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Más de 160 deportistas LGBTQ competirán en los Juegos Olímpicos

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Los Juegos Olímpicos son muchas cosas, y también un escaparate de cada uno de los países que compiten hacia el mundo. Estos juegos de Tokio, que son complicadísimos por muchas cuestiones (la última, unas declaraciones del organizador de la ceremonia inaugural banalizando el holocausto), son a su vez históricos por una razón, y es que jamás hubo tantas personas abiertamente LGBT compitiendo en ellos.

Budapest 10 Km Femminile: Rachele Bruni Vince Il Bronzo

Estados Unidos lidera el camino, con 47 deportistas abiertamente LGBT, lista que incluye a Sue Bird y Diana Taurasi (baloncesto), Megan Rapinoe (fútbol), Erica Sullivan (natación) y Kayla Miracle (lucha). Australia, con sus Matildas compitiendo en fútbol, nos trae a Chloe Logarzo, Teagan Micah y Tameka Yallop. La selección de fútbol de Chile tiene nombres que os sonarán, como Yenny Acuña Berrios, Christiane Endler y Fernanda Pinilla. Por Venezuela compite en triple salto Yulimar Rojas, y en Italia nos encontramos con la nadadora Rachele Bruni.

Entrevista de Gigantes con Paula Ginzo tras fichar por Lointek Gernika

Por su parte, la jugadora del Lointek Gernika Bizkaia Paula Ginzo es la única persona abiertamente LGBT del equipo español. La baloncestista gallega de 23 años juega como pívot, y estamos seguras de que nos va a dar muchas alegrías. Puedes consultar la lista completa en este enlace.

‘Los siete maridos de Evelyn Hugo’, la novela que TikTok ha devuelto a los titulares

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La fuerza que tiene TikTok es inconmensurable. No solamente está dictando ahora mismo las reglas de los éxitos de la radiofórmula, que va a rebufo de lo que dictan las tendencias, sino que está haciendo algo parecido con el mercado editorial. Los títulos que se hacen virales se agotan de las estanterías de las librerías, se barajan en las cadenas como posibles adaptaciones, y están devolviendo el hábito lector, palabrita, a los adolescentes. Y esto es lo que está sucediendo con Los siete maridos de Evelyn Hugo (The Seven Husbands Of Evelyn Hugo), la novela que Taylor Jenkins Reid lanzó en 2017 y cuya traducción al español llegó en 2020.

La historia nos cuenta la vida, con pelos y señales, de una interprete en el ocaso de su vida, una vida llena de giros imprevistos, de aventuras y experiencias y, sobre todo, de amor. Se lee en dos patadas, porque te atrapa de una manera irremediable, y te la recomendamos con la fuerza de los mares.

Evelyn Hugo es un personaje que está tan bien construído, con tanto detalle, que algunos pueden dudar si no es una biografía adaptada de alguna actriz de la época dorada de Hollywood. Mientras relata su vida a lo largo de la novela, los lectores se sienten conectados con ella y simpatizan con su historia. Los siete maridos de Evelyn Hugo iba a convertirse en una serie en Freeform, de la mano de nada más y nada menos que Jennifer Beals e Ilene Chaiken, pero nunca salió de la etapa de desarrollo y ahora se le está buscando una nueva casa para la adaptación que merece. Y tú, ¿a quién te imaginas en el papel de Evelyn Hugo?

Marja-Lewis Ryan (‘The L word’) ficha por Showtime: tendremos más series croqueta

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Cuando Ilene Chaiken se propuso resucitar The L word, la búsqueda de una showrunner se prolongó durante varios meses por una razón: querían a la persona perfecta. Y resultó ser Marja-Lewis Ryan. La directora ha sabido recuperar el espíritu de la original, y ese buen trabajo la ha llevado a firmar un acuerdo con el canal Showtime para que realice contenido en exclusiva para ellos.

“Marja es nuestra Shohei Ohtani… una talentosa jugadora a dos bandas que es a la vez una escritora excepcional y una directora inventiva”, ha contado el presidente de entretenimiento de Showtime, Gary Levine. “Me encanta la energía, la perspectiva y la diversión que aporta a The L Word: Generation Q, y espero con ansias la próxima temporada de esa serie y otras creaciones inspiradas de ella”.

