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‘Mujercitas’ vuelven en formato cómic totalmente reimaginadas en ‘Meg, Jo, Beth and Amy’

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Quizás sea gracias a la adaptación de hace más de 50 años, mi favorita, o la de Winona más reciente, o por alguna de sus adaptaciones para televisión, sea como sea, no es necesario haber leído Mujercitas para conocer la historia de las hermanas March.

Adaptarlo parece estar de moda, y como personalmente soy alguien que nunca tiene suficiente de las hermanas March, no me oiréis quejarme. Este año pasado hemos podido disfrutar de una nueva versión en formato miniserie, y este 2018 las hermanas vuelven en formato cómic, reimaginadas, actualizadas y adaptadas al siglo XXI.

Meg, Jo, Beth y Amy forman parte de una familia interracial y una de ellas será miembro de la comunidad LGBTQ. Rey Tercieiro, la mente pensante detrás de esta idea, y Bre Indigo, la dibujante, quisieron acercarlo acercarlo a su realidad y a la de muchos otros jóvenes, con la idea de que resulte atractivo a una nueva generación de lectores y puedan sentirse identificados. “Mi meta personal como artista es ayudar a otros a abrazar la empatía, a identificarse con otros y crecer como individuos. Y creo que nuestro libro hace justo eso.”, dice Indigo.

Estoy muy feliz de haber creado este libro y ojalá pudiera haberlo leído de joven. (…) Quería ser sensible con los temas más serios a la vez que ser fiel a la visión de Alcott de empoderar a las mujeres jóvenes.

No puede haber mejor regalo para Louisa May Alcott en su libroaniversario que esta nueva versión de Mujercitas y ver que todavía, a día de hoy y tantos años después, su obra sigue inspirando a mujeres de todo el mundo a sentirse fuertes y empoderadas.

Vía: The Mary Sue

Eurovisión: ¿No te gusta ‘Tu canción’? Puedes ir con la croqueta de Finlandia

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¿No eres de las que sienten que bailan por primera vez? ¿Cuando oyes lo de eres el arte que endulza la piel sientes una sensación pegajosa que no te gusta? ¿Te parece que lo de besar la frente no es tierno, sino un poco creepy? Pues te presentamos a una candidata que satisfará tus pretensiones eurovisivas: es bailable, es un poco circo, y la cantante es croqueta. Dentro Saara Aalto, representante de Finlandia, con Monsters.

El tropical house ha llegado al paralelo 60 Norte, y esta es la propuesta que llevarán a Lisboa el próximo mes de mayo. Saara no es, ni mucho menos, una novata en el mundo de la música. Fue quien puso voz nada más y nada menos que a Anna en la versión finesa de Frozen, y ha grabado duetos con Adam Lambert, Andrea Bocelli, y Josep Carreras. Además, fue finalista de la versión inglesa de X Factor en 2016, concurso en el que ya había participado en la versión de su país en 2012. Ahí fue cuando conoció a su actual novia y prometida, Meri Sopanen.

Hasta entonces, Saara había mantenido una relación con el cantante finés Teemu Roivainen, que es también ultra conocido en aquellos lares, y juntos formaban una de esas parejas que están en todas partes en la prensa. Pero, al aparecer en televisión, Meri se quedó prendada de Saara, y le escribió por Facebook para decirle lo mucho que le gustaba, y lo fan que era. Ella misma lo contaba en el Mirror.

Ella me escribió: “Nunca, nunca he enviado un mensaje como este a nadie, pero tengo la intuición de que tengo que enviarte esto a ti”. Yo estaba como, ‘Eso es muy cuqui’, y pensé, ‘Qué chica tan guapa’.

Un año después, las dos se conocieron personalmente en un concierto. Comenzaron a hablar, y se dieron cuenta de que se gustaban. En 2017 se prometieron, y el resto está por llegar. Así que ya sabeis: tenemos una (otra, porque en anteriores ediciones hemos tenido alguna) croqueta en Eurovisión este año. Yay!

