Estas Navidades, además de calcetines y carbón, nos han traído la noticia de que la actriz canadiense Ellen Page, musa croqueta antes y después de su salida del armario a bombo y platillo durante una conferencia de la Human Rights Campaign en 2014, había contraído matrimonio con su novia, la bailarina y coreógrafa Emma Portner. Page lo anunció en su cuenta de Instagram mediante un sencillo texto: “no puedo creer que vaya a llamar a esta extraordinaria mujer “mi esposa””, texto que copió Emma.
Pero, además, las dos acompañaron el anuncio de unas fantásticas fotos de boda en las que, si algo se puede destacar, es la sencillez. Nada de fastuosos vestidos y posturas artificiales. Solo ellas dos en la naturaleza (que suponemos que les gusta, claro, si no no se habrían hecho las fotos allí, digo yo).
Tratamos de cogernos las manos en público. Y trato de que me acompañe a las premieres de las películas. Si fuéramos una pareja hetero, no creo que nos presionaran tanto. Pero es una oportunidad para que lo no-hetero se muestre abiertamente
Esto decía Page en una entrevista en octubre del año pasado, y la verdad es que es fiel a su palabra. Todas las instantáneas que tenemos de las dos chicas son un canto a la ternura y al cariño. En septiembre, ambas acudieron al estreno de Flatliners, el último título protagonizado por la canadiense, y pudimos verlas juntas y felices.
Pero si hay un lugar en el que las fans podemos solazarnos con el amor de estas dos es en sus respectivas cuentas de Instagram. Gracias siglo XXI por darnos esta ventana a las vidas de los famosos. Tanto Ellen como Emma han compartido varias instantáneas juntas, en momentos cotidianos, y ay, no nos pueden gustar más.
Les deseamos, como no puede ser de otra manera, un futuro juntas lleno de felicidad y amor. Y, por supuesto, que nosotras lo veamos.