Alguna vez ya dije que Supergirl es, si no mi serie favorita de las que están en emisión, sí una de las que entran en mi top 3. No es la mejor, ni de lejos, vamos, pero tiene algo que las demás no y que, además, consigue hacer muy bien: representación femenina. Hay mucha, diversa y es buena.
Pero es no quita que no tenga fallos y que también metan la pata. A veces de manera más estrepitosa que otra. Una de esas veces ha sido hace no mucho, y seguro que sabréis a qué me estoy refiriendo porque apuesto a que más de una está todavía con el paquete de pañuelos al lado. Sí, me refiero a Sanvers y su (churro de) despedida.
No estoy en contra de su ruptura. Oye, cosas que pasa. No todas las parejas están destinadas a durar por siempre jamás. Además, Floriana Lima tenía contrato por los capítulos que tenía contrato y eso hay que respetarlo si no se quiere acabar en los tribunales. Todo correcto hasta aquí. Pero, ¿era necesario darnos cosas bonitas, arcoiris, unicornios y sonrisas tontas para luego quitárnoslos así de golpe y de forma premeditada?¿Había necesidad de terminar la segunda temporada con Alex declarándose si se sabía que Sanvers iba a durar dos telediarios? Es quitarnos el caramelo de la boca, algo a lo que estamos demasiado acostumbradas, por desgracia. Además, ¿de verdad nunca antes habían sacado el tema de los churumbeles? ¿En serio? Que no estamos hablando de, no sé, si una es de tortilla sin cebolla y la otra con.
Sabiendo que Sanvers tenía la fecha de caducidad, que la representación lésbica ha estado la mayoría de las veces escrita con el pie, y que los fans del colectivo estamos bastante maltratados en la ficción, le podían haber puesto un poco más de empeño en el punto y final que le daban a esta relación. Y más viniendo de una serie que siempre se ha enorgullecido, de manera totalmente legítima y justificada, todo hay que decirlo, de la buena representación LGBT que tiene y de lo mucho que significa para el colectivo. No hay más que echar la vista atrás un año (concretamente aquí y aquí) para recordar el impacto tan positivo que tuvo la salida del armario de Alex Danvers en la gente.
Se nota mucho que detrás de Supergirl está la mano de personas que se identifican como LGBT. Nos ha dado una de las mejores salidas del armario de la televisión y una de las parejas lésbicas tratadas con más cuidado de la televisión. Sin embargo, en su despedida no se ha notado ese mimo y cariño con el que trataron a Alex y Maggie hasta el momento, y es una pena, porque han perdido una oportunidad de oro de ponerle el broche final a los personajes de un arco que bien se lo merecían. Es una pena que Alex y Maggie hayan terminado siendo otra más de esas parejas croquetas de las que nos hemos despedido con una decepción. Ojalá saber cuantas van ya, pero he perdido la cuenta.