No resulta complicado pensar que, si la han fichado por este trabajo, y siendo ella misma LGBT y habiendo realizado con anterioridad otros trabajos en esta misma línea, como The four faced liar, película que no nos cansamos de reivindicar, los tiros irán por ahí en un futuro. Además, Showtime se ha caracterizado siempre por tener contenidos interesantes. No en vano es el canal que adaptó Queer as folk, que creó Masters of sex y que nos enamoró con Weeds. Una muy buena noticia.

Vía: Hollywood reporter

Algunos libros lésbicos para añadir a tu lista de pendientes

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Si una cosa tenemos que agradecer al inventor o inventora de los libros electrónicos es que nos ha dado la posibilidad de no desaparecer sepultadas bajo la montaña de lecturas pendientes que tenemos en la mesilla de noche. GRACIAS por darnos años de vida. Los títulos que queremos, que quiero leer, son cada vez más y más, y allá van algunos libros lésbicos que puedes añadir a tu lista.

Puedes comprar estos libros pidiéndoselos a tu librería de barrio de confianza. Pero si, por lo que sea, no te es posible, comprándolos en los enlaces de afiliado de Amazon nos ayudas a nosotras, que nos llevamos una pequeña comisión

Laberinto, de Eley Grey

Nuria, Ariadna y sus amigas nos llevan de la mano en esta distopía en la que, por momentos, nos sentiremos envueltas de un aire familiar. ¿Somos realmente libres? ¿Controlamos nuestras vidas y nuestros cuerpos?. Esta apuesta de Eley por salir de su zona de confort es un must-read.

Puedes comprarlo en este enlace.

Bollo, de Melani Penna Tosso

Nat es un alma libre. Camarera de un bar de ambiente, lleva un tiempo manteniendo una relación abierta con Ratja cuando descubre que es seropostiva. La novela más punki de los últimos tiempos viene de la mano de Dos Bigotes, así que es una apuesta segura por la calidad.

Puedes comprarlo en este enlace.

¿Cómo sabes que no te gusta si no lo has probado?, de Betz Burton

¿Cómo sabes que no te gusta si no lo has probado? (Elit Lgtbi) de [Betz Burton]

Eva es una becaria de 28 años que entra a trabajar en una agencia de comunicación. Su jefa, Diana, no es la persona más querida del lugar. Pero hay algo en ella que atrae a Eva irremediablemente y, por supuesto, no quiere quedarse sin descubrirlo. Este título es uno de los primeros que Harlequín, editorial líder en publicación de romántica, ha lanzado bajo su línea LGBTI. Y oye, ni tan mal.

Puedes comprarlo en este enlace.

¿JUGAMOS?: Al fin y al cabo la vida es un juego… ¿te atreves?, de La chica del boxer

Ana y Carla son amigas hace mil años, y también comparten piso. Cuando su vecino llega con un jueguito de dados, su mundo se pondrá patas arriba, y es entonces cuando Ana se atreverá con Luna.

Puedes comprarlo en este enlace.

La literatura lésbica romántica nos salvará

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Aún recuerdo la primera vez que leí un libro lésbico (o sáfico, o como lo queráis llamar) romántico. Acababan de regalarme, por terminar la carrera, mi primer tablet, y cuando descubrí que podía leer libros electrónicos, se me abrió un mundo literario en el que, por supuesto, también estaban las novelas románticas. Como no tenía referencias, tuve que buscar entre los apéndices finales de Más que amigas, el libro e Jennifer Quiles que sirvió para que varias generaciones de lesbianas y bisexuales hispanohablantes no ubicáramos en la vida y, de ahí, al cielo.

