Buenísimas noticias para terminar el año. No solamente el rodaje de The L word: Generation Q va, como diría una chica que fue conmigo a clase ‘bien, to en popa’, sino que ya tenemos información sobre qué caras nuevas vamos a tener el lujo de ver en la segunda temporada de la serie. First things first, el nombre más conocido: Rosie O’Donnell.
Según cuenta Autostraddle, que a su vez se hace eco de The wrap, O’Donnell será Carrie, una abogada pública descarada y de buen corazón que se mete en la vida de Bette Porter (Jennifer Beals) y también rápidamente en su piel, sea lo que sea que quiera significar esto.
Pero no es el único nombre. El actor Griffin Dunne interpretará a un galerista muy conocido y, por supuesto, amigo de Bette, mientras que Donald Faison (Clueless) será un periodista que trabaja con Alice en su programa. Ya suponemos que estas personas te dan igual, pero la que no te va a dar tan igual es Laurel Holloman, que también estará, aunque de manera más breve en la serie. ¿Cómo? ¿No te suena el nombre? ¿Y si te digo que es Tina?
Hola, me recordarás porque soy el 50% de TiBette.
Como nos cuentan nuestras colegas de Lesbicanarias, siempre atentas a la noticia, la actriz participó en Pants, el podcast de Kate Moennig y Leisha Hailey y la despedida fue un más que revelador ‘nos vemos en el set’. Esto sí que es un notición. Por supuesto, la incógnita que nos queda es ¿qué supondrá para Bette el ver a Tina, que además sabemos que está saliendo con una mujer llamada Kerry? Seguiremos informando.
Porque no todas las películas lésbicas que merecen la pena vienen de Estados Unidos (de hecho, cada vez le están comiendo más la tostada), nos hemos hecho una maratón de películas de allende los Pirineos y, bueno, pues al final resulta que hay mucha vida más allá de esa película que toda vimos como locas en 2013 y que, cuando pensamos dos minutitos, nos dimos cuenta de que, en realidad, meh. Allá van unas cuantas películas lésbicas (o bisexuales, o, en general, con mujeres que se enamoran/enrollan con otras mujeres aunque no digan explícitamente su orientación sexual, pero Google nos obliga a poner estas cosas para que la gente nos encuentre) que son más que disfrutables.
Je te Mangerais
Empezamos fortísimo con esta película de 2009 que cuenta la historia de Marie, una estudiante de piano que deja su hogar para estudiar en Lyon. Como el dinero no le sobra, necesita compartir apartamento, y es así como empieza a vivir con Emma, una amiga de la familia que ha vivido sola desde que murió su padre. Dos y dos son cuatro, y Maria y Emma se van a enrollar porque si no, no sé qué hago contándote esta película aquí. Aviso a navegantes: es posible que esta película cumpla todos los clichés a los que nos tenía acostumbrado el cine lésbico hasta hace diez minutos pero oye, para un sábado por la tarde nos sirve.
Pourquoi Pas Moi?
Un grupo de amigos LGBT decide organizar un fin de semana con sus respectivas familias para salir todos a la vez del armario. Este punto de partida ya es suficientemente llamativo, pero es que es todo mucho más loco de lo que esperamos. Entre otras cosas está Johnny Hallyday haciendo de torero homófobo pero comprensivo, Assumpta Serna guardando secretos y unos looks extraídos de los noventa que, como el mundo es como es, se están volviendo a llevar y a lo mejor te sirven para coger ideas. Yo la recomiendo mucho.
Violette
En 2013 se estrenó Violette, biopic de la escritora Violette Leduc, una de las grandes olvidadas de la literatura del país vecino que creció a la sombra de nada más y nada menos que Simone de Beauvior. Ligera la película no es, y no ayuda que esté ambientada en uno de los peores periodos de la historia reciente, el inmediatamente posterior a la II Guerra Mundial, pero siempre resulta interesante saber más de aquellas mujeres, sobre todo si son LGBT, que han dejado su huella en la cultura universal. Puedes verla en Filmin.
La Belle Saison
Catherine Corsini, quédate con este nombre, es una de las directoras que más trabajan del cine francés. Su último trabajo, en 2015, fue La belle saison, traducida al español como Un amor de verano, y tiene como protagonistas a Cécile de France (quédate también con este otro nombre), Izïa Higelin y Noémie Lvovsky. ¿La historia? En 1971, una época efervescente para el feminismo y para los movimientos sociales en Francia, Carole y Delphine se conocen y se enamoran. Delphine debe entonces hacerse cargo de la granja familiar, y por supuesto su novia la sigue. La película es bonita, está muy bien rodada, y es una de esas que tienes que ver o te quitan el carnet de bollera.
