Me estoy riendo sola con el titular, porque no es nada propio de esta casa, pero hay cosas que es que no sé cómo titular. Vengo a contaros la historia de Ellie y Lucie, croquetas y residentes en Lafayette (las galerías no, la ciudad de Indiana). Las dos estaban celebrando un San Valentín muy agradable en un restaurante japonés cuando el chef se acercó a la mesa a preguntarles a todos por sus parejas.
Cuando ellas dos, cogidas de la mano, contestaron que estaban juntas, el chef, con mucho tacto y con una sensibilidad extrema (porque se puede ser un cazurro pero callártelo es mucho más elegante), les dijo:
Bueno, será legal, pero es una pena no tener un hombre
¿Qué os parece? Para terminar de arreglar las cosas, les sugirió que, hey, él podría ser ese hombre, y que podría ir con ellas a casa para calentar las cosas.
Muy bien, oye, ¡muy bien!
El caso es que las chicas, cuando llegó la cuenta, le dejaron una nota en el apartado que pone ‘tip’, que puede traducirse como propina o como consejo. Como propina no le iban a dejar, el consejo que le escribieron fue “No les digas a las lesbianas que necesitan un hombre el día de San Valentín”.
Gracias a que esta nota se ha hecho viral, el restaurante se ha disculpado y les ha devuelto el dinero. Mi pregunta es, ¿hace falta hacer públicas estas cosas para poder cenar tranquilas? Es indignante la homofobia rampante que existe everywhere, esa que sólo parece corregirse con vergüenza pública. Ojalá sea la última vez que tengamos que contar algo así.
Vía: Pink News