El panorama ha cambiado mucho. Ahora no solamente hay muchas novelas lésbicas, sino que hay buenas novelas lésbicas. Han surgido autoras que se esfuerzan en crear personajes y tramas que nada tienen que envidiar a nada. Algunas, incluso, se cuelan entre lo mejor del año, alejadas de esa etiqueta que tantos debates crea, como el último en el Twitter de Les Editorial, sobre si habría que abandonar el cartel de literatura LGBT. Y, a la vez que esta literatura crece, parece que se devalúan las historias románticas. Y por ahí sí que no paso.

Amazon.com: What Matters Most (9780996677493): Beers, Georgia: Books
Mi última lectura.-

Exactamente igual que reivindicamos películas simples, romcoms en las que la trama sea chica conoce chica y se enamoran y ya está, en la literatura, bajo mi punto de vista, deberíamos seguir los mismos pasos. El confort que siento al empezar una novela de, no sé, Gerri Hill, Georgia Beers, o cualquiera de las autoras nacionales e internacionales especializadas en romántica, es completamente diferente a lo que siento y busco con otro tipo de literatura. Me hace sentir especialmente satisfecha el tener la certeza de ir a tiro hecho, de saber que las protagonistas van a pasar uno o dos baches a lo largo de la historia, pero que al final van a terminar juntas. La cosa va a terminar bien para ellas y para mi.

En un mundo en el que todo es extremadamente agotador, en el que poner el telediario, entrar a Twitter, poner el oído en el bar, salir de casa, empieza a ser una gesta en la que nos tenemos que armar de paciencia por mil razones diferentes, el saber que existe un reducto de felicidad garantizada, es lo que, a veces, me da la gasolina que necesito en el momento preciso. Porque sí, la literatura lésbica romántica nos salvará. Pese a sus portadas infames, su escenarios inverosímiles o sus enredos mil veces vistos. Porque lo que nos salva es la seguridad, y eso es lo que les sobra a todas. Larga vida a la literatura romántica lésbica.

Algunas series con personajes lésbicos y bisexuales que puedes ver este verano 2021

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En la playa, en la piscina, o en tu sofá con un ventilador. El verano, además de quemaduras solares, nos da algo muy valioso: tiempo. Y, por supuesto, parte de ese tiempo lo vas a invertir (que nos conocemos) en ver alguna serie. Si, por lo que sea, andas un poco despistada y no quieres pegarte una hora eligiendo algo en Netflix, allá van algunas propuestas.

Élite

En la cuarta temporada de este sexy thiller adolescentes de niños pijos que tienden a tener secretos hondísimos y a solucionar las cosas matando a gente los creadores nos han querido dar una alegría y, por fin, nos han dado a una pareja de chicas que, además, nos caen fenomenal. Como se sugiere desde la primera escena en la que se ven, te lo decimos: son Rebeka, una vieja alumna de Las Encinas, y Mencía, el nuevo fichaje del colegio. La trama tiene algunas cosillas (CLARO, es Élite), pero es bastante entretenida.

Fear Street

Serie, serie, no es. Pero como hay tres películas, la metemos aquí y no ha pasado nada. Inspiradas por RL Stine, maestro del terror y al que muchas debemos nuestros primeros pinitos en este género con su antología Pesadillas, Fear Street nos traslada a tres tiempos diferentes, 1994, 1978 y 1666, y hace gala de lo más aterrador de cada una de ellas, siempre de la mano de Deena y Sam. Merece la pena que las veas.

Atypical

Vuelve la cuarta temporada, y última, de esta serie sobre una familia en la cual el hermano mayor es neurodivergente. Si ya conoces a Casey e Izzie, no tenemos que contarte nada más. Si no, por favor, empieza desde el principio y disfruta de su historia de amor a fuego lento.

Little Fires Everywhere

Esta serie de Amazon tuvo poco fuzz, y no se lo merece porque, bajo mi punto de vista, está fenomenal. Un poco en la línea de Big Little Lies, Little fires everywhere cuenta la historia de la rivalidad entre Elena y Mia (Reese whiterspoon y Kerry Washington) cuando la segunda le alquila una casa a Elena. El primer episodio te cuenta que su casa acabará en llamas. Pero, ¿cómo hemos llegado a esa situación? Una historia a fuego lento (hola, Rosana) que, de verdad, me flipó el año pasado.