 

Sara Ramirez cuenta qué le llevo a salir del armario

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La adorábamos desde hacía años por su impecable y tierna interpretación de la doctora Callie Torres, pero nos sentimos orgullosas de ella en octubre de 2016, cuando Sara Ramirez le contó al mundo que era bisexual, y decidió aparcar temporalmente su trabajo en televisión para comenzar a hacerlo por los derechos LGBT, aprovechando su visibilidad y su relevancia dentro del mundo del espectáculo. Ahora, Ramirez ha contado qué le llevó a salir del armario como bisexual, y a mi juicio más interesante, por qué no lo hizo antes.

Me asustaba salir del armario en público porque me preocupaba que afectara a mi carrera de un modo negativo. Me daba miedo la discriminación a la que podría enfrentarme y no sólo fuera de Hollywood, sino dentro.

El atentado contra el bar Pulse fue algo definitivo en ella, porque la animó a contar quién era.

A medida que pasaban los años, y mientras el clima político se intensificaba, y mientras continuaba leyendo y escuchando sobre las innumerables formas de violencia perpetradas contra nosotros, incluido el tiroteo en Orlando en el club nocturno Pulse, tuve una urgencia orgánica y creciente de usar mi situación para empoderar a aquellos que son parte de estas comunidades de las que soy parte, de una manera urgente que nunca antes había sentido

¿Y cómo se siente la actriz después de este paso? Pues fenomenal.

Salir del armario públicamente ha sido un alivio. Ha sido una forma de liberación para mí abrazar todas mis identidades, de modo que ya no sienta la necesidad de contener ni ocultar ninguna parte de mí misma cuando atravieso cualquier umbral en la vida.

En esta misma entrevista, concedida a EW, habla también de su proceso vital, de cómo ha estado saliendo del armario con amigos y familiares desde los 18 años, y cómo sufrió de bifobia interiorizada. Me parece super positivo que figuras tan conocidas como Sara cuenten los problemas y los conflictos que sufren o han sufrido, porque ahí es cuando verdaderamente muchas personas pueden sentirse identificadas con, sobre todo, esa parte del camino, la más difícil.

Vía: Pink news

Paz Quintero y Fátima Baeza, juntas en una nueva obra de microteatro, ‘Esperando a Manuel’

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Si en el pasado eras fan de Hospital Central, para ti Fátima Baeza no necesita presentación. Fue una de las primeras actrices que interpretaron a un personaje lésbico en la televisión española, y dicho personaje, además, tenía una versión positiva de lo que significaba ser lesbiana o bisexual. Que le tenemos mucho cariño, vamos. Como cariño le tenemos también a Paz Quintero, autora de narrativa y de teatro, que ha vuelto a crear una obra de microteatro en la que, par alegría de todas, Fátima interpreta a la protagonista.

Dos mujeres, Marisa y Laura, esperan a Manuel delante de la puerta de un bar. La cita del año ha llegado, pero su amigo se retrasa… ¿Realmente les valdrá la pena, una vez más, seguir quedando?. La obra está protagonizada por Fátima Baeza y Begoña Caparrós (Cien años de perdón, Centro Médico), y está dirigida por Juan Dávila (El Incidente, Central de Cómicos).

¿Cual es el formato? El habitual del microteatro: 15 minutos, máximo 15 espectadores y una sala de menos 15 m². Esperando a Manuel se representará todos los martes del mes de marzo, a aprtir de su estreno el pasado día 6. Si quieres verla, puedes comprar tu entrada en la web de Microteatro o bien hacerlo directamente en taquilla, en Calle Loreto y Chicote, 9. Si nunca te has acercado a este formato, te lo recomendamos encarecidamente. Seguro que repites.

Croqueteo a tope en el nuevo anuncio de Multiópticas

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La nueva publicidad de Multiópticas es muchas cosas. Es sugerente, es llamativa, es inclusiva. Lo que no es, desde luego, es algo que vaya a pasar desapercibido. Nuestra amiga Xiomara nos envía este video, para que lo disfrutemos. Y vaya si lo hemos hecho.