Naissance des pieuvres
Si Corsini y De France forman un tándem indisoluble, la otra pareja, y además durante un tiempo no solamente profesional, del cine LGBT galo son Céline Sciamma y Adèle Haenel, aquí jovencísima y en el papel más manipulador y odioso de su carrera. Tres amigas de quince años descubren el deseo sexual y las primeras atracciones a lo largo de un verano. A ver, no os voy a engañar: no me gustó nada esta película. Pero es un clásico, y tiene su público.
Les Filles du Botaniste
Película franco-canadiense de 2006 que cuenta la relación (secreta, CLARO, porque ni una normal nos dan) entre, sorpresa, la hija de un botánico y una becaria que está haciendo las prácticas en su casa, y que por darle todavía más dramatismo a la historia es huérfana. Al final hacen un arreglo para estar juntas y, bueno, pues más drama.
Bye Bye Blondie
Virginie Despentes, además de ser una de las voces más potentes del feminismo francés en su labor como escritora (leed Teoría King kong, por favor), también ha realizado alguna incursión como directora, y ejemplo de ello es esta Bye bye blondie, adaptación de una novela suya. En los años 80, Gloria y Frances se conocieron y se amaron con la pasión propia de la adolescencia. Todo en sus vidas era salvaje e intenso: sexo, drogas y punk rock. Veinte años después, y con sus vidas completamente diferentes, sus caminos están a punto de cruzarse de nuevo.
Un amour De Femme
Un clasicazo: Jeanne lo tiene todo para ser feliz. Está felizmente casada y tiene una niña. Una noche, Jeanne conoce a Marie, una bailarina más joven y bohemia. Las dos mujeres se van haciendo amigas, hasta que un día Marie la besa de una manera que no deja lugar a dudas: Marie ama a las mujeres. La película ha envejecido regular, pero hay que tener en cuenta que tiene veinte años, o o que es lo mismo en tiempo de cine LGBT, ochocientos setenta y cinco.
Oublier Cheyenne
¡Sorpresa! ¡Otro drama! Cheyenne, una joven periodista, decide dejar París para llevar una vida marginal en el campo, suponemos que porque el alquiler está imposible y porque el periodismo cada vez da menos dinero. También deja atrás a la mujer que ama, Sonia, profesora de física y química en un instituto parisino (esta ya te digo yo que el alquiler no puede pagarlo sola), que hace todo lo posible por olvidarla… Pero no es tan fácil.
Choses Secrètes
¿Os acordáis cuando en las películas siempre había una mujer super liberada que resultaba ser lesbiana y seducía a la protagonista? Pues Choses secrètes es exactamente eso. Sandrine es despedida del local de striptease donde trabajaba como camarera justo en el preciso momento en el que también están echando a la calle a Nathalie, una de las stripper. Las dos mujeres no tardan en congeniar y Nathalie, fría y perversa (y lesbiana), enseñará a Sandrine, mucho más cándida y cálida (y, en principio, no lesbiana), a utilizar su sexualidad para obtener todo lo que se le antoje. Yo esta la vería con un par de chupitos, la verdad.
8 Femmes
Catherine Deneuve, Emmanuelle Béart, Isabelle Huppert, Fanny Ardant, Virginie Ledoyen, Danielle Darrieux, Ludivine Sagnier y Firmine Richard, o lo que es lo mismo, los grandes nombres femeninos de la actuación francesa se dan cita en esta película multipremiada y que tiene un aire a Agatha Christie. En la década de los 50, en una gran mansión campestre que se está preparando para festejar la Navidad, se produce un asesinato. Evidentemente, la culpable tiene que ser una de las ocho mujeres que están en la casa. Enredo, misterios y revelaciones. Está en Filmin, BTW.
La Répétition
De nuevo Emmanuelle Béart en su papel croqueto número mil, y de nuevo Cathèrine Corsini a los mandos. Esta vez nos cuenta la historia de Louise y Nathalie, dos amigas de la infancia que soñaban con ser actrices, y que se vuelven a encontrar después de más de diez años. Espoiler: la relación entre las dos era rara entonces y sigue siendo rara ahora.
L’Auberge Espagnole
Cualquier persona que se haya ido de Erasmus ha visto, casi seguro, Una casa de locos, la película por excelencia de las becas. Un grupo de jóvenes de diferentes países conviven un curso escolar en Barcelona, y, amigas, la chica belga (Cecile de France, a que la que no es la última vez que vas a ver en esta lista) es croqueta. Hay un par de secuelas( Les Poupées Russes y Casse-tête Chinois) que, mira, aunque no van a cambiar la historia del cine, pues no están nada mal.
