Corría el verano del 2017, aquellos tiempos en los que todavía podíamos salir a la calle, acercarnos a la gente a menos de un metro de distancia, e ir a las salas de cine a comer palomitas y ver las películas propias de la temporada estival. Una de estas películas fue Atómica, dos horas de acción a ritmo de música ochentera y una estética que supera todos los niveles de guay .
Protagonizada por una Charlize Theron increíble, Atómica es la adaptación del cómic La ciudad más fría, la historia una agente del MI6 a quien envían infiltrada a Berlín para investigar la muerte de un compañero. Con sólo 30 millones de presupuesto y un reparto de lujo (además de Charlize, también contó con James McAvoy y John Goodman), consiguió 100 millones de recaudación en taquilla y embelesó a la crítica.
Con estos antecedentes no parece descabellado pensar en una posible secuela. Y, si los rumores son ciertos, todo apunta a que en Netflix piensan lo mismo. Todo parece indicar que el gigante del streaming está poniéndolo todo a punto para cerrar el acuerdo de distribución y así dar luz verde al desarrollo de una segunda parte. Como el proyecto aún se encuentra en pañales, poco más podemos contar, sólo que Charlize Theron producirá y se volverá a ponerse las botas de Lorraine Broughton, y que tenemos muchasmuchasmuchas ganas de ver la película.
¿Cómo va esa cuarentena? Ojalá estés disfrutando de series y películas croquetas y muchos libros de señoras que se empotran para sobrellevar eso de la distancia de seguridad. En Los secretos de Thais volvemos con unas cuantas copas encima… de las menstruales, que ya sé lo que estás pensando.
Ahora que tenemos más tiempo, o eso se supone, es el mejor momento para hacerse amigx de la copa menstrual. Si todavía no la conoces, claro. La hayas probado o no, en esta ocasión te hablo del top 3 de Intimina, porque seguro que tú tampoco has visto nada igual.
Esta os la hemos mencionado un par de veces, porque resulta que es la única copa reutilizable del mundo con la que se puede tener sexo con penetración. ¿Cómo te suena eso?
Todo es gracias a su forma de cuenco. Se coloca justo después del hueso pélvico para que recoja todo el flujo, que va quedando dentro de la estructura hexagonal. La extracción es de las más sencillas y menos aparatosas.
Te dejo por aquí mi reseña de Ziggy Cup, donde hablo largo y tendido de cómo fue mi experiencia probándola.
Es perfecta para ti si… ya has probado antes la copa y buscas
una alternativa para disfrutar de la penetración los días de regla.
Por cierto, en cuanto termine el estado de alarma y volvamos un
poquitín a la normalidad haremos un sorteo de la Ziggy Cup. ¡Atentx!
Vale, a ver, que esto es gordo. La Lily Cup Compact es la primera copa plegable del mundo. ¿Te la imaginas? Mira esta imagen:
Primero la tienes en el bolsillo guardada en su estuche y luego en tu vagina recogiendo el flujo menstrual. Está disponible en dos tamaños que dependen de dos cosas: si has tenido partos vaginales o de tu flujo. Como yo no he tenido partos vaginales elegí la primera sin fijarme en lo segundo y, amigxs, tuve una fuga. También es relevante añadir que era mi primer día de regla, así que tenía más flujo.
La Lily Cup Compact A tiene una capacidad algo menor al resto
de copas que he probado, así que si sueles sangrar mucho o eliges la talla
B o la vacías con más frecuencia.
Sin embargo, la ventaja de poder plegarse lo cambia todo. Es que
me parece un avance alucinante. Estos últimos meses la he llevado siempre en el
bolso y me ha sacado de más de un apuro en estos días largos fuera de casa y
también en viajes.
Te aconsejo, eso sí, que una vez la introduzcas te asegures de que está bien desplegada rodeándola con un dedo. A mí me costó un poco colocarla bien por su forma y tendencia a plegarse, pero es cuestión de comprobarlo y ya está.
