Hoy es un día de doble celebración para nosotras. En EEUU el Tribunal Supremo ha declarado inconstitucional la ley que limita el matrimonio entre un hombre y una mujer. Aunque estamos descorchando ya el cava, queremos hacernos eco de otra noticia que ha pasado un poco más desapercibida en la prensa internacional y que demuestra el auténtico poder del tesón humano.
Ayer, martes, el Senado del estado de Texas debía aprobar una ley contra el aborto que limitaría de manera extraordinaria las posibilidades de interrupción del embarazo y pondría muchísimas trabas a cualquier médico que quisiera practicarlo. Con una inmensa mayoría republicana en el Senado nada debería haber impedido la aprobación de la SB5.
Wendy Davis, una mujer de armas tomar.Pero Wendy Davis, senadora demócrata, decidió usar un antiguo método de sabotaje que consiste nada más y nada menos que en hablar. Y hablar. Durante horas. Las suficientes para que pase la fecha límite de aprobación de la ley y esta se de por anulada.
Así que, ni corta ni perezosa, la señora Davis decidió plantarse a las 11 y cuarto de la mañana con un soporte para su espalda y, sin descanso, arengó durante 13 horas seguidas sobre los derechos de las mujeres y por qué era importante que una ley como la SB5 no fuera aprobada. Parece ser que este tipo de método de “sabotaje” sólo es válido si no se hacen pausas de ningún tipo, ni para comer ni para el baño, ni siquiera puedes apoyarte en ningún sitio.
A medida que fue pasando el día, la concentración de gente alrededor del Senado y la noticia de la maratón que se estaba pegando Davis corrió como la pólvora en todas las redes sociales. Los hashtags #standwithwendy, #SB5 o #texlege se hicieron TTs mundiales mientras nosotros en Europa dormíamos.
La sesión se podía ver en directo a través de streaming y todo el mundo fue testigo de los innumerables esfuerzos de la cantera republicana por interrumpirla y llevar a cabo la votación. Llegados al final del día, incluso se hizo una votación que intentaron pasar por buena, pero al final el sabotaje dio sus frutos: El plazo para aprobar la SB5 había pasado.
No es la primera vez que Davis utiliza este método: dos años atrás lo intentó ante una propuesta de recortes en el presupuesto de educación pública.
Aunque estamos impresionadas por la entereza y los valores de esta senadora (Y se agradece el esfuerzo por la causa feminista), el hecho es que sabotear un proceso democrático no es la solución. Al fin y al cabo, esa cámara del Senado ha sido formada gracias a los votos de todos los ciudadanos de Texas. Y lo más preocupante, de todas las ciudadanas.