Haute Tension
Cècile de France (ahora sí, lo prometo) es Marie, a quien su novia invita a pasar unos días a casa de sus padres, situada en medio de la nada entre maizales. Marie no ha visto películas de lesbianas y no sabe que lo más probable es que 1. haya drama con su chica o 2. acabe muerta. No seas como Marie y ve Haute Tension.
Portrait de la jeune fille en feu
Si llevara sombrero como Dulceida, me lo quitaría para hablar de esta película. Céline Sciamma dirige a Adèle Haenel y Noémie Merlant en la que, con toda probabilidad, es la mejor película francesa de los últimos tiempos, y qué decir dentro de la categoría de cine lésbico y bisexual. Es, simplemente, perfecta en todos los sentidos. Francia, siglo XVIII. Marianne, recibe el encargo de pintar el retrato de bodas de Héloïse, una joven recién salida del convento y que tiene muy pocas ganas de casarse. Si se entera de que ella está ahí para pintarla, no le dejará hacer el trabajo, por lo que Marianne debe engañarla. Si tenéis 120 minutos libres, no dudéis: esta es la que tenéis que ver.
¿Perdidos protagonizada por chicas adolescentes? Así de rápido me atrapó The Wilds, una de las últimas series que ha estrenado Amazon en su plataforma de streaming. Puede que sea por lo interesantes (y problemáticas, en ocasiones) que resultan todas y cada una de sus protagonistas. Puede que por la crueldad inherente de la situación que nos obligan a presenciar. O porque cualquier historia que lleve el peso de la trama en sus personajes nos obliga a empatizar de forma casi obligatoria con ellos… Pero lo cierto es que no he podido despegar los ojos de la pantalla ni un minuto de los diez capítulos que tiene su primera temporada.
Cuidado: esta crítica contiene spoilers.
Una de mis cosas favoritas de The Wilds es la perspectiva feminista que propone (¡todas sus protagonistas son chicas!) y, al mismo tiempo, lo problemática que puede resultar en algunos aspectos. La clara (y perversa) antagonista de esta ficción, Gretchen Klein, actúa todo el tiempo en el nombre del feminismo. Y tengo que reconocer que me encanta una villana que en teoría persigue un objetivo bueno y que lo está haciendo todo mal. Tanto el “bien” como el “mal” se mueven dentro de una narrativa que no pone al hombre machista como enemigo, sino en la que todas las fuerzas, tanto positivas como negativas, son fuerzas femeninas. Es una serie que habla mi idioma y, al ser uno en el que me muevo cómodamente, me cuenta muchísimo más que una ficción que aborda el feminismo a un nivel básico.
¡Y las chicas! Ninguna de ellas está libre de sombra y sin embargo con cada capítulo la serie te acerca más a la realidad adolescente. Las cosas que desde fuera se ven claramente, para ellas están borrosas y una de las cosas que mejor hace The Wilds es trasladarnos a ese nuevo punto de vista.
¿Está Leah completamente trastornada? Sí, pero cualquier adolescente que centra su identidad en torno a una relación como si fuera lo único que tiene de valor lo estaría. ¿Está Shelby obsesionada con ser perfecta? ¿No se permite ni un segundo de libertad, ni siquiera para sentir un enfado justificado? Sí; pero es eso o quedarse completamente sola y despedirse de todo lo que conoce. ¿Es Toni celosa y tóxica? ¿Incapaz de controlar sus emociones mínimamente? Sí; pero Martha es lo único que ha sido constante en su vida, así que su miedo a perderla y su incapacidad de comprender que nadie pueda quererla (ni de hacerlo ella misma) hacen que se convierta en alguien que todo lo destruye cuando se asusta. Nada de esto está justificado, pero se hace difícil no empatizar con situaciones tan duras.
La perspectiva adolescente no suaviza los temas que trata y ese es otro punto positivo. Sí, las protagonistas son adolescentes, pero sus problemas no son pequeños ni irrelevantes. Incluso el romance de Leah, que al principio puede parecer inofensivo, nace de una dinámica de poder mucho más peligrosa de lo que se ve a simple vista. La presión sobre Rachel, que termina en un caso de bulimia y en mentir a toda su familia para conseguir aceptación, es brutal. Las obligaciones de Dottie, que no ha podido empezar a vivir por culpa de la enfermedad de su padre. La soledad de Toni. La insoportable presión de Shelby. La horrible manipulación del padre de Fatin y su madre cediendo y dándole la espalda. El maltrato hacia Nora y la injusta pérdida posterior. Y, para mí, la peor de todas: el trauma de Martha.