Me ha encantado el rabillo de las copas de Intimina. Puede parecer un dato irrelevante, pero no sabéis la de veces que un rabillo es demasiado largo, demasiado corto o tiene un diseño que no permite la extracción con facilidad. El rabillo de la Lily Cup Compact (como el de la Lily Cup) tiene un largo perfecto y una textura con rayas que hace que lo agarremos mejor si tenemos uñas largas.
Es perfecta para ti si… quieres saber cómo es la experiencia de la
copa menstrual con algo pequeño y funcional o si pasas mucho tiempo fuera de
casa y necesitas una copa discreta que vaya contigo.
Lily Cup es la reina de las copas, y te voy a explicar por qué. Mira la imagen, ¿verdad que parece una copa normal? Pues nada que ver.
Tiene un diseño anatómico y su silicona de grado médico es tan
fina que, cuando se pliega, no ocupa más que un tampón. Se introduce
muy fácil, y lo que es aún mejor: se despliega casi sola.
Definitivamente, es la copa con el “despliegue” más rápido y fácil que he
probado en mi historia menstrual.
Además, tiene un borde a prueba de fugas que me ha llamado especialmente la atención, porque la mayoría de las copas se vuelven más gruesas en esos bordes, lo cual dificulta la inserción. La Lily Cup, en cambio, mantiene los bordes finos.
Otra de las características que más me ha gustado es su capacidad.
Aunque para meterla se haga pequeña es más grande de lo habitual y puede
almacenar más flujo. Es una buena opción para usar durante la noche y no
tener que despertarte cada pocas horas a vaciarla.
Aprovecho y te cuento que con la Lily Cup me pasó una cosa: el
rabillo casi casi no se mantiene dentro de mi vagina. Esto es porque es una
copa algo larga, y yo que tengo el cérvix medio tirando a bajo pues hacía
tope. Aun así, me acostumbré después de unos minutos. La única diferencia que
noté es que el rabito estaba un poco más bajo.
Si quieres saber cómo es tu cérvix puedes pasarte por este artículo de Intimina
precisamente, donde lo explican.
Una de las sensaciones que tuve con la Lily Cup es que era muy
cubriente. De algún modo sabía que no habría escapes, y así fue. De todos
modos, si tu flujo es muy muy abundante o has tenido partos vaginales existe un
tamaño superior, el B. A mí el A me viene estupendo.
Es perfecta para ti si… buscas una copa básica pero cómoda, si
tienes mucho flujo o el cérvix alto.
Todas las copas que he mencionado están fabricadas en silicona de grado médico al 100% y se nota en la suavidad y en la calidad del material.
El packaging de las copas también está muy cuidado y cada una de ellas lleva una funda para poder guardarla y transportarla. En el caso de la Ziggy es un pequeño envase de silicona, para la Lily Cup Compact un estuche donde queda plegada y, para la Lily Cup, una bolsita de tela.
Para terminar: tema precios, que seguro que te lo estás
preguntando. El precio de las copas de Intimina está en la media y con los
descuentos que tienen en la web incluso un pelín por debajo. Me parece que la
relación calidad-precio no podría ser mejor.
Como la review de hoy ha sido completita, he elaborado esta tabla para que te aclares mejor con las copas y qué es lo que ofrece cada una:
En definitiva, que me he quedado encantada. Cuando una ha probado tantas copas parece que todas son iguales, pero nunca había encontrado ninguna con las características de Ziggy Cup, Lily Cup Compact o Lily Cup. Intimina es una marca que me genera mucha confianza y si tuviera que probar de nuevo por primera vez escogería una de estas opciones.
Una de las mejores series de la televisión actual es Killing eve. Don’t @ me. Ganadora de multitud de Globos de Oro, Emmys y otros premios por doquier, la serie de la BBC tenía pensado regresar el 26 de abril, pero resulta que no, que vuelve antes. Sí, sí, habéis leído bien. El 12 de este mes tendremos a nuestra psicópata favorita de vuelta.
Aunque me gustaría pensar que adelantan el estreno por piedad y compasión hacia nosotras tras ese final de temporada que nos dejó muertas en la bañera, la verdad es que tiene más que ver con la de huecos y el caos en la parrilla televisiva que se va a producir en el futuro más inmediato con las suspensiones de rodaje de muchas series. Aún así, sea por los motivos que sea, yo estoy más feliz que una perdiz con la decisión.
