Las chicas del cable, la primera serie española de Netflix, se estrenaba a finales de abril de este año con un reparto de lujo: Blanca Suárez, Nadia de Santiago, Maggie Civantos, Ana Fernández y Ana Polvorosa nos llevaban a los años 20, a la primera compañía telefónica en España, un bastión para la incorporación laboral de la mujer.
Y seguramente sea algo bastante insólito dentro de la plataforma de vídeo, pero Las chicas del cable volverán este año, el mismo de su estreno, con una segunda temporada -y con una confirmación de tercera para 2018-. La fecha, el 25 de diciembre; el inquietante tráiler, aquí, y los espoilers, después del vídeo:
La segunda temporada arranca a las puertas de 1929, con nuevas aventuras para las telefonistas. Lo inquietante del tráiler llega con la breve aparición de Sara, la sufragista y jefa de las telefonistas que interpreta Ana Polvorosa, y que en la primera tanda de episodios mantenía una relación con la rebelde Carlota (Ana Fernández), a la que se acabaría uniendo Miguel (Borja Luna), el novio de esta.
En el último episodio de Las chicas del cable, se daba a entender en una toma relámpago que la sufragista, en vez de lesbiana o bisexual, podría ser transexual. Un giro de guión que parece confirmarse con el tráiler, cuando Sara le dice a su compañera: “Carlota, solo quiero entender qué me pasa”, para acto seguido darse un abrazo. ¿Irá a Sara a algún tipo de institución psiquiátrica para “entender qué le pasa”? Esperemos que no, pero lo descubriremos el día de navidad.
Ayer el mundo vivió un acontecimiento que tardaremos en olvidar, por lo inédito del mismo, y por la importancia que tiene dentro del contexto de la devolución de dignidad a las personas LGBT2. El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeu, pidió disculpas de manera formal por las políticas que los anteriores gobiernos del país habían seguido con respecto a este colectivo, con medidas claramente discriminatorias que se habían alentado desde la propia institución pública.
La disculpa se dirigió expresamente a los cientos de canadienses LGBT + que fueron dados de baja del ejército o despedidos de la administración pública. Canadá puso en marcha un programa para erradicar a las personas LGBT que se llevó a cabo hasta finales de los años 60, porque se creía que que representaban una amenaza para la seguridad nacional. Las autoridades usaron una creación llamada Fruit Machine para, en teoría, identificar a personas homosexuales. El dispositivo, desarrollado por una universidad en Ottawa, mostraba a los servidores públicos y al personal militar imágenes sexualmente explícitas y medía sus reacciones.
Las disculpas por las cosas pasadas son importantes para asegurarnos de que realmente entendemos, y conocemos, y compartimos, y no repitamos esos errores. Todavía hay tanta discriminación que reconocerla marcará una gran diferencia, y también ayudará a un grupo de personas que, con suerte, no tendrían que atravesar en sus futuras carreras el tipo de discriminación que ocurrió en las últimas décadas. Por los errores del pasado y el tratamiento injusto de los canadienses LGBTQ2, nos disculpamos y prometemos seguir trabajando para luchar contra la desigualdad.
LIVE NOW – Official apology in the House for the state-sponsored, systemic oppression, and rejection of LGBTQ2 people: https://t.co/55bmrnw6vZ
El 2 de la denominación se refiere a los Dos espíritus, un término adoptado recientemente por los estadounidenses nativos contemporáneos LGBT para describirse a sí mismos, una comunidad que es parte de Canadá.
En el pasado, Trudeau también se disculpó por el trato de Canadá a las comunidades indígenas, y por el suceso “Komagata Maru” de 1914, cuando Canadá le negó la entrada a cientos de sijs, musulmanes e hindús pasajeros del barco del mismo nombre, forzándolos a regresar a la India.
Cada poco tiempo Netflix nos trae series nuevas que no esperábamos que fuese de nuestro interés por la temática pero acaban sorprendiendo gratamente. Es el caso de esta mini serie de 7 capítulos creada por Scott Frank, estrenada hace una semana en la plataforma.