Ni uno sólo de estos problemas es minimizado (aunque algunos serían imposibles de minimizar), ni blanqueado, ni transformado en algo sin importancia. Ninguna de ellas lo permite; todas están, de una forma u otra, enfadadas y dolidas con el mundo que las rodea y tienen todos los motivos para ello. Muchos de estos motivos tienen algo que ver con el feminismo. Lo peor (y lo mejor) es que ese es justo el argumento de Gretchen; las adolescentes están cabreadas y con razón. Evidentemente, ella todo lo hace mal y para reafirmar eso está el personaje de Linh, que se arrepiente de todo en mitad del proceso. Pero debajo de toda esa crueldad inhumana que demuestra encontramos algo parecido a un argumento que, expresado de otro modo y enarbolado contra el enemigo correcto, tiene sentido.
¿Y la representación LGTB en The Wilds?
La historia entre las croquetas es, sin embargo, una de las cosas que más me han decepcionado de The Wilds. Y mira que me encanta a mí una actividad croquetil, pero es que si bien el idioma feminista lo habla muy bien, en sáfico todavía está chapurreando un poco. Adoro a Toni con toda mi alma (a pesar de… bueno, a pesar de muchas cosas) y creo que el personaje de Shelby y su homofobia interiorizada son interesantísimos. Pero su historia de “amor” me parece predecible y bastante simplificada con respecto a todas las demás tramas de la serie. ¿La lesbiana con pluma y la princesa homófoba que en realidad también es sáfica? Sabíamos que iba a pasar desde que se odian al principio de la serie y, lo que es peor, creo que podría haberse aprovechado mucho más.
Todo lo contrario al flashback de Shelby. La trama de personaje homófobo que en realidad es LGTB está vista, sí, pero normalmente el protagonista pasa por una liberación mayor o menor que le permite seguir adelante. Shelby no llega a ese punto antes de acabar en la isla. Ella cede al chantaje de su padre y renuncia a todo por no estar sola en el mundo, por no perder a su familia. La apariencia de un padre amable que sólo quiere “que no esté sola” es en realidad demoledora: está dispuesto a dejar que sufra, a ceder en lo que sea (incluso la operación de los dientes) siempre y cuando acceda a no ser ella misma. Ya no es perfecta como Dios la creó; ahora hay algo que arreglar. Por eso es tan importante que todas le paren los pies cuando dice que tiene derecho a sus creencias homófobas. Le están enseñando que el odio no es tolerable, ni para ella, ni para nadie.
Shelby es, en parte, villana en su propia historia. Provoca, en cierto modo, el suicidio de su amiga, utiliza como arma arrojadiza un abuso sexual, cae lo más bajo posible. Y, aunque esto no es justificable en ningún caso (en ninguno), lo hace a raíz del miedo más irracional de todos: cree que nadie va a quererla nunca, que será algo que “no tenga salvación” si la gente se entera de lo que ha pasado. Y ella misma es consciente de que lo que ha hecho mal no ha sido besar a Becca, sino lo que ha venido después, pero no puede procesarlo. No sabe sino verse como la fealdad con la que ella misma se describe al principio a causa de los dientes… Pero no es sólo eso lo que realmente la atormenta.
Es todo lo contrario al conflicto que presenta Toni, que siente que ella no vale nada y que no es importante porque nadie la quiere. En el caso de Toni da igual lo que haga, porque nadie la va a querer (salvo Martha). Lo destroza todo por adelantado porque está acostumbrada a no tener nada, y no tener nada es también no tener nada que perder. Lo que sí me gusta de esta trama es que Toni no sufre homofobia de gente cercana (aunque sí un ataque homófobo). Contrasta con la realidad de Shelby, que intenta explicar que aunque no parezca que está sola, en realidad, está más sola que Toni.
Aunque creo que esta historia tenía mucho potencial que hasta ahora no ha estado bien aprovechado, creo que ambos personajes están muy bien construidos. Lo que he visto de ellas hasta ahora me interesa lo suficiente como para querer averiguar qué pasará después. Incluso a nivel individual, aunque su historia de “amor” no me interese tanto, sí quiero saber cómo será la relación entre Shelby y su padre después de haber vivido la liberación en la isla. O si Toni será capaz de abrirse con Shelby después de todo lo que pasó, teniendo en cuenta lo que ha madurado allí. Y ese creo que es el mayor acierto de la trama croquetil de The Wilds: lo interesante, para mí, no es la relación en sí, sino los personajes y cómo pueden cambiarse entre sí.
