El Festival de Sundance siempre es un escaparate fenomenal para estar al tanto de los últimos estrenos en cine lésbico, bisexual, o, yo qué sé, con protagonistas LGBT. Otras ediciones (2019, 2018, 2016, 2015, 2014) nos han traído títulos como The miseducation of Cameron Post, First Girl I loved, Appropriate behaviour o Lizzie. Este año, por supuesto, también hay títulos que nos interesan.
AM I OK?
Lucy y Jane han sido amigas toda su vida, y están seguras de que conocen todos los secretos de la otra. Pero… resulta que no es así, y cuando Jane anuncia que se muda a Londres, Lucy desvelará algo. que llevaba tiempo ocultando. Nos jugamos una mano a que es que está enamorada de su amiga. Ojo, que la cinta está protagonizada por Dakota Johnson y Sonoya Mizuno y dirigida por Tig Notaro y Stephanie Allynne, ambas protagonistas de One Mississippi y la última, también de The L word.
SIRENS
En las afueras de Beirut, Lilas y Shery, cofundadoras y guitarristas de la primera banda de metal exclusivamente femenina de Oriente Medio, luchan con la amistad, la sexualidad y la destrucción en su búsqueda de convertirse en estrellas del rock thrash metal. Este documental se estrena en primicia mundial en el festival.
El próximo 13 de enero se estrena en su país de origen La nave del olvido, una película chilena con una historia de amor lésbico como protagonista, con dos mujeres que demuestran que nunca es tarde para ser feliz. Claudina, a sus 70 años, es una mujer educada de manera tradicional, ligada al campo, que cuando enviuda decide irse a vivir con su hija Alejandra y su nieto. Pero, además, conoce a Elsa, una mujer que actúa en un bar nocturno, y con la que desarrollará unos lazos difícilmente rompibles.
La película, protagonizada por Rosa Ramírez Ríos, Romana Satt, Gabriela Arancibia, Claudia Dévia, Raúl López Leyton y Cristóbal Ruíz Benavides, se distribuirá después por plataformas de VOD. Esta es la ópera prima de Nicol Ruíz Benavides, quien ya la presentó en el Festival de Málaga y en el Zinegoak. La directora habla sobre esta obra.
La idea surgió cuando estaba en la universidad. Siempre quise hablar sobre el derecho a la libertad que tienen las mujeres mayores. Me llamaba mucho la atención conocer tantas mujeres adultas inmersas en su rol social, y que nadie nunca les preguntara, ni ellas mismas, si eso era lo que realmente querían. Luego pensé en mi propia libertad, en cómo es que te hagan sentir que no perteneces, que eres rara, que eres distinta por no entrar en el molde del designio patriarcal. Y quise abrir una puerta de esperanza para mí y para todes los que se han sentido así en algún momento de sus vidas.
Por cierto, si quieres escuchar a Mon Laferte, artista chilena, interpretar la canción La nave del olvido, original de José José, haz clic en el siguiente video.
‘Amores lésbicos’. Madre mía, parezco una persona del siglo XIX. El caso es que en un país conservador como Corea, donde los asuntos LGBT no se hablan de manera explícita, es poco frecuente que los ídolos de K-Pop hablen sobre temas explícitamente lésbicos, y además de manera tan poco velada como lo hace MoonByul junto a Seori en su nueva canción. Dentro video.
Por si no te ha quedado claro, ella misma te lo explica.
For those who are curious…
Mountain = chest Bridge = legs Touch down = football touchdown❌ touch down (there) ✅ Draw/Paint = I paint on your body with my hands
Ideas de última hora o regalito para completar. Los libro son siempre una muy buena idea para regalar, y es que ¿a quién no le va a gustar sumergirse durante unas horas en una historia interesante? Por eso, allá van algunos títulos que pueden hacerte el papel. También te adjuntamos el link de compra en Amazon, por si quieres pedirlo ahí: a nosotras nos haces también un favor.
Será nuestro secreto, de Emma Mars
Era una proposición a la que Sarah Swan se sentía incapaz de negarse. Pero ahora que se encuentra atrapada en el coche de su novio, camino de una boda familiar, Sarah está empezando a arrepentirse. Lo que desconoce es que cuando Peter habla de su prima Rachel, en realidad se está refiriendo a Rachel Long, una famosa actriz cuya boda va a tener lugar en una mansión de la campiña inglesa, y con la que Sarah tendrá una conexión inmediata. Puedes comprarlo aquí.