Mare of Easttown

Todo el mundo habla de Mare of Easttown y de Kate Winslet, y no es para menos, porque esta investigación sobre quién está secuestrando chicas en un pequeño pueblo donde todos se conocen está muy, pero que muy bien contada. No es una serie con estridencias, no tiene unos golpes de efecto que alucines, y, sin embargo, te mantiene pegada al sofá desde el primer momento. A tope con Mare (y con su hija).

Sky Rojo

Tres prostitutas tienen, por diversas conjuras del destino, que huir corriendo del club en el que trabajan. Esta huída sin mirar atrás les traerá desgracias varias y a ti, espectadora, algunos infartos de miocardio. Disclaimer: Algunas escenas de violencia no son aptas para públicos sensibles, y es posible que, como a mi, te echen para atrás. En la serie, Lali Espósito es Wendy, una chica con un pasado horroroso en Argentina.

The Pact

Serie inglesa de seis episodios que hemos conocido gracias a Lesbian Lips, nuestra descubridora oficial de cosas guays. Cinco compañeras de trabajo y amigas planean llevar a su jefe al bosque para hacerle unas fotos. Cuando vuelven a por él, está muerto. Chan chan, qué habrá pasado. Además de tener croquetas en su reparto, una vieja conocida ha venido a alegrarte la vida: Laura Fraser, protagonista de Lip Service y Nina’s heavenly delights.

‘American Horror Stories’: Apuf

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No para, no para, no para. Ryan Murphy no para de sacar series, series sobre sus series, dar vueltas sobre sus series, y volvernos locas (no necesariamente en el mejor sentido de la palabra) con sus series. Hacía tiempo que no me aproximaba a nada suyo, porque estoy SATURADA de la vida y de él, pero al ver el trailer de American Horror Stories y ver que había, al menos, una pareja lésbica, pues yo qué sé, le di una oportunidad. Y, a ver, tiene cosas (pocas) que vale y otras cosas que me han hecho pensar que he vuelto a caer en su trampa.

A Scarlett tampoco le ha gustado el episodio

La premisa de American Horror Stories es la de hacer historias de terror encapsuladas, no una temporada con continuidad, y como la especialidad de Murphy es crear premisas (y cagarla luego), en principio todo guay. El primer episodio nos devuelve a un lugar familiar, la mansión de la primera temporada de American Horror Story, en este caso a través de Michael (Matt Bomer) y Troy (Gavin Creel), un par de maridos amantes del horror que planean convertirla en un bed and breakfast fantasmal. Esta pareja tiene una hija, Scarlett (Sierra McCormick), que es la típica adolescente de vuelta de todo. Los dos demográficos a los que peor les va en las series de este señor: homosexuales y adolescentes sarcásticas.

*A partir de aquí, espoilers*

Scarlett tiene dudillas sobre si le gustan las chicas o no, pero solamente necesita a Paris Jackson haciéndole ojitos para confirmar que no, que hetero no es. Hay una fiesta de pijamas que sale mal, Scarlett huye a su casa, los fantasmas matan a todo Cristo viviente, y Scarlett, de la que a estas alturas ya nos han dejado claro de manera nada sutil que lo que le va es infligir dolor físico a la gente, decide dejarse llevar por lo fantasmal y apañar el crimen con un poco de bricomanía.

En el segundo episodio de la temporada, continuación de este primero, conocemos a Ruby, interpretada por Kaia Gerber, una adolescente que, al descubrir que sus padres la habían vendido a un pederasta, decide terminar con su vida en un lugar icónico, la casa con más asesinatos de la galaxia, sin saber que las almas se quedan ahí atrapadas. De algún modo nos vemos de nuevo envueltas en la típica trama ‘uy, me he enamorado de un fantasma psicópata’, y Scarlett y Ruby se juran amor eterno. Para demostrar ese amor, Ruby se carga a los padres de Scarlett, en un acto que entendemos perfectamente porque eran insoportables.