Sea por las croquetas, por el feminismo, porque la sinopsis promete y la serie cumple su promesa… Para mí esta serie ha sido uno de los mejores descubrimientos del 2020. He disfrutado y sufrido con cada episodio, he querido protegerlas a todas (Linh incluida) y me he enfadado con el mundo una y otra vez. Me ha tenido en vilo.
Y lo más importante de todo, me ha hecho pensar. No se me ocurre qué otra cosa pedirle.
La imagen no corresponde a la serie, pero es que salía Emma Roberts.
Netflix, la plataforma reina en encargar proyectos chulos con mujeres LGBT y cancelarlos a las dos temporadas, acaba de anunciar otra nueva aventura emocionante, que promete engancharnos a los diez segundos y rompernos el corazón en *echa cuentas* 2024. El reclamo que TODO EL MUNDO utiliza es que la serie es ‘un Crepúsculo para lesbianas’, y es todo lo que necesitábamos, pero es que todavía hay más.
La historia, basada en un cuento de la autora V.E. Schwab, originalmente era parte de una antología de vampiros más amplia llamada Vampires Never Get Old, y está ambientada en una pequeña ciudad estadounidense. Se centra en una vampira adolescente llamada Juliette de quien se espera que demuestre su valía ante su familia y asegure su primera muerte pronto. ¿Y en quién se fija? En la nueva chica de la ciudad, Calliope, pero cuando comienza a seducirla con la intención de hundirle los dientes en el cuello, Juliette descubre que Calliope es… una cazadora de vampiros. PLOT TWIST. First Kill, que así se llama el proyecto para la plataforma, está producida por Emma Roberts, pero no se sabe con seguridad si ella también la protagonizará, cosa que nos encantaría, por cierto. La serie está todavía en pre producción, pero vamos, que este 2021 la veremos segurísimo. Vía: Them
Además de Love, actually, Qué bello es vivir y, por supuesto, Carol, la otra película navideña que no parece navideña favorita de todo el mundo (o mía, yo qué sé ya) es La jungla de Cristal. Para las que seáis tan insultantemente jóvenes como para que ni os suene, os diré que es uno de los clásicos de los ochenta, protagonizada por un Bruce Willis en su máximo apogeo que interpreta a John McClane, quien él solito se deshace de un grupo terrorista en un rascacielos de Los Angeles para recuperar el amor de su esposa. Tres secuelas después, el tema sigue interesando, y por supuesto hay quien se apunta al carro de un remake protagonizado por una policía mujer, quien, por supuesto, querría reconquistar a su mujer. ¿Y en quién ha pensado toda esta gente con buenas ideas? En Charlize Theron. ¿Y qué le parece a la sudafricana? Pues una fantasía.
Hace unos días, un fan explicó la idea en Twitter, una nueva película donde ‘Charlize Theron se enfurece para salvar a su esposa’. Así, un par de días después, Theron expresó su opinión sobre lo mismo y dijo: “¿Dónde firmo?”. Pronto, la actriz británica-canadiense Hannah Simone también se incorporó voluntariamente al presentar el papel de una ‘ama de casa india cansada’ para ella misma en la película.
Let me know if you need a tired Indian wife who doesn’t like to run fast even when danger is present and therefore would need all the saving.
A pesar de que la vacuna contra la COVID-19 es ya una realidad, sigue siendo necesaria la ayuda médica en lugares del mundo con bajos recursos, debido a la falta de medios materiales y profesionales que puedan abastecer la demanda de cuidados en esta emergencia sanitaria que estamos viviendo.
Con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a mejorar esta situación y con la intención de hacernos más llevadero el día a día, desde NehNah, estudio creativo del que es co-creadora la escritora Paz Quintero, se ha puesto en marcha una iniciativa solidaria en la que han participado célebres escritoras/es LGBT.
Y esa iniciativa se ha materializado en Tenemos la cura, un libro electrónico de relatos cortos que tiene como tema común la búsqueda de una cura para el virus, siguiendo las directrices la ficción especulativa.
En el e-book solidario podrás encontrar pequeñas pero potentes historias escritas por Mila Martínez, Prado G. Velázquez, Daniel Fernández, Martha Lovera, Mónica Martín o la propia Paz Quintero, entre otras/os.
¿Cómo puedes conseguirlo? Descargándolo en la modalidad “paga lo que quieras” en la web tenemoslacura.nehnah.com. Lo recaudado durante toda la campaña irá destinado íntegramente a Médicos Sin Fronteras.
