que ser gay o lesbiana, o transgnénero, o cualquier otra identidad del abanico multicolor, no te exime de ser, en ocasiones, tan homófobo como los que no lo son. Ni te hace más listo tampoco, vaya. En una entrevista a Panorama declararon que la única familia es la tradicional, y que los hijos de las familias homoparentales son productos de la química y sintéticos. Ellos, sin embargo, son naturales como la vida misma.
Días después lo terminaron de arreglar diciendo que ellos “amaban a las parejas gays, amamos todo. Es sólo la expresión de mi punto de vista privado” Pues ole.
El caso es que esas declaraciones causaron mucho revuelo, y la pareja de diseñadores ha pensado que para dar a conocer su nueva opinión sobre las familias, qué mejor que lanzar una línea de camisetas y bolsos dibujados por su sobrino de 4 años un poco diferentes a lo que nos tienen acostumbradas.
¿Tomadura de pelo o la última genialidad de la moda italiana? ¿Qué pensais?
Vía: Advocate