La serie se ambienta en un pueblo llamado La Belle donde hace dos años, en un fortuito accidente minero, murieron prácticamente todos los hombres y convirtió el pueblo en una cantina de viudas. A nuestros ojos suena muy pero que muy interesante. Estas mujeres han aprendido a salir adelante sin sus maridos, y no les tiembla la mano ante nadie. Sin duda representan una sociedad femenina que es muy interesante de ver.
Como siempre hay que destacar a unos cuantos personajes que merecen un toque de atención particular. La protagonista, Alice Fletcher (interpretada por la gloriosa Michelle Dockery de Downton Abbey y Good Behavior) es también una viuda, pero por circunstancias diferentes, y vive en un rancho a las afueras con su hijo y suegra india. Alice lleva muchos más años luchando contra las adversidades sin dejarse intimidar por el que dirán.
Volviendo al pueblo más famoso del Oeste, aquí hay muchos personajes que merecen un post para ellos solos. Empezaremos por la hermana del sheriff, Mary Agnes (la actriz Merrit Wever, que ya interpretó a un personaje croqueta en The Walking Dead), que en ausencia de él (no está muerto pero está más ausente que presente en el pueblo) ha cogido su rol, y se pasea por el pueblo vestida como un hombre, haciéndose respetar, ante aquel que venga a intentar aprovecharse de este grupo de desoladas mujeres. Es la protectora de todas y cada una, y se ha ganado el respeto de toda la población.
Otra figura importante en cualquier pueblo alejado de la mano de Dios es la de la maestra, Callie Dune (una desconocida en la pantalla hasta ahora Tess Frazer). La dulce Callie no siempre fue profesora, y es que, antes del accidente era prostituta, pero al quedarse sin clientela cambió de oficio.
Y mención especial a Martha Bischoff (actriz tanto americana como alemana conocida por Boardwalk Empire) que interpreta a una alemana que fue a parar al pueblo y es de espíritu libre, tanto que tiene por costumbre pasearse desnuda por el pueblo sin ninguna vergüenza. Es un personaje de armas tomar que no dejará indiferente a nadie.
Todas las anteriormente mencionadas son grandes ejemplos de mujeres muy bien interpretados y que merecen su propia historia. Me dejo muchos otros personajes de la serie, pero por ello os recomiendo verla.
Y no, no me he olvidado, por supuesto que tenemos croquetas: de la forma más natural y dulce del mundo veremos la estrecha relación que mantienen Mary Agnes y Callie y creedme, os enamoraréis de ellas. Yo ya las he bautizado como la pareja del 2017, rompen con todo tabú y prejuicio, y si no juzgad por vosotras mismas.
Si no sabéis que hacer estas vacaciones, darle una oportunidad a Godless y después mirareis al género western con otros ojos. Eso sí, recomiendo encarecidamente que NO veáis el tráiler, son todo spoilers, le vi después de acabar la serie y di gracias que no lo vi antes, porque estropea todo el final (bajo mi punto de vista).
Y cuando acabéis la serie o si necesitáis un incentivo, os dejo mi último video con SPOILERS de la parejita 😉
Alguna vez ya dije que Supergirl es, si no mi serie favorita de las que están en emisión, sí una de las que entran en mi top 3. No es la mejor, ni de lejos, vamos, pero tiene algo que las demás no y que, además, consigue hacer muy bien: representación femenina. Hay mucha, diversa y es buena.
Pero es no quita que no tenga fallos y que también metan la pata. A veces de manera más estrepitosa que otra. Una de esas veces ha sido hace no mucho, y seguro que sabréis a qué me estoy refiriendo porque apuesto a que más de una está todavía con el paquete de pañuelos al lado. Sí, me refiero a Sanvers y su (churro de) despedida.
