Algo falla en Japón cuando te dicen que Akuma no Riddle es yuri y ni se tocan en toda la serie y Cross Ange: Tenshi to Ryū no Rinbu simplemente sale catalogada como anime de mechas cuando en el segundo episodio tenemos escenas como estas:
Cross Ange empezó como manga en la ComicWalker hará un par de meses, sin duda para apoyar la salida de este anime de 25 episodios que se ha estrenado esta temporada de otoño. La historia nos presenta a la princesa del Imperio Misurugi una utopía mantenida por el poder del Mana. Pronto se descubre la verdad: La princesa Angelise es una Norma, nacida sin dicho poder y considerada como algo herético y sucio. Al más puro estilo años 40 es deportada a una remota isla donde las Norma se entrenan para defender el mundo de los DRAGON, dragones gigantescos de otra dimensión.
Con la casualidad que da la intención, sólo las mujeres pueden nacer Norma. Excusa perfecta para que la isla de Arzenal se convierta en una Lesbos militarizada sólo habitada por mujeres vestidas con trajes de piloto que dejan poco a la imaginación. Y como han sido maltratadas por la sociedad nos da una excusa aún más perfecta para que las figuras de poder sean depredadoras sexuales que disfrutan maltratando y humillando a otras mujeres.
¿A que apetece verla? (Es una pregunta retórica) Desde que llega a Arzenal, nuestra protagonista es rajada, enculada y acosada sexualmente por la comandante y la capitana de escuadrón. Para cuando aparece una novata enamoradísima de Angelise, ya no confiamos en nadie ni en nada.
A pesar de esta pesadilla pensada para las impresionables mentes masculinas, hay un atisbo de esperanza para que este anime se convierta en un yuri de verdad y no en un hatajo de psicópatas sexuales que se hacen llamar lesbianas. El reparto de mujeres piloto es bastante equitativo en cuanto a tropes y todas ellas hasta parecen normales. Apartando las que evolucionarán de manera clara a villanas, es bastante probable que encontremos relaciones de lo más interesantes en Cross Ange.
Por aquí ya le hemos echado el ojo a Ange y a Salia, no en vano las dobladoras son las encargadas del opening (Nana Mizuki cantando Kindan Resistance) y el ending (Eri Kitamura en Rinrei). ¡Todo esto no puede ser casualidad!
Sin embargo, sólo podemos recomendar este yuri para aquellas con estómago. Si las escenas sexuales no consentidas te dejan mal, esto no es nada con la sangre y vísceras que los dragones dejan a su paso. Siguiendo el estilo hiper gráfico de Shingeki no Kyôjin, los de Sunrise no se han cortado un pelo en llevar la violencia un paso más en cada episodio.
Si las advertencias no han hecho mella en vuestro ímpetu yurista, estáis de enhorabuena: la serie está disponible en streaming en Crunchyroll y Sentai Filmworks ya ha dicho que licenciará el anime íntegro en Estados Unidos.