
Hace unos meses HULEMS os adelantaba que la serie Girls, de la HBO, iba a incluir en su nueva temporada una trama sobre el famoso asesinato de Kitty Genovese en 1964. Este asesinato a sangre fría tuvo gran impacto en la opinión pública estadounidense, convirtiéndose en un caso paradigmático de cómo la vida urbana nos aleja los unos de los otros: treinta y ocho testigos no movieron ni un solo dedo para evitar que el ataque a Kitty acabase en su muerte.
Cincuenta y un años después del asesinato de la joven Kitty, su hermano Bill es el pilar principal del documental de James Solomon, The Witness, en el que se intenta arrojar luz sobre la vida de Kitty y sobre su cruel muerte. Se representa a Kitty como una persona de carne y hueso, y no como un mero nombre que conmocionó a Estados Unidos.
Bill Genovese procura separar la realidad de la ficción en el asesinato de su hermana, buscando la identidad de los famosos treinta y ocho testigos, y entrevistándose con conocidos de Kitty, como su ex marido, o incluso su novia Mary Ann Zielonko, la mujer con la que Kitty compartía su vida y que fue dolorosamente apartada del proceso policial y judicial de la muerte de su pareja.
The Witness es un documental de 89 minutos en el que se puede conocer mejor la personalidad, la vida amorosa y laboral de Kitty Genovese, ese fantasma del pasado que sigue muy vivo tanto en los pensamientos de su hermano Bill como en el imaginario de la sociedad norteamericana.
Vía: Variety












Ikea es una empresa súper familiar, es un hecho. Muchas familias ocupan los sábados por la mañana en darse una vuelta por ahí a ver que encuentran, y los sábados por la tarde en encontrar el camino de salida entre las estanterías Kallax y butacas Ektorp. De hecho, estoy casi segura de que hay familias que VIVEN en Ikea y por las noches saquean la cocina en busca de albóndigas de alce. Pues para todas, los suecos (por un momento he puesto suevos, me he acordado de mis clases de historia Medieval y me he reído) tienen un recuerdo. Hasta para las croquetas.

Canadá es un país fascinante: Tiene todo lo bueno de Estados Unidos, pero en versión ultra amable. Sólo hay que ver ficciones televisivas como Rookie Blue para darse cuenta de esto, porque no hay serie de policías en la que saquen menos la pistola que en ella. Una maravillosa nube de amabilidad y sonrisas. Rookie Blue, la serie sobre policías novatos, y ya no tan novatos de Toronto, terminó su sexta temporada hace ya un par de meses, y por el momento no tenemos noticias de una posible renovación. ¿Tenemos que alarmarnos?
Mientras que en Canada la última temporada mantuvo una audiencia alrededor del millón y medio de espectadores, en Estados Unidos fue bajando sin remedio, desplomándose incluso un 17%, que se dice pronto, a mitad de temporada. Esto, además, fue acompañado de una bajada en los demográficos hasta el 0.5. Y los demográficos son la clave de todo, porque son la cantidad de personas de entre 18 a 49 años, lo que en términos de publicidad significa gente que compra cosas y que, además, prueba marcas y productos nuevos, que están delante de la televisión viendo la serie.