“Déjate las Mo puestas”. Nunca pensé que esto lo fuera a ver en un anuncio de gafas, pero mira, 2018 nos da alegrías. La agencia responsable de esta campaña es Sra. Rushmore, creadora de otras campañas en las que hemos podido ver a personas que habitualmente es imposible que se hagan un hueco en la publicidad: personas trans, con síndrome de down, con mastectomías, etc. De hecho, en la versión larga de este mismo spot podemos ver a personas maduras en actitud sugerente, algo que es muy poco habitual.

Bien por la agencia, y fenomenal por el ojo (badabum tsss) de Multiópticas a la hora de elegirla, algo que sucedió después de que en 2015 se la acusara de machista tras la emisión de una poco acertada publicidad. Se agradece que, cuando meten la pata, las empresas tomen medidas en este sentido.

Leyendas, libros y rosas: este Sant Jordi, conoce Barcelona

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El 23 de abril, día de San Jorge, o en catalán Sant Jordi, Cataluña celebra a su patrón. Esta fiesta, con el transcurso de los siglos, ha ido cobrando el sentido que tiene hoy en día, y se ha convertido en una jornada en la que los símbolos centrales son la cultura y el romanticismo, concretados en los tradicionales libros y rosas que los barceloninos y barceloninas, así como catalanes y catalanas de todas partes, se regalan. ¿Quieres saber más de esta tradición centenaria? Pues continua leyendo.

La devoción que se siente en Cataluña hacia Sant Jordi deviene de uno de los santos más populares dentro de la cristiandad, San Jorge, Jorge de Capadocia. No en vano, es también patrono de Inglaterra, y de otras zonas como Aragón y Castilla León. Nacido en la actual Turquía sobre el siglo III D.C., fue mártir, y el Papa Gelasio lo canonizó aproximadamente en el 494. Este santo es protagonista de multitud de leyendas en muchas partes del mundo cristiano, pero una de las más bonitas es la que cuenta el origen de la entrega de rosas que en su día se realiza. 

Cuanta la tradición oral que hace mucho, mucho tiempo, el pueblo de Montblanc estaba asolado por un fiero dragón que, con su aliento de fuego, amenazaba a sus habitantes. Como solución para calmar sus iras, los poblanos realizaban un sorteo para ver quién debía sacrificarse por todos, y servir de alimento de la fiera. Pero cuando la mala suerte quiso que fuera la princesa la escogida, un caballero de brillante armadura y brioso corcel apareció en el horizonte para salvarla de las fauces del monstruo. Ese caballero era Sant Jordi, que en unos cuantos mandobles de espada terminó con el dragón, librando a Montblanc de él. De la sangre derramada brotó un rosal, que daría las más rojas rosas que jamás se habían visto, con la que Sant Jordi obsequió a la princesa.

Los motivos relativos a Sant Jordi, el dragón y las rosas son una constante en la decoración y la historia de la ciudad de Barcelona. ¿Has visto alguna vez los típicos baldosines modernistas que pavonan las calles? Son una representación esquemática del capullo de una rosa.

¿Y la casa Batlló? Situada en el precioso Passeig de Gracia, tanto la fachada como dos espacios de su interior son, gracias a la imaginación portentosa de Antoni Gaudí, un recuerdo perenne de la leyenda de Sant Jordi. El tejado, con las tejas policromadas, y dispuestas de un modo ondulante, casi vivo, nos hace visualizar inmediatamente al fiero dragón, que es además atravesado por la espada del santo, un pináculo en forma de cruz latina.

Los balcones en forma de espantosas calaveras del piso inferior son un símbolo de las victimas que se cobró la bestia, así como las columnas, que haciendo las veces de huesos, conforman la estructura la galería. 

Pero, ¿y por qué se regalan libros en este día? Resulta que el 23 de abril, además de la festividad de la que hemos hablado, se conmemora el Día Internacional del Libro, por ser esta jornada la fecha de muerte de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. El 7 de Octubre de 1926 se celebró el primer Día del Libro, y desde entonces las Ramblas se convierten en un hormiguero de amantes de la cultura, que, de parada en parada, recorren Barcelona en uno de los días más especiales del año. Si todavía no conoces esta ciudad, Sant Jordi puede convertirse en esa fecha que estabas esperando.

