Hoy vengo a reflexionar sobre esa frase que me ronda la cabeza desde hace unos días: “OITNB ya no es lo que era”. Leí unos tuits que me hicieron replantearme esto. Hablaban de que OITNB no levantaba el hype que había conseguido antaño. Y yo misma me di cuenta de que es cierto, ¿cuándo dejé de babear por el ship Vauseman?
Retrotraigámonos (sí, creo que está bien escrito) al mes de mayo del año 2013. Se estrenaba en Australia una serie carcelaria, la primera, la anticipada a su tiempo, Wentworth. Esta serie no nos llegaría a nosotras hasta unos años después.
Netflix estrena su variante americana en el mes de julio del mismo año. Netflix es internacional, se está haciendo un hueco en el mercado español de series y OITNB le lleva a la cima, a lo más alto. La gente se ve la serie casi en el día, las redes sociales arden con el ship Vauseman y con esa escena de la ducha y el mundo lésbico se revoluciona. Es una serie con mucha representación femenina, las protagonistas son mujeres, y además tiene un plus: representación lésbica.
El mundo bolleril se agarra a esa serie como si de un clavo ardiendo se tratara. Necesitábamos más series así y, por fin, ha llegado. Se convierte en LA serie que toda bollera o personas con dudas (recordemos Heteropero de Bittah) tiene que ver.
OITNB en los dos años siguientes sigue explotando su ship principal Vauseman y a la todopoderosa Alex Vause. En el año 2015, antes de que Ruby Rose haga su aparición estelar haciéndonos babear una vez más con la serie, llegan de nuestra tierra patria unas presas de uniforme amarillo.
Esto no impide que el bollodrama Ruby-Chapman-Vause nos atraiga como unos mosquitos a la luz. Porque, siendo sinceras, ¿qué es de nosotras sin un poco de drama? La serie con esta temporada vive su punto más álgido, tanto es así que Netflix, al año siguiente, año 2016, con la cuarta temporada a punto de caramelo, decora toda Chueca con csas de OITNB por el Orgullo LGTB.
Mientras tanto, en el 2016, la marea amarilla, la querida y odiada Vis a vis, sigue ganando fuerza. Es nuestra, con referentes propios, con Maca, con Rizos, con Saray, etc. Y no hay que esperar un año, estrenan un capítulo a la semana. Nos consigue tener enganchadas semana tras semana mientras que no recordamos muy bien cómo acabó la temporada 3 de OITNB cuando nos dicen que la cuarta se ha estrenado. Y es que nosotras estamos preocupadísimas en esos momentos por saber si Maca conseguirá fugarse.
El verano de ese año, OITNB empieza a desplomarse en la cuarta temporada. No me entendáis mal. Pero nos regala el más horrible de todos los finales. Parecía que teníamos un nuevo ship, algo por lo que vivir y luchar, Poussey y Soso. Pero no, Netflix, todo mal. Se necesita drama para engancharse a una serie, sí, (SPOILER) pero no una maldita muerte.
Año 2017. Vis a vis se afianza. Anuncian su cancelación y España y parte del extranjero se vuelca por traerla de vuelta. Necesitamos a la marea amarilla. Mientras tanto, ah sí, OITNB estrena otra temporada. Seguimos sin recordar cómo acabó la anterior. No nos hacen comernos la cabeza antes de dormir con si Alex Vause morirá o no. El ship Vauseman goza de mucha tranquilidad, casi no hay bollodramas. No hacen que estemos esperando la fecha de estreno como alma que lleva el diablo.
Llega el año 2018 y anuncian que Wentworth, aquella que fue pionera, se va a estrenar en España. Fox estrena la tercera temporada de Vis a vis que nos dejó en un sinvivir hace algunos meses. Y, en unos días, OITNB estrena su sexta temporada. Y no, no recuerdo cómo acabó la quinta: algo de un anillo y un búnker, creo. Tendré que leerme un resumen antes de verme la siguiente.
No me entendáis mal, otra vez. Me gusta OITNB. Nos ha regalado muchos de los ships que quedarán para siempre en la memoria lésbica (Chapman y Vause, Poussey y Soso), pero como dijo aquel:” Renovarse o morir”. Fue pionera…hace 5 años. Hoy en día hay más series carcelarias y tienes que saber diferenciarse del resto.