Cachondas, Varias autoras
Tienes en tu mano disfrutar de momentos de erotismo y humor en distinto grado. Porque todo el mundo vive su sexualidad de forma distinta, ninguna de estas historias se parece a otra. Estos son los finalistas de la I Convocatoria de Relatos Eróticos de Humor de LES Editorial, y te avisamos de que te van a gustar MUCHO. Puedes hacerte con él aquí.
Hablemos de amor, de Claire Kann
Alice tiene 19 años y no quiere tener nada que ver con el amor después de que su novia la dejase al contarle que era asexual. Lo que no esperaba es que con Takumi, su compañero de trabajo en la biblioteca, su vida se convirtiera en una comedia romántica. Puedes comprarlo en este enlace.
El año de Emilia, de Kate Lynnon
Emilia no tiene amigos. Tras varias mudanzas e intentos fallidos, está decidida a dejar de parecer una empollona e integrarse entre los estudiantes del Instituto Redway, donde cursará su último año, y todo parece ir bien hasta que le toca hacer un trabajo de literatura con J. K., la marginada de su clase. Puedes hacerte con él aquí.
She drives me crazy, de Kelly Quindlen
A Scottie la ha dejado su novia en el primer partido de la temporada. Además, por si fuera poco, la persona que peor le cae de todo el instituto ha chocado con su coche, y a su madre se le ha ocurrido que podría llevarla a clase por las mañanas. ¿Qué más podría ir mal? (Ojo, que este libro está escrito en inglés) Puedes comprarlo aquí.
Andamos siempre buscando la última serie con lesbianas o bisexuales, intentando llegar antes que nadie a las novedades en series LGBT de Netflix o, yo qué sé, montándonos nuestras propias historias con personajes que parece que no llegarán nunca a nada (ejem, Supercorp, ejem), y parece que nos hemos olvidado de muy buenas historias que nos hicieron disfrutar en su momento, y que seguramente debamos revisitar. Por todo esto, allá van tres series lésbicas clásicas que tienes que ver.
Sugar Rush
Estrenada en 2010, Sugar Rush nos cuenta la vida de Kim, una joven de quince años que se muda a Brighton, al sur de Inglaterra y se enamora perdidamente de Sugar, su mejor amiga, que es básicamente la malota del instituto. Ganadora de un premio Emmy, la serie, desarrollada por Shine Limited y transmitida por Channel 4, estaba basada en la novela de Julie Burchill del mismo nombre. Puedes verla en el player de Channel 4 si vives en UK o, si no, pues en Youtube.
South of nowhere
La familia Carlin (Paula, Arthur, Glen, Clay y Spencer) se muda de Ohio a Los Ángeles, California, y a cada uno le van pasando las cosillas típicas de mudarte a una ciudad que no conoces. En el caso de Spencer, ya te anunciamos que lo que le va a pasar es que se va a colar de otra chica, Ashley. #Spashley lo fue TODO en la internet lésbica del principio de los dosmiles y, ay, de repente tengo muchísimas ganas de volver a verla.
Mistresses
Lanzada en 2008, Mistresses es una serie de la BBC que sigue la vida de cuatro amigas. Lo que las une, además de que son todas fantásticas, es que la infidelidad y la traición ha jugado un papel muy importante en sus relaciones personales. A esta serie le tengo especial cariño porque fue donde descubrí la existencia de Anna Torv, algo que ha hecho mi vida sustancialmente mejor. Más tarde hicieron un remake estadounidense que también estaba bien, pero claro, Jess Macallan, a la que también adoro no es Anna Torv. Nope.
Lo de que Natalia Lacunza es nuestra lesbiana favorita es 1. verdad, y 2. no lo digo yo, lo dice ella. La cantante ha publicado su cambio de look capilar en Twitter (y en Instagram, y, bueno, en todas partes), y por supuesto nosotras estamos encantadas porque nos gustaría hasta con el look de la Pedroche hace dos noches.
ha vuelto vuestra lesbiana favorita!!! Me cansé del look de madre último día del año 😍😍😍😳😳😳🎄🎄❤️❤️❤️ pic.twitter.com/af86caT9bl
Por si no lo has visto, te dejamos su último videoclip por aquí. Nosotras estamos enganchadas, así que calculamos que aproximadamente 100.000 reproducciones son nuestras. Dentro video.
La secuela de la exitosísima serie de HBO Sexo en Nueva York, serie que muchos todavía mantienen en sus listas de lo mejor que han visto sus pantallas, ha vuelto, y lo ha hecho cambiando el nombre y también dándole un poquillo más de diversidad al asunto. Así, And just like that ha sorprendido a propios y extraños con la escena entre Cynthia Nixon y Sara Ramirez que ha tenido lugar en su quinto episodio.