Tenemos la cura estará disponible para su descarga hasta el 30 de enero de 2021. ¿A qué esperas para regalártelo y sumar tu granito de arena?
No paro de ver en redes sociales que todo-el-mundo ha completado su reto Goodreads este año, propiciado, por supuesto, por un confinamiento de tres meses que nos tuvo a todos en casa. Yo, que no debo tener tanta vida social como me creo, y además más trabajo del que me gustaría, he leído no menos de lo que necesitaba, sino una cantidad ridícula de ejemplares que me niego a contar por vergüenza croqueta. Pero como además de mirar al pasado con nostalgia me gusta observar el futuro con optimismo, allá va la lista de libros lésbicos (o con protagonistas lesbianas, o bisexuales, o que les gusten las mujeres como a mi, ejem, o como los queráis llamar) que quiero leer en este 2021 que nos está ya saludando.
La sombra, de Emma Mars
Que en esta casa nos gusta Emma Mars más que comer con las manos no es ningún secreto. Pero es que, además de ser amiga nuestra, ¡escribe muy bien! La señorita Mars ha lanzado de golpe no uno sino tres libros, y como uno ya me lo he merendado (Borrón y cuenta vieja, que me duró un par de horas), mi siguiente en la lista de lectura es La sombra. Ella misma me ha dicho que es ‘diferente a todo lo que ha escrito’, y es, en resumen, una distopía ambientada en una sociedad con diferentes niveles sociales. Yo compro totalmente. Puedes hacerte con él aquí.
La dama triste, de M.ª Concepción Regueiro Digón
Les editorial, lo mejor que nos ha pasado a las lesbianas y bisexuales aficionadas a la lectura en los últimos tiempos, sigue publicando títulos mimados y escogidos. La dama triste, que está en su línea de policíaca y suspense, cuenta la historia de Tere, funcionaria interina y aspirante a escritora y Alba, que trabaja en la copistería a la que acostumbra a ir. Y, claro, La dama triste, un misterio que lleva rondando décadas. Puedes hacerte con él en este enlace.
Dos tazas, de Isabel Franc
Cuando yo era una croqueta joven que devoraba todo lo que caía en mis manos (literariamente hablando, claro), recuerdo disfrutar mucho con Con pedigree, una de las primera novelas lésbicas que se publicaron en España. Me alegra mucho ver que Franc sigue escribiendo, y por supuesto que tengo unas ganas locas de leer lo nuevo de la inspectora García, que investigará una serie de robos a señoras ricas. Puedes comprarlo aquí.
Señoras ilustres (que se empotraron hace mucho), de Cristina Domenech
Bueno, esto es un valor seguro. No hay nada mejor que leer a quien sabe, y de historia Cristina Domenech sabe muchísimo. En esta nueva incursión en la divulgación croqueta, además, podemos disfrutar de las ilustraciones de Medusa Dollmaker. Un combo perfecto. Puedes hacerte con él aquí.
Herstoria I, de Varias autoras
Y siguiendo con la historia, de nuevo Les editorial, que convocó el I Premio Herstoria de relatos protagonizados por mujeres LBT+ y, voilà, aquí está el resultado. Si quieres huir de este siglo XXI pandémico, este es tu sitio. Puedes comprarlo en este enlace.
Nos encantaría que compraras todos estos libros en tu librería de confianza, pero si por lo que sea decides no hacerlo, los enlaces que figuran en cada título nos reportan un pequeño beneficio a nosotras, que utilizamos para el mantenimiento de la web.
Es la última reseña del año, queride, y te traigo un juguete galáctico. De esos que te llevan al infinito y más allá: se llama Kokoa Galaxy y ha sido diseñado para que veas las estrellas.
Lo primero que debes saber de este dildo es que es de BS Atelier, una marca española con taller en Valencia. Hacen todos sus productos a mano con técnicas tradicionales, así que cada pieza es única. Además, BS Atelier es inclusiva y apoya al colectivo desde siempre.
Este es mi cuarto dildo de BS Atelier y, aun así, cada vez me sorprendo por los acabados y el mimo de las piezas. Acostumbrada a usar juguetes fabricados en masa, los artículos de esta marca son otra cosa: placer consciente y respetuoso.
En el caso de Kokoa Galaxy nos encontramos un dildo con un ángulo más cerrado que otros similares, pensado para estimular la zona G gracias a esa punta arqueada. A ello le sumamos la forma, el cuerpo tiene dos pliegues que, a la hora de la inserción, son muy agradables por su textura.