Mientras tanto llega Halloween, las almas salen de su arresto domiciliario, amenazan con separar a Ruby y Scarlett cargándose a esta última fuera de la casa, nunca llega a pasar, Scarlett se pira porque, UY, viven ahí más personas que en la Trece Rue del Percebe, y todos los espíritus (los nuevos, porque a los viejos no los vemos por ningún lado, solamente cuando nombran veintitrés veces al ‘otro terapeuta’) terminan siendo una especia de familia feliz. El episodio termina con nuestra pareja interplano favorita reencontrándose en Halloween, que dices tú ‘vale, es porque Ruby puede salir de casa’, pero total que da igual porque la que va es la humana.

No voy a pedir que me devuelvan esta hora y media de mi vida porque me he metido en esto voluntariamente, pero tío, es que es una estafa OTRA VEZ. Esta vez, eso se lo concedo, no ha matado a todas las lesbianas, algo que se agradece. En general es todo muy barato, muy absurdo y muy traído por los pelos. Y, por favor, no me hagáis hablar de cómo actúan Paris Jackson y Kaia Gerber. Por favor. En fin, que si tenéis un rato perdidísimo y os apetece ver una película mala de miedo en la que haya algo de trama lésbica, pues a lo mejor os hace el papel. Pero poco más. Apuf.

Dolphin y Conny, los rabbit asequibles de Diversual

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No sé a ti, pero a mí, con este calorcito, me vienen ganas de probar juguetes nuevos. De esos que me retengan en la cama durante horas al lado del ventilador, porque salir a media tarde no es una opción. Si eso por la noche, para reponer fuerzas. 

Hace unas semanas me llegaron los nuevos juguetes de Diversual. Pronto te hablaré con más calma sobre la marca y su línea propia de productos eróticos, pero hoy quiero contarte sobre dos estrellas de su tienda: Dolphin y Conny. Ambos son juguetes tipo rabbit, es decir, que estimulan la zona G en el interior de la vagina y también el clítoris. No obstante, he tenido que probarlos bien para encontrar las diferencias y escribir esta reseña que, estoy segura, te ayudará a elegir cuál es el mejor para ti. 

Empecemos con lo que Dolphin y Conny comparten: fabricados en silicona, tacto suave (muy muy suave), dos motores potentes, recargables (entre hora y media y dos de carga para hora y pico o dos de uso) y sumergibles. Vamos, tienen todo lo que yo le pido a un buen juguete. 

En cuanto a las diferencias, son sutiles, pero lo son todo a la hora de decidirte por uno de los dos. Empecemos por Dolphin: tiene esta forma moderna y ergonómica que facilita mucho la inserción, a pesar de que las dimensiones de uno y otro sean bastante parecidas. Este es un poco más largo, tiene un centímetro más insertable. Es más flexible, tanto la parte que va en la vagina como la que va en el clítoris, así que si te gustan los juguetes suaves este podría ser el tuyo. 

La interfaz de Dolphin es sencillita y sin complicaciones: un solo botón. Eso significa que es el que lo enciende y apaga (pulsando un par de segundos) y también cambia la velocidad. Tiene 4 intensidades de vibración para que elijas en función de tus necesidades. A pesar de que es un juguete que da caña, la parte que estimula el clítoris podría ser más potente. 

¿Qué opinas de Dolphin? ¿Podría encajar contigo? Conoce también a tu compañero. Se llama Conny, pero también podría llamarse Todoterreno. Este juguete es más rígido que Dolphin y tiene la clásica forma de un rabbit, aunque con un diseño más actual. El extremo que estimula el clítoris tiene esas orejitas por donde también se extiende la vibración, entonces no solo está en contacto y ya está, sino que es como si lo rodeara

La base es plana, de forma que puedes colocarlo de pie (no sé por qué, pero me encantan los vibradores que puedo dejar de pie). Allí también encontrarás su interfaz: tres botones. Claro, con tres botones puedes encender y apagar a Conny (un par de segundos), subir la intensidad con el + y bajarla con el -. Pero es que, además de esas 5 velocidades, dispones de 7 modos diferentes

Si nos fijamos en el packaging, Diversual ha preparado unas cajas con su diseño propio. Los juguetes van envasados en una bolsa de plástico que tú abrirás cuando vayas a usarlos. También llevan el cargador, pero ni rastro de las instrucciones. En un primer momento me extrañó, pero si te fijas en la caja de Conny encontrarás un QR que te lleva directamente a las instrucciones. La marca asegura que así no gastamos tanto papel, y yo puedo decirte que prefiero consultar las instrucciones en una web en lugar de conservar todos y cada uno de los manuales de uso. Además, las instrucciones que propone Diversual son superfáciles de entender y hay un apartado de inspiración que te da ideas sobre cómo usarlos.