Nixon, que ha retomado su personaje de Miranda en la serie original, ha tenido un escarceo amoroso con Che, quien trabaja con Carrie, y que es una persona no binaria interpretada por otra persona no binaria, y que todas recordamos de Anatomía de Grey: Sara Ramírez. En la escena, mientras Carrie estaba sumida en un sueño químico debido a la medicación que toma para paliar el dolor que le ha producido el romperse la cadera, Ché y Carrie, también en una burbuja química, pero de otro tipo, decidían que todo esto era buena idea.
Más allá de infidelidades y tal, la consecuencia más directa de esto ha sido que Carrie ha tenido que hacer pis en una botella.
Ramírez ha hablado sobre el interpretar a Ché, algo que le ha gustado muchísimo por todas las posibilidades que le ofrece.
Es alguien que creo interrumpe el tipo de narrativa dominante, que nos recuerda que género, sexo y raza son construcciones; alguien muy consciente de estas cosas, que tiene fuertes opiniones y no tiene miedo de compartirlas
¿Irá a más este idilio? Chica, yo creo que no, pero siempre gusta ver a personas LGBT+ interpretar a personas LGBT+ en pantalla. ¿O no?
Ayer llegaba a mis manos una noticia sobre Wonder Woman 1984. No es una noticia nueva, sino de mayo de 2020, agua cinematográfica muy pasada en el ritmo sacádico al que se mueve la información superheroica. Sin embargo, es de ese tipo de noticias que, no importa cuándo las lea, consiguen subirme la tensión arterial y hacerme buscar mi lanzallamas metafórico. Y es que antes del estreno de WW 1984 varios fans sostuvieron la teoría de que Diana podría tener una relación romántica con Barbara (Cheetah) en la película. No sé en qué podrían estar basándose…
Juraría que este tipo de encuentro cumple alguna convención de cierto género… cuál será.
La cuestión es que, a toro pasado, se trataba de una posibilidad muy factible. La película toca unos primeros compases entre las dos que bien podrían haber evolucionado en romance, incluso con la introducción de Trevor, para añadir una capa extra de conflicto, de crecimiento como personaje para Wonder Woman y, de paso, hacer visible en el cine esa bisexualidad que hasta a los cómics les cuesta enseñar.
Sin embargo, según Jenkins, directora de la película, no hubiera tenido sentido: “Podría haber ocurrido con un guion diferente. Pero al ser el argumento tan claramente sobre el regreso de Steve, todo la historia debía ser sobre Steve. Es una historia de amor con Steve. No había lugar para dos en Diana.” Pues ya estaría. No es como si Wonder Woman tuviese que tratar sobre ¿Wonder Woman? O como si la heroína de DC tuviera una capacidad enorme para amar, o como si Steve Trevor fuera un hombre con cero masculinidad tóxica y la empatía y amor verdaderos para decirle a Diana que dejara atrás el pasado y siguiera con su vida y su nuevo romance… Por no hablar de lo interesante que hubiera sido ver a una Barbara más allá de esa forzada dicotomía de la admiración/envidia entre mujeres que tanto le gusta a Hollywood. Ná, cosas mías…
Este mes también escuchaba que a Marisa Tomei le hubiese gustado que la tía May, sí, la de Spiderman, fuese bisexual y tuviese novia. No voy a mentir, este comentario, más que escocer, me gustó. Quizá porque viene de una actriz interpretando un personaje secundario, una persona con cero poder sobre la maquinaria de Disney/Marvel como para materializar sus deseos en realidades. Quizá porque ver a cada vez más actrices manifestando un interés por dar visibilidad a mujeres lesbianas y bisexuales me da esperanzas. Todas las que me quitan los grandes estudios, las corporaciones y sus “franquicias”.
May intentando dejar la puerta abierta a la bisexualidad
Porque por mucho que una masa gritona diga lo contrario, la realidad es que el porcentaje de representación LGBTQ+ en los medios audiovisuales no es tan boyante, aunque sí algo mejor para los hombres gays. Que la de las mujeres en general, aunque en aumento, tampoco es una victoria consolidada ni delante de la cámara (aún hace falta crear listas para encontrar películas que pasen el test de Bechdel, que ya se nos queda corto), ni detrás de ella. Y que si nos centramos exclusivamente en el cine de superhéroes la situación es francamente deprimente.
Pienso que comentarios como el de Jenkins solo sirven para hacer leña del árbol caído. Que llegados a este punto tal vez sería mejor que este tipo de declaraciones no vieran la luz o que, al menos, fueran respuestas más sinceras frente a las preguntas lógicas del público: un “no hemos querido hacerlo”, un “no nos dejan los de arriba”, o un “nos asusta perder dinero de algunos países”.