Con respecto al tamaño, para mí es perfecto. Oben me parecía demasiado corto y estrecho en ocasiones (por eso lo recomiendo para sexo anal), mientras que Max puede ser demasiado grueso y requiere altos niveles de excitación y lubricación. Kokoa Galaxy se parece más a Alex, con un largo insertable de 14,5 cm. Recuerda que, para que la sensación sea más placentera, puedes usar lubricante de base agua.
Como todos los dildos de la marca, lleva una base que te permite colocarlo en tu arnés universal, aunque yo te recomiendo que pruebes el de BS Atelier, es el que más me gusta por su comodidad y sujeción.
Aparte de eso, para mí es muy importante la dureza de los dildos. Prefiero que sean algo flexibles y Kokoa Galaxy está equilibrado en este sentido (es un poco menos blando que Oben). Está fabricado en silicona médica 100 % biocompatible y el acabado es liso y suave al tacto.
¿Y qué me dices del color? Es de un color azul intenso y está repleto de destellos que brillan de un modo u otro en función de la luz. Es una pieza preciosa, digna de estar en una vitrina mientras no la estés utilizando. La colección Galaxy está formada por varios modelos, por lo que si prefieres un dildo con otra forma o tamaño también puedes conseguirlo en este color. O, también, Kokoa en otro color.
Tu dildo llegará en una bolsa de plástico transparente ecocompatible. El packaging es respetuoso con el medio ambiente y BS Atelier utiliza lo justo para no derrochar más de lo necesario.
Por último, hablemos del precio. Los dildos de BS Atelier tienen un precio algo más elevado que los productos fabricados de forma masiva, lo cual es lógico. Los materiales de calidad y el tiempo que dedican a cada dildo son lo que diferencia a sus productos del resto, por eso pienso que la inversión merece mucho la pena.
En definitiva: Kokoa Galaxy es todo lo que necesitas para acabar el año. Una pieza única fabricada a mano para darte placer, con ese acabado tan especial y precioso que te llevará al séptimo cielo.
¡Gokigenyou, croquetillas! Si echamos la vista atrás, el año pasado no esperábamos un 2020 así, el resultado ha sido muy sorprendente e inesperado. Pero no todo han sido cosas malas. Realmente a nivel de series, ha sido un año provechoso. Que esto quizás suene frívolo, pero hemos tenido joyas muy curiosas, dos de ellas ni me las esperaba.
Primero un pequeño repaso. Aunque en la primavera todo se vio afectado por el covid y hubo retrasos varios en algunas series [normal, la verdad], hemos tenido un buen año para el género. Normalmente se tiene 1 serie por temporada como máximo [me gustaría poder decir como mínimo, pero no], pero este otoño hemos tenido un buen aluvión. Y ojo, de calidad. En cierto modo creo que las cosas empiezan a cambiar, porque este invierno también viene cargadito de series prometedoras, ya os hablaré tras las vacaciones de Navidad.
Segundo, deseos de año nuevo. Sinceramente, la situación está muy jodida y tengo miedo de desear nada, por lo que pueda pasar, pero sí intentaría ser optimista en general, por no perder los ánimos. A nivel de animes y series, me conformo con un año la mitad de genial que este otoño. Que quizás os parezco una exagerada, pero ha sido muy buena temporada.
Realmente uno de los deseos que tenía pedidos ya se va a cumplir este enero, porque habrá más Non Non Biyori y ya con eso soy feliz. No habrá aún más Yama no Susume, pero es que todo no se puede. Además, habrá más series curiosas, la que me tiene intrigada por ver cómo sale es Ura Sekai Picnic [el picnic del otro lado], espero que no sea un chasco. Aunque, ¿puedo decir una cosa? Quizás sí sea un chasco, o no sé, pero creo que gasté el deseo de “que no sea un chasco” con Lily Bouquet y siento como que me van a venir varios chascos. O quizás no, total, ya voy a sufrir con la mierda de Crystal. Perdón, ¿puedo decir que es una mierda? Bueno, da igual, no es insulto, es descripción. Así que quizás la del picnic esté chula, ya iremos viendo.
No tengo muchos deseos para el año nuevo, solo que las cosas no vayan a peor. Que, aunque se tropiece, podamos volver a levantarnos. Que las dificultades que tengamos sean las menos posibles.
Pasad buenas fiestas, entrad con buen pie al año nuevo y que el 2021 se porte bien con todas.
Se nos acaba el año, pero por aquí no deja de haber sorpresas. Me hace especialmente feliz poder hablarte de los productos de hoy, porque es probable que el análisis que haré en la review sea más exhaustivo de lo habitual y enseguida entenderás el motivo: voy a contarte sobre dos perfumes con feromonas.