No estoy en contra de su ruptura. Oye, cosas que pasa. No todas las parejas están destinadas a durar por siempre jamás. Además, Floriana Lima tenía contrato por los capítulos que tenía contrato y eso hay que respetarlo si no se quiere acabar en los tribunales. Todo correcto hasta aquí. Pero, ¿era necesario darnos cosas bonitas, arcoiris, unicornios y sonrisas tontas para luego quitárnoslos así de golpe y de forma premeditada?¿Había necesidad de terminar la segunda temporada con Alex declarándose si se sabía que Sanvers iba a durar dos telediarios? Es quitarnos el caramelo de la boca, algo a lo que estamos demasiado acostumbradas, por desgracia. Además, ¿de verdad nunca antes habían sacado el tema de los churumbeles? ¿En serio? Que no estamos hablando de, no sé, si una es de tortilla sin cebolla y la otra con.
Sabiendo que Sanvers tenía la fecha de caducidad, que la representación lésbica ha estado la mayoría de las veces escrita con el pie, y que los fans del colectivo estamos bastante maltratados en la ficción, le podían haber puesto un poco más de empeño en el punto y final que le daban a esta relación. Y más viniendo de una serie que siempre se ha enorgullecido, de manera totalmente legítima y justificada, todo hay que decirlo, de la buena representación LGBT que tiene y de lo mucho que significa para el colectivo. No hay más que echar la vista atrás un año (concretamente aquí y aquí) para recordar el impacto tan positivo que tuvo la salida del armario de Alex Danvers en la gente.
Se nota mucho que detrás de Supergirl está la mano de personas que se identifican como LGBT. Nos ha dado una de las mejores salidas del armario de la televisión y una de las parejas lésbicas tratadas con más cuidado de la televisión. Sin embargo, en su despedida no se ha notado ese mimo y cariño con el que trataron a Alex y Maggie hasta el momento, y es una pena, porque han perdido una oportunidad de oro de ponerle el broche final a los personajes de un arco que bien se lo merecían. Es una pena que Alex y Maggie hayan terminado siendo otra más de esas parejas croquetas de las que nos hemos despedido con una decepción. Ojalá saber cuantas van ya, pero he perdido la cuenta.
No os voy a negar que he titulado esto así solamente para poder poner esta canción de Astrud, que es mi grupo favorito ever.
Pero es que realmente es tal cual: me desdigo de lo que dije hace quince días sobre The girlfriend experience. Si os acordáis (y, si no, lo leéis aquí), la serie me estaba pareciendo un témpano de hielo, pero por cosas de la vida (croquetas), la he seguido viendo. Y, oye, me está gustando mucho cómo se desenvuelven las cosas.
La relación entre Anna y Erica se está desvelando, por parte de Anna sobre todo, como lo más real de un mundo lleno de mentiras y tramas. Anna está con la asesora porque le gusta, porque la quiere, y porque quiere estar con ella. Ni más, ni menos. Es el contrapunto de verdad al resto de su existencia, que consta de manipulaciones, chantajes, y oscuridad. Incluida la relación con su ex, su punto débil, la que le hace perder el control.
Y es precisamente la dinámica que tiene con ella la que parece que va a definir la que tenga con Anna. Tiene un rol muy marcado de sumisa con su ex novia, que no continúa con la escort, a quien le pide que haga ciertas cosas. Ella, por su parte, se está enamorando, y en el último episodio su parte termina de una manera que no deja lugar a dudas: quiere llevar la relación a otro nivel y tener un hijo juntas.
Es ahora cuando me doy cuenta de que, en realidad, The girlfriend experience busca esa atmósfera gélida para hacer un contrapunto a lo intenso de la trama, y a lo que nos queda por venir, donde muy seguramente la ex novia de Erica juegue un papel más importante y cree un lazo ella misma con Anna. Nada nos distrae de lo que hacen las protagonistas: ni un cuadro fuera de sitio, ni un ruido de fondo, ni nada que no sea necesario. Sólo ellas. Incluso el trasfondo político que enreda la trama languidece en comparación a la historia de Anna y Erica. Tengo mucha curiosidad por ver a donde va a llegar todo esto y, una vez que termine la temporada, verla entera de nuevo, algo a lo que se presta por la duración de los episodios. Para mi, la sorpresa del mes.
