El pasado día 10 de septiembre, dentro del Festival Internacional de Toronto, vio la luz uno de los estrenos de la temporada. Se trata de Below her mouth, la película protagonizada por uno de los iconos croquetos del panorama, Erika Linder, en lo que es su primera incursión en el mundo del cine.
El argumento es el siguiente: Jasmine (Natalie Krill) es una periodista de moda que vive con su novio. Pero una noche de marcha conoce a Dallas (Erika Linder), una techadora que acaba de romper con su novia. Dallas no pierde el tiempo e intenta ligar con ella, y Jasmine la rechaza, aunque después descubrirá que no se la puede quitar de la cabeza e inician un tórrido romance. Junto a Erika y Natalie están otras caras conocidas como Elise Bauman (Carmilla) o Daniela Barbosa (Bella y Bestia).
Pero si hay algo que distingue a Below her mouth de, no sé, una película de sobremesa de sábado, es el cuidado que ha puesto su directora a la hora de rodar, y sobre todo de rodar las escenas de sexo. En varias entrevistas tanto la guionista Stephanie Fabrizi como su realizadora, April Mullen, han hecho muchísimo hincapié en esto. Fabrizi contaba qué tenía en mente a la hora de ponerse a escribir las escenas:
Lo típico es: dos personas se conocen, construímos una escena de sexo, y ya está. No tenemos de verdad otra escena de sexo. Quería que esto fuera sensual, pero también que fuera animal. He coreografiado las escenas de sexo. Así que no es “Oh, el beso, y después magreo, y después se enrollan, y después ves como… oh, le lame el pezón. No: si vamos a hacer esto, lo vamos a hacer. Y vamos a hacerlo tan bien que nadie después va a coger una cámara sin pensar en cómo lo hicimos.
Y también nos da pistas de cómo es la primera vez que las protagonistas se acuestan:
Jasmine está conquistando su orgasmo. Ella está en control. Está arriba, como Rocky.
No sé a qué Rocky se refiere (?) pero ha despertado mi curiosidad. Por otra parte, la directora, April Mullen, ha contado cual fue el ambiente en el set de rodaje, compuesto en su mayoría por mujeres, y la razón de que esto fuera así:
Creo que los resultados de tener un equipo todo de mujeres se pueden ver en la pantalla. En el set somos capaces de crear un entorno que apoya y que permite a cada mujer ser fiel a si misma. La voz del film es tan fuerte y honesta por esto. La decisión de tener un equipo compuesto en su totalidad por mujeres fue fácil: Queríamos dibujar una película con “mirada femenina”. Todo, desde el tono, a la sensación, a la intimidad de las escenas de sexo. Le ha dado a la peli una mirada femenina auténtica. También ha traído a la vida el sentir que somos algo más grande que nosotras mismas. Era importante para nosotras exponernos, nuestros miedos, nuestras comodidades, nuestras fuerzas, para ser creativamente transparentes con el material.
El 99% de mi exposición a las películas sexuales, o la tv o los medios, es algo escrito por un hombre, dirigido por un hombre, y hecho para excitar a los hombres. Esto siempre estuvo en mi mente mientras filmaba Below her mouth. Luché fuerte tratando de ser fiel a mi sentido interno de la sexualidad como mujer, para crear una narrativa que estuviera libre de lo que normalmente ves en un film conducidos por hombres
Vía: The Globe and mail | Girl Talk HQ