El precio de ambos juguetes es exactamente el mismo, y Diversual lo ha ajustado mucho para que salga muy a cuenta hacerte con uno de sus vibradores. Ah, recuerda hacerte con una bolsita de tela también, porque no la incluyen.

Tras haber probado a conciencia Dolphin y Conny, me da la impresión de que el primero es más silencioso y el segundo más potente. Me resulta imposible decidirme solo por uno, porque ambos tienen puntos fuertes y pueden ser idóneos para personas distintas. Por tanto, mi consejo es el siguiente: 

  • Dolphin: ideal para empezar, con una forma discreta y cómoda de insertar. Perfecto si quieres un juguete poco ruidoso, pero que te garantice una buena experiencia. También puede encajar como primer juguete por lo fácil que es usarlo y su interfaz sencilla. 
  • Conny: para quienes buscan mucha potencia y la necesitan con fervencia en el clítoris. Es una buena opción si ya tienes otros juguetes y buscas uno más avanzado que cumpla con las expectativas.

En resumen: elegir siempre es complicado, pero cuando se trata de orgasmos lo es todavía más. A pesar de las similitudes entre Dolphin y Conny, cada uno de ellos tiene una o dos características que los hace especiales, y una forma radicalmente distinta. Pero seguro que tras leer la review sabes quién es el indicado, ¿verdad? ¿Con cuál te quedas? 

Consigue a Dolphin AQUÍ.

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Sexy Secret, el Satisfyer que se mete en tus bragas

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Que se vayan levantando las restricciones significa dos cosas. Una, que hay que seguir teniendo cuidado. Y dos, que se puede tener cuidado mientras disfrutamos del placer también fuera de casa

Tengo la teoría de que, como el confinamiento que hizo que un montón de parejas tuvieran que seguir su relación a distancia, se ha producido un aumento de juguetes aptos para jugar a kilómetros. Quizá por eso marcas como Satisfyer, exitosa por el juguete erótico más comprado en el mundo, se han animado a lanzar un vibrador para llevar en la ropa interior. 

¿Su nombre? Sexy Secret. Es un dispositivo diseñado para que lo fijes en la tela de tus bragas o la prenda íntima que utilices con un imán, de forma que queda sobre tu clítoris y lo estimula. Puedes usarlo en casa, pero tal vez lo más interesante sea llevar el juego a otros lugares un poco más públicos. 

He probado ya dos productos similares a Sexy Secret, pero su precio era mucho más alto que el de Satisfyer. De hecho, es probable que nos encontremos frente al primer vibrador para la ropa interior con un precio superaccesible y buena calidad.

También debo decir que, justamente por el precio de la competencia del producto, no las tenía todas conmigo antes de utilizar Sexy Secret. Además, me parecía grande para llevarlo bajo las bragas, y que se sienta cómodo es un requisito fundamental para el uso que queremos darle.

Sin embargo, me ha sorprendido descubrir que su forma, pese a ser algo más grande que la del resto, es sumamente ergonómica. La parte externa lleva el botón y un imán para que fijes el juguete en las bragas. La parte interna tiene una zona destinada a estimular el clítoris (tiene un dibujo con una especie de diana y un círculo en relieve) y otra… tachán: que estimula también la entrada de la vagina. Los otros vibradores para bragas que he probado no se preocupaban tanto por la estimulación del resto de la vulva, o bien priorizaban mucho el clítoris. 

El tamaño tiene una desventaja: que pesa más. Por eso no te recomiendo que uses Sexy Secret con ropa interior de tejidos finos y elásticos, mejor de algodón. Al tener más cuerpo, el juguete se sostendrá mejor. 

