Estos días Cate Blanchett y Rooney Mara, acompañadas del director Todd Haynes, están presentando Carol en el Festival Internacional de Cine de Nueva York, y los periodistas han vuelto a preguntarles sobre cómo fue rodar una escena de sexo con otra mujer. La última vez hicieron bromas sobre depilaciones, y esta vez ya parece que están un poco más cansadas, porque la respuesta es bastante estándar, haciendo hincapié en que no es nada gratuita.
Hay escenas de sexo, y son muy importantes. Siempre hay que examinar y hacer preguntas sobre estas escenas, ¿cómo son de importantes?, pero la consumación de la relación de Carol y Therese es muy importante. Se trata sólo de cómo ibamos a hacerla. Hablamos de la escena y hay una gran confianza entre Rooney y yo
Cate deja caer que las escenas de sexo van a ser incendiarias:
Los dos personajes están bastante aislados, no solo porque sus sentimientos los apartan de los otros, sino por el salto entre sus edades. Ellas pasan por estos sentimientos volcánicos la una por la otra así que fue un alivio hacer estas escenas con Rooney
Todd Haynes recalcó la dificultad de rodar este tipo de escenas:
Las escenas de amor siempre son duras. Siempre asustan. Lo hacemos lo mejor que podemos hablando sobre ello, las actrices y yo, para saber exactamente qué estoy pidiendo narrativamente y saber cómo lo vamos a rodar para que se sientan lo más cómodas y preparadas como sea posible. Es un componente esencial de la historia, y en ese sentido no había duda de que fuera explotador de ningún modo
Las palabras de los tres chocan frontalmente con las declaraciones de otras dos actrices de una película que no quiero nombrar, que se estrenó hace un par de años y que estuvo muy envuelta en una polémica por cómo se rodaron las escenas de sexo, con un cruce de acusaciones feísimo y que ahora está indisolublemente unido a la cinta. Me alegra infinitamente ver que Carol, un proyecto importante a muchos niveles, ha tenido un rodaje normal, profesional, con buen ambiente, porque muy probablemente así recordemos la historia, la película, y no las declaraciones fuera de tono.
La nota de humor la puso Haynes, quien recordó cómo sus amigas lesbianas se sorprendieron mucho al saber que no conocía la obra original de Patricia Highsmith.
Mis amigas lesbianas estaban como “¿Qué? ¿No has leído El precio de la sal? Estamos avergonzadas de llamarte mascota
Y suyas son estas palabras que describen lo que todas esperábamos de la película:
Hay algo universal en esos pequeños primeros pasos sobre enamorarse
Y es que de eso, de eso justo, va la historia de Carol y Therese.
Vía: WWD