OT está dando mucho que hablar, y casi todo para bien. Podríamos estar horas comentando lo acertado del casting, de cómo todos son personas que saben de música, con sensibilidades únicas, y con amor, mucho amor, por lo que hacen. De cómo han formado equipo, se alegran de las alegrías de las demás, y se emocionan en conjunto. De cómo el concepto reality, tan horriblemente devaluado en los últimos tiempos, ha recobrado brillo. De cómo esto ha supuesto para los nostálgicos como yo una segunda adolescencia, y qué adolescencia. Y, por supuesto, de todos los ships que los fans han montado en sus cabezas, que incluyen parejas de chicos y de chicas, enseñándonos que los millenials estamos mejorando el mundo con pasitos pequeños. Pero ayer, sobre las once de la noche, se produjo un momento concreto, único, que pasará a la historia de la televisión de nuestro país, y tiene dos protagonistas: Marina y Bastian.
En este mes que hemos tenido el placer de seguir el día a día de los concursantes, habíamos oído en multitud de ocasiones cómo Marina, que se definía como pansexual, hablaba sin cesar de su novio. Justo como el resto de concursantes, que echan mucho de menos a sus parejas. Pero da la casualidad de que Bastian, el novio de Marina, es un chico trans. Y esto, amigas mías, ha dado lugar a unas conversaciones interesantísimas sobre identidad de género y orientación sexual dentro de la Academia, ante los ojos de miles de espectadores que siguen religiosamente el directo.
Ayer Marina tenía la malísima suerte de estar nominada para la expulsión, y tras su (magnífica: qué pasada) actuación, su madre y su novio fueron a darle ánimos, como han hecho todos los familiares hasta ahora. Y esto fue lo que pasó.
¿Cuando habíamos visto a un hombre trans y a su novia pansexual darse un beso en directo en prime time en la televisión pública, frente a dos millones de personas, muchas de ellas mayores, y que jamás se han relacionado con personas LGBT? Ya os lo digo yo: nunca. La labor en cuestiones de visibilidad que hizo el beso de Marina y Bastián ayer ha sido más impactante (y más bonita) que cualquier otra campaña que nos dediquemos a hacer desde cualquier otra parte. Este beso ha ilustrado las noticias sobre la gala de ayer, ha sido comentado en Twiteer, en medios, y en la calle. Y no podemos estar más contentas. Nos hubiera gustado que Marina se hubiera quedado dentro de la Academia, pero como dicen siempre, esto es un concurso y todos los lunes iremos despidiendo a cada uno de ellos. Pero la huella que ha dejado no se va a borrar con facilidad.
Tres semanas. Eso es todo lo que nos queda para ver, muy probablemente por última vez, a las Bellas, ese grupo de chicas que hizo que nos gustara el canto a capella. Que mira que es difícil. En el último teaser lanzado por la productora vemos a las Bellas haciendo el típico riff-off que hacen en todas las películas. Sí, mujer, eso que cantan trocitos de canciones encadenadas. Y no lo hacen solas, sino bajo la atenta mirada de una Ruby Rose pegada a un pelucón. Madre mía el pelucón de Ruby Rose. ¿Cómo se ha dejado engañar? En fin. Dentro video.
Bien, ¿no?. Majo, que diríamos en mi pueblo. Pero, como todo, nos sigue faltando algo. El espíritu de las películas. Eso por lo que hemos aguantado la castaña de la segunda parte, que un poco castaña sí que era. Bechloe. BECHLOE. Como en este adelanto no se ve nada, ni un poco, ni un nanosegundo, ni echándole mucha imaginación, pues te traemos este otro trailer, en el que no falta Anna Kendrick ni Brittany Snow. YASSSS.
Vampos a esperar pacientemente al estreno de la película para sacar conclusiones, pero ya os vamos avisando de que, si esto no se cristaliza en algo más, nos vamos a enfadar. Mucho. Muchísimo.