La lista de lugares donde puedes llevarte este instrumente de placer es infinita: a la compra, a dar una vuelta, a la playa, en el coche, a una cita… Es silencioso pero potente, nadie se enterará de que lo tienes y tú disfrutarás del morbo y las vibraciones. 

Con respecto a la interfaz, recuerda que tiene solo un botón. Para encenderlo basta con apretarlo un par de segundos. Claro, mientras lo llevas puesto va a ser un poco difícil cambiar de modo, porque debes encontrar el botón sobre la tela de la ropa interior, y es pequeño y con poco relieve. Así que lo mejor es que uses la aplicación: infinitos modos y programas, función de despertador, posibilidad de usarlo a larga distancia… la app de Satisfyer es revolucionaria

Como todo lo nuevo de Satisfyer, este juguete es resistente al agua y tiene batería recargable. Con hora y media de carga (mientras la luz parpadea, cuando se queda fija significa que ya está listo para usar) tienes alrededor de una de juego. También lleva el packaging característico de la marca con precinto de garantía. El juguete va protegido e incluye el cargador y manual, pero nada para guardarlo o transportarlo. 

Entonces, ¿por qué otros juguetes muy parecidos a este son tan caros? Tras mi experiencia, lo que puedo decirte es que la competencia tiene un packaging más cuidado, lleva dos imanes por si uno se pierde (el de Satisfyer solo trae uno), incluye bolsita de tela y la batería dura más tiempo. No obstante, si quieres un vibrador para ropa interior que funcione bien y a un precio asequible, quédate con este: la calidad-precio merece mucho la pena. 

En pocas palabras: Satisfyer se lo está currando para seguir ofreciendo juguetes de calidad a muy bien precio. Sexy Secret es un ejemplo más de que no todos los juguetes eróticos son caros y propone un juego muy interesante también fuera de la cama

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De cómo ha cambiado mi vida al ser madre (lesbiana y soltera)

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Cuando era pequeña, me obsesionaba la idea de la vida que iba a tener cuando creciera. Me veía escribiendo, como me he imaginado siempre. Me veía viviendo cerca de mis padres y mis amigos. Me veía siendo madre. Y, aunque ya empezaba a saber que me gustaban las chicas, no había una pareja en el panorama, ni falta que hacía.

Con el tiempo, la vida ha discurrido más o menos por los cauces que había pensado, aunque algunas cosas se han dificultado un poco. Como la cigüeña no venía de París, al final, y después de unas relaciones que terminaron, precisamente, por la reticencia de mis parejas a tener descendencia, tuve que acercarme yo a pedir consejo a una clínica especializada. Yo sabía que mi ventana de fertilidad no iba a ser eterna y en esta vida hay que tomar decisiones por una misma.

Ser madre me ha cambiado la vida, y han sido muchas, muchísimas las veces que he echado de menos tener ya no una pareja, sino alguien que me echara una mano con la crianza. Es duro, no os voy a engañar. He llorado de pura desesperación (y de falta de sueño). Pero tiene un lado bueno tan enorme, que todo queda atrás.  

Por supuesto, mi vida amorosa ha cambiado, ha cambiado muchísimo. Además de la logística, que ya os imaginaréis lo complicada que puede ser, noté una barrera que antes no estaba. Ya no era una mujer soltera en busca de alguien medianamente interesante: ahora era una mujer soltera con una niña, lo que equivale muchas veces, para mi sorpresa, a llevar un neón en la frente que dice “No”. He visto caras que no creeríais al pronunciar las palabras “Tengo una niña”.

Y cuando me visto de la activista que hay en mí, no puedo dejar de pensar tampoco en todas las ocasiones en las que han dado por supuesto que mi hija tenía un padre, o cuando aclaras que no, imaginan un padre ausente. Yo no dejo de ser LGBT, no dejo de ser lesbiana, porque no haya una pareja en el cuadro, ni porque haya sido madre. Somos una familia, las dos juntas, y una familia orgullosa de ser como es. 

V.-