Ellen DeGeneres recibió ayer la Presidential Medal of Freedom, el máximo honor que un civil puede recibir en ese país, y que se da a quien ha hecho contribuciones especialmente meritorias en cuestión de seguridad o de intereses nacionales de los USA, a la paz mundial, o esfuerzos culturales o significantes de alguna manera. Hubo unos momento de gran tensión cuando se dejó su identificación en casa y no sabía si la iban a dejar entrar en la Casa Blanca, pero finalmente pudo entrar.
Es la segunda mujer LGBT que recibe este honor, después de la tenista Billie Jean King lo recogiera en 2009. La viuda de la astronauta Sally Ride, Tam O’Shaughnessy, aceptó el premio de manera póstuma en 2013, tras el fallecimiento de esta el año anterior
.@POTUS Barack Obama just awarded me the #MedalofFreedom. I hope it serves as an ID. I have no idea how I'm getting home. pic.twitter.com/JSMf0sJqyF
— Ellen DeGeneres (@TheEllenShow) November 22, 2016
El presidente Barack Obama le entregó esta condecoración a la presentadora, actriz y humorista, quien no pudo contener la emoción, como es normal cuando están diciendo tantísimos piropos a tu carrera y tu coraje, y cuando te están dando una distinción tan importante. Se hizo especial hincapié en que “en momentos cruciales, su coraje y candor ayudaron a cambiar los corazones y las mentes de millones de estadounidenses, acelerando el progreso de nuestra nación para la igualdad y la aceptación de todos”
Ellen DeGeneres nos ha enseñado que una sola persona puede hacer el mundo más divertido, más abierto y un lugar con más amor mientras sigamos nadando
Obama no quiso tampoco olvidar el coraje que tuvo que tener Ellen para salir del armario de la más pública de las maneras hace casi 20 años, y el riesgo que supuso para ella y su carrera. Homenajear de este modo a Ellen supone un espaldarazo para todos aquellos que nos hemos visto en la misma situación que ella, y un apoyo a aquellos que están por venir. DeGeneres es todo un ejemplo a seguir en múltiples facetas de su vida, y desde luego ojalá todos tuviéramos su valentía y su grandeza de corazón.