Engranajes

Publicado

croqueta librePodéis enviar los textos (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección de correo que figura en el banner, con el asunto “La croqueta libre”. Los textos se leerán para escoger, pero no se editarán. Es decir, que si tu texto se ajusta a la temática de la web, lo publicaremos, pero sin corregir las posibles faltas. Los textos deben ir firmados con nombre o seudónimo. ¡Ah! ¡Y un título! 

Annyed era tan única como su nombre, sus mejillas se suavizaban al sonreír, cuando con emoción leía. Le encantaba la idea de conocer nuevos mundos a través de la mente de los Otros, preguntaba, analizaba, pero por sobre todas las cosas le encantaba expresarse. Lo hacía muy bien por medio de la música, escuchaba los géneros más variados, tan variados como sus distintos humores, todo en ella era cambiante. Así como las estaciones del año, en las que no logras encontrar rastros de la anterior, se reinventaba con el pasar de los meses. Hablaba, podía por horas discutir sus ideas “perdón, de verdad no quisiera aburrirte” me decía cuando fijamente me quedaba observándola, ¿sabría ella que de sus labios dimanaban estrellas? ¿que el universo que era su mente salía como un embudo a través de sus pequeñas palabras?, ¿que ver ese universo era como ver directamente el cielo de noche? “Victoria, ¿me estás escuchando?” solía repetirme, mientras me tomaba mi café y continuaba observándola. Y así se me iba toda la tarde en esos ojos color marrón.

Annyed era hedonista, soñadora, deseaba comerse el mundo y no tenía la menor idea de cómo hacerlo. Se escondía entre amores furtivos que no tenían finales ni tristes ni felices, estaba agotada de estos amores vacíos que ni siquiera empezaban. Vivía sin pensar, no encontraba rutina y disfrutaba cada día con una sonrisa, jamás se preocupó por el mañana, no sabía que estudiar ni qué haría en los próximos años. Por eso quería irse del país, había comprado un boleto que usaría en un par de meses, buscaba perderse entre arquitecturas diferentes, entre calles estrechas con historias extensas, que le dieran motivo, quería apasionarse por algo. Por otro lado, yo era racional, extremista en mis posiciones, estoica, hacía listas con frecuencia para tomar decisiones…en fin, éramos dos almas antagónicas.

Al vernos nadie entendía como funcionábamos, teníamos tan poco en común como el psicoanálisis y la psicología conductual, el empirismo y el racionalismo, los electrones y protones…. Y nosotras, lo sabíamos mejor que nadie, no, no teníamos nada en común y aun así un día nos juntó las ganas de estar juntas, y eso bastó para sostenernos, porque a veces el amor es semejante a la gravedad. Nos encontrábamos a medio camino, entre el sexo y el amor, en ocasiones era maravilloso, sin embargo; en otras, no conciliábamos ningún ideario. A pesar de que nosotras no coincidíamos, nuestros pasajes de avión si lo hicieron, y de un momento a otro nos encontrábamos escapándonos juntas….al mismo país, misma ciudad. Fue una apuesta al amor.

Peleábamos todos los días, por su impuntualidad, por mi rigidez, nos destacábamos los defectos y nos resaltábamos las diferencias, los celos, el crecer juntas, el ser independiente pero con la otra. Los motivos eran directamente proporcionales a las ganas que teníamos. “Victoria y si somos incompatibles?” solía preguntarme mientras clavaba sus pupilas en mi. Yo, que siempre tenía respuestas para todo, y con ella me sentía como el Oráculo délfico de Atenas, pero nunca logré encontrar una contestación con la que quedara satisfecha. A veces, no necesitábamos respuestas, a veces, en el silencio de una persona se encuentra lo importante.