Lo confieso: cuando vi Mag’netik por primera vez estaba un poco confundida. Hay un perfume “for him” y otro “for her” y no sabía cuál ponerme como mujer sáfica, porque mi experiencia con los perfumes de feromonas es nula. Tenía un lío impresionante, así que hizo falta una llamada del equipo de Nuei para aclararme las ideas.
Una de las primeras cosas que me dijeron es que las feromonas no son magia. No es un hechizo que, de pronto, atrae a un montón de personas hacia ti como si fueras un imán. Yo también pensaba que este tipo de productos se usaban para salir por la noche y ligar, pero lo cierto es que puedes utilizar los perfumes de feromonas para ir a una cena con tu amante, pareja o incluso para disfrutar contigo misme. Tal vez tu intención ni siquiera sea atraer a nadie en particular, sino solamente disfrutar.
Dicho esto, entro a hablar en profundidad de Mag’netik, los perfumes con feromonas que acaba de lanzar Nuei. Encontrarás dos versiones: “for him” y “for her”. La primera es la de la caja negra y el aroma es más bien amaderado, la segunda es la de la caja blanca y tiene un toque floral. Ambas vienen presentadas en un envase de cristal de 50 ml. con pulverizador y tapón de plástico y son libres de parabenos, azúcares y gluten.
Además de esta base de aroma, ambos perfumes llevan Pherofeel, que es una combinación de ingredientes activos que tiene el objetivo de aumentar la sensación de atracción y deseo sexual por un lado y potenciar o emular feromonas por el otro. En función de la versión de perfume que elijas, Pherofeel actuará de un modo u otro.
Antes de la explicación tengamos en cuenta que feromonas tenemos todes, aunque los niveles puedan variar de un cuerpo a otro por diversos factores. Así que es bastante relativo y Mag’netik afectará de un modo particular a cada persona.
“For him”
En este caso, el perfume potenciará la producción de androstadienona, una feromona que se encuentra en el cuerpo de los hombres cis.
Si una mujer cis utiliza este perfume el Pherofeel lo más seguro es que no cause una gran diferencia, pues en su cuerpo los niveles de androstadienona son probablemente bajos y el incremento será mínimo. Aun así, es mi aroma favorito y como perfume está fenomenal.
Para una mujer trans dependería de si se encuentra en hormonación y cómo están sus niveles de androstradienona en ese momento, aunque todavía no se han hecho estudios en personas trans.
Por tanto, deberían utilizar este perfume todas esas personas que ya tienen unos niveles medios de androstadienona y estén interesadas en atraer a individuos que se sientan atraídos por los hombres.
“For her”
A diferencia de la versión anterior del perfume, este emula las copulinas, unas feromonas presentes en cantidades elevadas en el cuerpo de las mujeres cis. Es decir, que no es necesario que esas feromonas ya existan para incrementarlas, sino que se añaden a las que ya hay (independientemente de si hay muchas o pocas).
Es por eso que es una opción recomendable tanto para mujeres cis como para mujeres trans (en proceso de hormonación o no), porque sí habrá un aumento de feromonas: se suman a la cantidad de copulina habitual. Perfecto si quieres atraer a cualquier persona que se sienta atraída por mujeres.
Para las personas no binarias dependería de las feromonas que ya haya en el cuerpo.
¿Se ha entendido? Entender las diferencias entre uno y otro puede ser complejo, pero confío en que ahora sabrás cuál de las dos versiones de perfume te encaja mejor. Por supuesto que, si no te interesa eso de las feromonas, puedes utilizar Mag’netik como un perfume normal. Son dos aromas muy agradables y con una alta persistencia. Me he puesto un poco en cada muñeca hace tres horas y aquí sigo, estimulando las fosas nasales cada pocos minutos.
También puedes usar Mag’netik para esos momentos de autocuidado o rociar con él las sábanas. Lo probé anoche y, además de que me encanta el olor al entrar en la cama, me ha dado la sensación de que creaba otro ambiente. No sé si será cosa mía o los efectos del Pherofeel, pero ¿qué más da? Lo interesante es que gracias al perfume y al aroma, feromonas presentes o no, la experiencia adquirió un cariz diferente.
En resumen: Mag’netik es un producto recién salido del horno que pretende dar un toque diferente a tus momentos sensuales, en compañía o en solitario. La combinación de ingredientes activos se funde con tus propias feromonas para incrementarlas o potenciarlas, de manera que intensifica el deseo y la atracción física.
Puedes conseguir Mag’netik en tu tienda erótica de confianza 😉.