Quince mujeres que hicieron historia: la redención de ‘TNYT’

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“Desde 1851, los obituarios de The New York Times han estado dominados por hombres blancos. Ahora, añadimos las historias de 15 mujeres remarcables”. Así comienza la pieza con la que TNYT se redimió ayer por su silencio hacia las mujeres.

Ayer, un día histórico, sobre todo en España, el gigante mediático echó la vista atrás para poner en el sitio que se merecen a quince mujeres también históricas. Desde la activista negra Ida B. Wells hasta la fotógrafa Diane Arbus, pasando por la transgénero Marsha P. Johnson. Quince nombres y quince vidas a las que The New York Times, ahora, hace justicia.

“Mientras lidiaba con el rechazo de los editores y su esposo, Plath pasó sus últimos meses escribiendo los poemas que garantizarían su reputación literaria”, escribe Anemona Hartocollis sobre la vilipendiada Sylvia Plath (1932-1963).

Nella Larsen, Emily Warren Roebling, Madhubala, Ada Lovelace y Margaret Abbott son otras de las mujeres que se han hecho un hueco en The New York Times, una pequeña pero imprescindible representanción en nombre de todas las que se siguen pasando por alto.

Vía: The New York Times

Nuevo (y alucinante) tráiler de ‘The Handmaid’s Tale’

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Que The Handmaid’s Tale ha sido la serie revelación de la temporada pasada lo dicen los críticos y lo avala el aluvión de premios que ha cosechado la distopía de Margaret Atwood. Y el hype de que se estrene la segunda temporada de la serie de Hulu, que concluyó en el mismo punto en el que lo hacía la novela de los años 80, lo avala, no sé, que en vez de uñas tengo muñones.

El 25 de abril es el día elegido por la plataforma para estrenar esta nueva tanda de episodios -presumiblemente, llegará a HBO España en esa misma fecha-, en la que además de Elisabeth Moss y compañía, pulularán por Gilead nuevas incorporaciones como Cherry Jones o Clea DuVall. Y para ir abriendo boca, ya se empiezan a publicar a cuenta gotas nuevos datos de la producción, como este nuevo (y alucinante) tráiler de The Handmaid’s Tale. 

@25deAbril, llega ya, por favor.

Vía: Vulture

Y nos dimos cuenta de que no estábamos solas

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Todas las generaciones tienen, en mayor o menor medida, un día concreto en el que se dieron cuenta de que juntos eran más. En la mía, el referente había sido las movilizaciones de 2003 contra la entrada de España en la Guerra de Irak. El No a la guerra recorrió todos los puntos de España, convirtiéndose en un grito colectivo contra la injusticia. Pero, desde ayer, tenemos una jornada más para el recuerdo, un día en el que todas las mujeres nos unimos, y nos dimos cuenta de que no estábamos solas.

Más de 60 ciudades convocaron manifestaciones feministas para hacer de este 8 de marzo algo inolvidable, la catarsis de algo que se venía gestando gracias a las redes sociales, que como bien explica su nombre, sirven para entretejernos entre nosotras, para compartir nuestras experiencias, esas que antes se quedaban en una conversación de cafetería con tus amigas, o en la nada, porque no querías compartirlas. La conversación sobre qué significa y qué implica ser mujer, y sobre todo, la injusticia que la sociedad (machista) comete contra nosotras en diferentes ámbitos ha sobrepasado lo privado, y se ha convertido, como bien vimos ayer, en algo que nos revienta por dentro, y tenemos que sacar y mostrar. Porque no somos pocas, porque no estamos locas, porque esto tiene que terminar. 

Ayer fui a la manifestación de mi ciudad, de Huesca. Huesca es una capital de provincia de unos 50.000 habitantes, un sitio pequeño en el que, además, no suele haber grandes movilizaciones por casi nada. Se convocaron actividades durante todo el día, y todas estuvieron llenas de mujeres, desde la cadena humana hasta el acto central de por la tarde, donde se dividió la salida en dos columnas que confluyeron en uno de los paseos centrales. Nunca había visto tanta gente concentrada, y mucho menos tantas personas gritando con la misma voz, ni portando tantas pancartas, hechas con medios caseros, pero llenas de creatividad e ilusión.

