¡Hola, croquetillas! Hoy vuelvo a daros la turra con un artículo de opinión. Ya sabéis que de vez en cuando os cuento experiencias personales a modo de opiniones, aparte de escribir sobre anime los sábados.
Hoy quería compartir unas cuantas anécdotas para ilustrar eso de la visibilidad lésbica. Yo al comienzo tampoco lo entendía bien. ¿Vernos de qué forma? ¿A qué se refiere ese término? Pues es más fácil de lo que parece. Es que se nos vea tal y como somos, porque a veces somos unas desconocidas. Aparte de que el porno ha hecho mucho mal al respecto. De esto último también tengo anécdota, por desgracia, aunque no fue muy fuerte.
Este artículo va motivado por una conversación con una amiga. Cuando salí del armario con ella al poco de conocernos, me dijo que yo no parecía lesbiana. Sé que no lo dijo con maldad, es un encanto de mujer. Pero le respondí para que se fijara en la tontería que acababa de soltar. Le dije “¿Y cómo es una lesbiana para que yo no parezca una?”. Por supuesto, se quedó pensando sin saber qué decir. Me pidió disculpas y añadí que no era eso, sino que una lesbiana no deja de ser una mujer. Como digo, esta persona tenía 0 de maldad, lo digo muy en serio, porque se le notaba.
Pero claro, no todo el mundo es igual, y por eso se necesita la visibilidad. Que se nos vea, porque para algunos somos un bicho mitológico y cada uno nos inventa a su manera. Esto puede sonar duro, pero es lo que hay, me temo.
Anécdota vieja, menos amable que viene a reflejar esto que digo. Hace ya años, en la universidad, lo típico, un descanso entre clases, una compañera dice que va al baño. Con naturalidad le digo que me espere que le acompaño, que yo también iba. Responde “no, que a saber lo que me haces”. Me jodió y escoció mucho. Por mucha broma que sea, es muy incorrecto. No me quedo callada, le contesto “tranquila, no eres mi tipo, me gustan femeninas”. Se enfada. Se enfada mucho. Porque la he llamado fea, según ella. Parece ser que es peor que te llamen fea a acosadora. Luego hicimos las paces y ella no volvió a decir más tonterías, pero esa primera puya me la llevé. Problema de la visibilidad, las heteros nos ven como acosadoras en potencias.
Otra anécdota, esta es otra poco amable derivada de los problemas del porno. Como ya he dicho más veces, juego online. Suelo coincidir con gente varia. Uno de estos es majo, pero a veces te dan ganas de tirarle por una ventana. Con cariño, pero le tiras. Yo nunca pregono que soy lesbiana, pero si sale el tema de parejas y tal, lo comento. Lo normal, vaya. Normalmente charlamos en grupo por chat de voz, pero un día me susurra en privado dentro del juego. Que me lo preguntaba así por si alguno del chat contestaba algo raro, pero que tenía curiosidad. “¿Qué tipo de lesbiana eres?”. Yo, tras morderme la lengua y contar hasta 10 por no soltar una barbaridad, respondo “soft-butch”. “¿Cómo?”. Le dejé un poco loco, pero vuelvo a contestarle: “¿No me has preguntado qué tipo de lesbiana soy? Pues te respondo, soft-butch. ¿Qué respuesta esperabas?”. Sinceramente, no sé qué coño quería que le contestara, pero tuve que añadir que poco femenina.
La anécdota final me dio cierta rabia, aunque no fue de las malas. Tengo una tía que va de moderna. Si algo está de moda, ella se apunta. Sea lo que sea. ¿Qué hay que apoyar al colectivo LGTBI porque es tendencia moderna? Pues lo apoyamos. Aunque luego caigamos en todos los topicazos posibles. No sé cómo salió el tema un día, pero era invierno, hacía fresquito y comentó algo sobre los sacos térmicos que te calientas en el microondas y se agradecen tanto. Yo dije que usaba un peluche saco térmico que me regaló una amiga. No dije el nombre de la amiga porque total, mi tía no la conoce, preferí optar por lo genérico. El problema es que mi tía respondió “ah, sí, amiga” *guiño, guiño*. Yo pensando “sí, gilipollas, las lesbianas también tenemos amigas, no nos liamos todas con todas, por favor, no seas tan simple, hostia”. Que quizás me cabreé de más, pero me dio rabia la reacción. ¿Por qué no podía pensar que era amiga sin más? ¿Por qué deducir de forma acelerada? No sé, pero no me hizo gracia.
No sé si he logrado mi propósito de ilustrar por qué necesitamos visibilidad. Seguro que todas tenéis anécdotas que reflejan situaciones similares o de malentendidos varios que reflejan que no se nos ve, o no se nos sabe ver. Que hay mucha gente que sí intenta vernos, pero otros ni se molestan.
Nos vemos el sábado en nuestra cita friki semanal.
¡Gokigenyou!
Nanaho.