“Sabemos cómo de adorada es esta serie y sabemos lo ansiosa que está la gente por contenido de calidad a día de hoy,” dice Sarah Barnett, presidenta de AMC, la cadena norteamericana que la emita allá en los USA, “Esta temporada ahonda profundamnte en la psicología, y con actores como Sandra Oh, Jodie Comer y Fiona Shaw los resultados fueron sorprendentes. Literalmente no podemos esperar a que los fans lo vean.”
Si hay algo que durante estos días tan raros no se ha detenido son los lanzamientos de singles y videos. Menos mal que algo nos sigue recordando que la vida sigue. Javiera Mena, Christine and the Queens y Lola Indigo son tres artistas lesbianas o bisexuales que tienen nuevo single y no nos podemos decidir por ninguno. Real que nos gustan los tres.
Javiera ha dejado atrás el reggaeton de de Intuición y ha vuelto a, para mi gusto, lo que mejor sabe hacer: el sonido electrónico de Otra era. No le queda todo lo retro que ella quisiera pero es que DA IGUAL, porque todo lo que sea tener nuevo material de la chilena es una maravilla.
Por otro lado, Christine and the Queens ha tenido a bien lanzar La vita nuova, un EP con cinco canciones en inglés, francés e italiano, siempre con la elegancia que caracteriza a la francesa. Estoy muy sorprendida de que esta banda no sea más conocida, la verdad. En el single, Je disparais dans tes bras, Christine habla de un amor tóxico del que tiene que deshacerse.
Y, por último pero no por ello menos importante, Lola Indigo ha estrenado este fin de semana Cuatro besos, una colaboración con Rauw Alejandro y Lalo Ebratt. La andaluza ha presentado ella misma su hit en redes sociales con estas palabras” Es un homenaje a todos mis compañeros con los que compartí tablas y escenario, al mundo del cabaret, de compartir risas en los camerinos, de ensayos, de la noche, del brilli, de la ilusión, del entretenimiento, va por vosotros soñadores”. Ya empiezan a salir las canciones que bailaremos este verano. Porque sí, este verano bailaremos.
Con esta maravillosa noticia nos hemos despertado hoy. Dominique Provost-Chalkley le dice al mundo que es queer. Y lo de hace de la manera típica, ordinaria o corriente que cabría de esperar. No, no. Lo hace lanzando una organización benéfica que busca construir una comunidad online inclusiva que pueda ser de ayuda a la gente del colectivo, Start the wave.
La pequeña de las Earp nos da la bienvenida a la web con un mensaje muy personal. Su carta de presentación es su historia de aceptación de su bisexualidad y cómo, con su granito de arena, espera poder contribuir a que el mundo sea un lugar mejor para los que no entramos dentro de la norma impuesta por la sociedad. “Fui muy afortunada de venir de dos hogares de mente abierta, pero aún así, en la calle (y el mundo en general) claramente veía este aspecto de mí de manera muy diferente. Eso me asustó. No quería ser diferente. (…) Así que los suprimí. Gustar a los demás pesó más que ser yo misma.”
Fue gracias a Wynonna Earp, con la posiblidad de interpretar a la Waverly y conocer a los fans de la serie, que entró en contacto con la comunidad LGBT. Poco a poco, eso fue provocando un cambio en ella y se fue aceptando más y más como era. “Aunque hacer esto sea una de las cosas más terroríficas con las que la vida me ha retado, ahora sé que poco a poco, diciendo la verdad y viviendo mi vida de acuerdo con mi moral y mis valores, seré más feliz”
Porque ser queer es un viaje jodidamente colorido y mágico y porque soy más feliz cuando soy mi yo auténtico y queer
Cuando hablamos de ficción española, reconozco un poco avergonzada que nunca le presto demasiada atención. No es hasta que o veo mucho hype a mi alrededor o me recomiendan encarecidamente algo que termino picando. Con Vida perfecta fue lo segundo. Me la puse sin saber mucho qué iba a encontrarme y cuando me quise dar cuenta ya me había visto la mitad de la serie.
