Este sábado se celebró en Madrid la trigésima gala de los Premios Goya del cine, los galardones que entrega la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Los ganadores de los cabezones los podéis consultar en cualquier web, especializada o no. Lo que no podréis encontrar será el lado croqueta de la gala. ¿Por qué? Porque no hubo.
Algún día podéis hacer la prueba y preguntarle a vuestra amiga hetero que os nombre a tres lesbianas famosas españolas. Tres no es un número muy alto, y muy seguramente encuentre dificultades para completar la lista. Con los chicos me temo que no le resultaría tan complicado. Las mujeres LGBT estamos, pero no se nos ve. Bien porque los medios deciden obviarnos, invisibilizarnos, hacer como que no existimos, bien porque las protagonistas deciden tomar una decisión muy respetable, la de no salir públicamente del armario.
Las actrices en la alfombra roja
Las pocas actrices patrias que nos representan como mujeres lesbianas o bisexuales no acudieron a la gala del sábado. No estuvo Elena Anaya, no estuvo Beatriz Sanchís, no estuvieron Susi Díaz y Consuelo Trujillo. Tampoco Mariel Maciá y Sonia Sebastián, quienes han trabajado activamente en producciones que cuentan historias en las que podemos vernos representadas.
Mientras en todo el mundo se alaba, por ejemplo, a Carol, o a La chica danesa, o a otras producciones que hemos visto este año en cartelera, en España las historias sobre mujeres lesbianas o bisexuales ocupan un porcentaje ínfimo en el cómputo de producciones anuales. De los 142 films producidos en nuestro país en 2015, a falta de revisar a fondo la lista (que es imposible de encontrar en la web del ministerio, por cierto), solamente una tiene protagonistas LGBT, y es De chica en chica, la película de Sonia Sebastián.
Nos hubiera encantado poder hablar más de los Goya, hablar a lo mejor no de ganadores, pero sí de visibilidad, de ver a alguna actriz con su novia o mujer en la alfombra roja, de algo más que este silencio. Una crónica en vez de una no-crónica. A lo mejor el año que viene, o a lo mejor no.