8M en Huesca. Foto de Noelia Rodríguez.

Niñas gritando que no eran princesas, sino guerreras. Abuelas cantandose que eran Superwoman. Miles de estudiantes de instituto y universidad haciéndonos sentir orgullosas a las que tenemos algunos años más, y dándonos envidia por lo concienciadas que están, y lo preparadas, y lo luchadoras, y lo preciosas que son cuando están todas juntas. Imágenes llegando por Whatsapp de otras ciudades como Madrid, o Vigo, donde las mujeres desbordaron las calles por cientos de miles.

Tenemos que estar orgullosas de lo que hicimos ayer. No era fácil, lo teníamos todo en contra, pero lo hicimos fácil. Ahora, a seguir.

La croqueta libre: “Batallitas con moraleja”

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Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección de correo que figura en el banner, con el asunto “La croqueta libre”. Los textos se leerán para escoger, pero no se editarán. Es decir, que si tu texto se ajusta a la temática de la web, lo publicaremos, pero sin corregir las posibles faltas. Los textos deben ir firmados con nombre o seudónimo. ¡Ah! ¡Y un título!    

 

Hola muy buenas, me gustaría contaros cómo salí del armario y no en cualquier sitio, en un colegio católico y lo que esto desencadenó.

En mi adolescencia, me destinaron a este colegio en cuestión, por razones personales de mis padres. Conocí allí a una chica preciosa (la apodaré Ana por anonimato), bien, pues después de llevar conociendo a Ana unos tres meses de curso, me di cuenta de que la gente la trataba un poco borde, pensé que sería porque no caía bien, pero resultó que era porque salía con otra chica de la misma escuela (esta será Julia).

Julia y ella se juntaban en los recreos, para descontento del profesorado y alumnos varios, casi la totalidad de la escuela… menos yo. Yo me sentía intrigada por aquella relación y fue cuando me pregunté: ¿Ah, se puede elegir salir con chicas? Como si aquella pregunta no fuese suficiente, mi mente empezó a convertir ese cariño amistoso en un cariño real, fue más allá y ahí empezó la “película”.

Soñaba con Ana, tenía fantasías de citas llenas de besos y abrazos, sabía que aquello jamás se haría realidad, no me importaban las consecuencias, me importaba que Ana y yo tuviésemos la mayoría de asignaturas conjuntas. Y así una tarde, tranquilas en su casa para un trabajo de clase fue ana la que se atrevió a besarme.

Esto dió lugar a un sinfín de preguntas sin respuestas, puesto que en vez de hacerlas, le devolví el beso.

Estuvo mal, no el beso, sino que ambas fuésemos conscientes de que ella tenía novia, pero no paramos, estuvimos robandonos besos muchas tardes, casi un año. Salvo en la escuela, en la escuela ella tenía a Julia, la cual todavía no sabía sobre esto, y mi rabia de adolescente al ver como todavía no la había dejado por ser yo una ingenua jugó un papel horrible.

Con una queja al aire hablando con las que, en ese entonces, eran mis amigas y la situación en la que me encontraba, se descubrió el pastel y no solo lo sabía la escuela, Julia también.

Ana estaba furiosa y me mandó un mensaje sms bastante hiriente y terminamos años de amistad y tonteo. Añadir que mi relación con los profesores pasó de amistosa a borde, al menos con la mayoría, sobretodo la de religión, y además varios amigos empezaron a dejarme de lado.

Si, la pifié de lo lindo, pero fue así a cómo aprendí a no salir con nadie que tuviera pareja, a hablar con personas de confianza y que los colegios católicos no son un buen sitio para expresar nada personal sin que te ridiculicen.

Ahora lo recuerdo como una experiencia más, pero no todo fue malo, pude hacer vida en otra ciudad y mis amigos están, en el buen sentido, hartos de chistes de lesbianas donde me incluyo.

-.Liquid Robot