No era mi intención cerrar el año en HULEMS con un artículo negativo y tenemos muchas cosas por las que alegrarnos, pero creo que también debemos recordar en qué punto estamos en los medios. En fin, como dice mi colega @SaveTheQu33n: “Es más factible resucitar peña muerta que dos mujeres enamorándose. Mecagonsusmuertos, de verdad”.
Es más factible resucitar peña muerta que dos mujeres enamorándose. Mecagonsusmuertos, de verdad.
Hace un tiempo, cuando a todas las plataformas les dio por producir series, a Facebook le pareció también buenísima idea lanzarse de lleno a ello, y por primera y única vez tengo que darles la razón, porque esa idea dio a luz a una de las mejores series LGBT (en el titular he puesto lésbica porque, si no, no hay manera de que Google nos destaque) que estos ojitos han tenido el placer de ver. Hablo, claro, de Strangers.
Creada, escrita y dirigida por Mia Lidofsky, Strangers debutó en el Festival de Cine de Sundance y cuenta la historia de Isobel (Zoe Chao), una veinteañera bisexual recién soltera que alquila su habitación libre a una serie de inquilinos aleatorios para intentar mantenerla. Naturalmente, cada recién llegada tiene algo que enseñarle a nuestra heroína sobre sí misma, y ahí reside el encanto de la serie. Pero el plato fuerte, y la historia que me sigue cautivando años después del estreno, tiene lugar en la segunda temporada.
En la segunda tanda de episodios, Isobel conoce a Mari (Kathleen Munroe). Lo que en un principio iba a ser un lío de una noche (o dos, o tres), se convierte en algo más, y las cosas se van enredando y complicando. Porque Mari está casada. Con un hombre. Y nuestra protagonista finge que no le importa, pero sí que lo hace. Y cada vez más.
La relación de Mari e Isobel tiene muchísimas capas, y encuentro interesantísima cada una de ellas. En primer lugar, el conflicto que supone que Mari esté casada con Matteo, algo que Isobel conoce desde la primera copa, y que supone una barrera para poder tener una relación que llene a las dos. Y, además, Isobel no pregunta por él, no sabe nada de Matteo, con la excepción de lo que le quiere contar su novia. Y eso, amigas, es peligroso, porque lo que no te cuentan… te lo imaginas. Y a lo mejor si te dicen que son como hermanos… no es exactamente así.
Pero no solamente la relación con Matteo hace que las cosas se tuerzan. En el glorioso episodio titulado Big Little Chill, que creo que es mi favorito, la pareja va a pasar un fin de semana a casa de Elliot (Triste Kelly Dunn). Poco a poco, de manera orgánica, Isobel va conociendo más acerca del pasado de Mari y de por qué las cosas son como son.
La serie se puede ver de manera gratuita en Facebook (https://www.facebook.com/StrangersSeries/), y yo si fuera tú no me la perdería. Ojalá poder verla de nuevo por primera vez.
Hace un tiempo tuvimos la oportunidad de ver Lez Bomb, una película lésbica que se desarrollaba en Acción de Gracias, y por lo visto Jenna Laurenzo quiere especializarse en producciones de temporada, de esas que vas viendo año tras año conforme va llegando la fecha indicada. Por eso, la creadora nos trae A very girl night stand Christmas, un corto navideño que nos ha dejado el corazón calentito calentito. ¡Dentro video!
La propia directora nos dedica estas palabras al hilo del corto:
Es la temporada de alegría navideña. Han sido unos años difíciles para muchos. Como muchos otros, personalmente he perdido a personas en mi vida a las que amaba mucho, las recordaré con gratos recuerdos y estoy agradecida de haberlas conocido. Al dar y recibir en esta temporada navideña, recordad lo precioso que es el regalo de la vida y lo precioso que es caminar por este camino con risas y amor con aquellos que forman su historia personal. Nuestro tiempo en este planeta es limitado. Con “A Very Girl Night Stand Christmas”, queríamos crear algo que fuera un recordatorio para ir a compartir su amor en esta temporada navideña. Cada vez que me he abstenido de decir “te amo”, me arrepiento. Lamenta menos, comparte más. A veces es un desafío exponerse al límite de la vulnerabilidad. Pero ve a cantar tu canción. Ve a decirle a la persona que amas, que la amas; amigos, familiares, amantes y compañeros animales. Da los regalos de gratitud, alegría y amor. Los mayores regalos son nuestra presencia unos con otros. Felices vacaciones. Mucho amor, Jenna.