Esta semana ha comenzado el rodaje de la tercera temporada de Vis a vis, la ficción que Fox España ha rescatado de la cancelación gracias a la campaña iniciada por las fans en las redes sociales. Ya sabíamos que nos íbamos a encontrar con caras e historias nuevas, como la de Mercedes Carrillo (Ruth Díaz), una política corrupta que no termina de adaptarse a estar entre rejas, Altagracia (Adriana Paz), que encarnará a una funcionaria de prisiones autoritaria y con un carácter completamente opuesto a Frutos (Joaquín Notario), una persona amable que cree firmemente en la reinserción. Pero, ¡alegría!, dos rostros nuevos se incorporan a esta nueva tanda de episodios, y son dos fichajes de puro lujo.
Luis Callejo, nominado al Goya por Tarde para la ira, se pondrá en la piel de uno de los guardas de la prisión, mientras que la actriz Abril Zamora, a quien has visto en Hospital central, Los hombres de Paco o Indetectables, dará vida a una de las reclusas de Cruz del Norte.
Las actrices ya van compartiendo imágenes de las jornadas de rodaje, y es toda una alegría verlas de nuevo. ¿Para cuando el estreno de la serie? Apunta: primer trimestre de 2018. Es decir: ya.
Por una vez, critica y público están de acuerdo: Black Mirror es una de las mejores series de los últimos tiempos. ¿La clave? Que sabe fascinarnos con su mezcla de posibilidad y horror. Porque Black Mirror sólo aterra en la medida en que sabemos que puede suceder de verdad. San Junipero (es inevitable hablar de San Junipero) es la excepción de la serie: es el menos Black Mirror de todos, un oasis de luz en un mundo ciertamente oscuro. Netflix tiene pendiente de estreno la cuarta temporada de la serie, que en un principio iba a ser la segunda parte de la tercera pero ahora ya vemos que no, que han decidido separar los episodios. El primero de ellos lo dirige Jodie Foster. ¿Significa esto que volveremos al croqueteo? Pues me temo que no.
Tras un episodio angustioso en el que no encuentra a su hija, una madre decide utilizar la tecnología para que eso no vuelva a suceder. Pero, claro, esto es Black Mirror, y su hija vuelve de la clínica… cambiada. No se sabe todavía cuando se ha decidido que vuelva la serie, pero la temporada pasada fue lanzada antes de fin de año, así que no sería de extrañar que hicieran lo mismo. ¿Hay ganas? Hay ganas.
Si Wonder Woman es la superheroína de moda, Harley Quinn es la villana de moda. Desde su aparición en Escuadrón Suicida, la que una vez fue la doctora Quinn ha estado everywhere. En el cómic tiene su propia serie en el Renacimiento de DC, es una motera malota en Gotham City Garage o, entre otros ejemplos, una villana pin up en las Bombshells de las Marguerite, Bennett y Sauvage. En el cine estará en la secuela de Suicide Squad además de en lo que se cree que será una adaptación del cómic Gotham City Sirens (¿O es una peli con las Aves de Presa?). Y ahora también podremos disfrutar de Harley Quinn en la pequeña pantalla.
La serie de animación que DC está desarrollando la tendrá como protagonista absoluta, pero eso no significa que esté sola. No, no, no. Los sospechosos habituales de Gotham, viejos conocidos y caras nuevas se encontrarán en las calles de la ciudad con la villana, pero es Poison Ivy, su novia, la que vendrá para quedarse.
No se conocen más detalles sobre la producción, pero presumiblemente tendremos algo más con el que saciar nuestras ganas de más Harley Quinn para el año. DC ya se ha puesto manos a la obra para que esté preparada para su nuevo canal de streaming que planea lanzar en alguno de los 365 días que componen el año 2018 y que tiene como plato fuerte la serie de acción Titans de Greg Berlanti y Akiva Goldsman y un revival de la serie de animación Young Justice.