Y de un mes a otro, se fue intensificando todo, dicen que con el amor pasa así; tus murallas reforzadas como los años, van dejándola pasar, los fantasmas, los escepticismos, la ansiedad con el amor, las preguntas, todo se aglomera en aquellas palabras que te mantienen vivo. Nos cuidábamos de volvernos locas, pero solo así se podía amar con locura. Entre tantos caminos nos fuimos encontrando, amar eran solo cuatro letras, aquel verbo tan insobornable e inaccesible…y fuimos ordenándolas para que tuvieran sentido; para que no dieran tanto miedo. Filtrándonos, conectándonos, de un momento a otro nos encontrábamos pronunciándolas mientras hacíamos el amor “te amo”, la pronunciamos con los ojos, con la boca, con las manos, con la piel. Las pronunciamos sin decirlas, entre huracanes. Y por mas cursi que suene, a común denominador, en los besos encontrábamos la eternidad.

No, claro que no coincidíamos, nuestras mentes iban en direcciones opuestas, pero es que nunca quisimos que fuera de otra manera, nuestras manos parecían haber sido como piezas exactas de un rompecabezas, concomitantes, se acoplaban por sí solas con los dedos entrelazados y mirando a la misma dirección… y en esos momentos, éramos infinitas.

.-Victoria

Últimos artículos

Lopy, Molly y Whaly, elige tu rabbit favorito de Diversual

El sexo, como la sociedad, siempre ha estado contaminado por la versión heteropatriarcal. Así...

Ronda rápida de las series con personajes LGBT femeninos actuales (VI)

Actuales... o actuales para mi, que desde que tengo una vida semi estructurada de...

Soraya Beads, el vibrador anal que revolucionará tu placer

Hace unos años, cuando leía fanfiction clexa en Wattpad, me topé con una historia...

Oh! Holy Mary: 3 productos con cannabis para disfrutar en la cama

Imagínatelo: la representante de una marca de cosmética erótica y yo tomando algo en...

Desbloquea el triple de placer con Enigma Wave

Hace unos años lo más parecido a un juguete que ofreciera doble estimulación eran...

Consigue orgasmos más profundos e intensos con Laya III

Me acuerdo de la primera vez que utilicé un vibrador. Estaba diseñado para estimular...

Contenido croqueta de terror que tienes que ver: ‘You’re not supposed to be here’

Sabemos que sois muchas las que buscáis ver películas o series que den miedo...

Anne Hathaway se obsesiona con Thomasin McKenzie en ‘Eileen’

El tráiler del próximo drama/thriller que te va a obsesionar como te obsesionó Carol...

Pues sí, Sophia Bush y Ashlyn Harris están saliendo

¿Sabes esos momentos en los que internet parece un fanfic de 2009? Pues este...

Campaña de EL·LE(s) 2, dale al costumbrismo LGBTIQ+

Tras el éxito de su primer crowdfunding, EL·LE(s), la revista de historietas pro LGBTIQ+...

Sex au naturel: pon tu bienestar íntimo en el centro

Hace unas semanas hablaba con mi madre y me confesó que mi abuela sufrió...

‘Roaming’, vidas en tránsito

El final de la adolescencia, esa entrada en el mundo de los adultos, esa...

‘Elisa y Marcela’, amor y transgresión

Elisa y Marcela es un cómic que recrea un hecho histórico, la «boda sin...

Cinco series lésbicas en Netflix que a lo mejor no conoces

No voy a ser yo quien añore cuando había solamente un canal en la...

Natalia Dyer(‘Stranger things’) y Rachel Keller (‘Legion’), juntas y revueltas en una nueva película

Hace un tiempo que este proyecto está dando vueltas por las oficinas, estudios y...

Más como este

La croqueta libre: ‘No necesito besar a 1000 porque a la 1001 seguiré queriendo besarte a ti’

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...

La croqueta libre: “A destiempo”

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...

La croqueta libre: “Senderos boscosos”

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...

La croqueta libre: “Accidentada salida del armario”

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...

La croqueta libre: “Lo entendí, por eso no le puse nombre”

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...

La croqueta libre: “Poder y tener”

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...