Vida perfecta se centra en María (Leticia Dolera), Esther (Aixa Villagrán) y Cristina (Celia Freijeiro), un grupo de mujeres ya bien entradas en la treintena y sus moviditas. Un embarazo inesperado para María, una calculadora y planificadora nata a quién su novio acaba de dejar. A Esther las chicas le duran una noche y su carrera como artista… pues bueno, podía irle mejor si dejara de autosabotearse. La vida de Cristina, por su parte, es perfecta. En la superficie. Muy en la superficie.
La serie me cogio de imprevisto. No esperaba encontrar dos de los ingredientes que necesito para que una serie me chifle: protagonistas femeninas y que sea una comedia dramática, y que además estén tan bien explotados.
Uno de sus puntos fuertes es, precisamente, el reparto: Leticia Dolera, Aixa Villagrán y Celia Freijeiro tienen muchísima química. Da la sensación de que realmente son amiguísimas y salen a tomarse el vermú los sábados por la mañan in real life. Mis dieces.
El otro, el saber hacer malabares con la comedia y el drama sin que se caiga una cosa ni la otra y se eche todo a perder no es fácil y Vida perfecta sale airosa en este departamento. Consigue hacer un retrato divertido y natural pero sin que en ningún momento parezca que se toma los problemas sus protagonistas a cachondeo de estas tres mujeres mientras atraviesan momentos personales delicados y alguna que otra crisis existencial.
Con nada más una temporada (por ahora) de ocho capítulos de 25 minutos, es una serie que se ve muy bien, que entra muy fácil y que conseguirá sacaros más de una carcajada.
Durante décadas, la imagen que teníamos de California en las series y películas era, básicamente, la de Beverly Hills. Gente guapa, con dinero, y normalmente joven, con problemas digamos… menores, y que proyectaban esa imagen de éxito, de sueño americano, al que todos querían acceder en los 80 y los 90. Pero eso está cambiando, y lo está haciendo gracias a ficciones como Vida, una de las series más recomendables de los últimos tiempos, y también a Gentefied, la última apuesta de Netflix, que viene de la mano de alguien muy conocido.
La serie está creada por Marvin Lemus y Linda Yvette Chávez, pero la producción ejecutiva corre a cargo, entre otros, de America Ferrara, quien se ha desvelado como descubridora de nuevos talentos en el mundo de la televisión. La serie gira en torno a una tienda de tacos en apuros, Mama Fina’s, llamada así por la matriarca de la familia, pero dirigida por su esposo viudo Casimiro “Pop” Morales. Sus nietos, Erik (J.J. Soria) y el chef en formación Chris (Carlos Santos) tienen ideas diferentes sobre cómo hacer que el negocio familiar sea lo suficientemente rentable como para mantener a raya al codicioso propietario del edificio.
Los visitantes frecuentes de Mama Fina incluyen a Lidia (Annie González), graduada de Stanford, educadora y futura madre, que podría ser la novia de Erik, y a la nieta de Pop, Ana (Karrie Martin) y su novia activista Yessika Castillo (Julissa Calderón), que, bueno, son los personajes que más nos interesan por motivos obvios. Ana es artista y trata de vivir de ello a pesar de la oposición de su familia, que lo ve como una pérdida de tiempo. Por otro lado, la lucha contra la gentrificación en su barrio la lidera Yessika.
Precisamente Julissa Calderon, la actriz que la interpreta, habló con motionpictures.org sobre cómo ha sido trabajar en esta serie, cuyas voces son representativas y diversas, como indica por ejemplo que seis de los episodios estén dirigidos por mujeres de color.
La mayor parte de esta producción se centra en mujeres y mujeres de color. Nunca he visto un set como este. La mejor parte fue que eran dueños del espacio. No iban por libre, simplemente se mantuvieron en su poder. Estaban en todo su esplendor en los sets, y ver eso me permitió saber que podía hacer lo que necesitaran. Me sentí segura para explorar e ir más lejos
Elli quiere pedirle a Abbie que la acompañe al baile. Tanto le pueden las ganas que se lo cuenta a su madre, saliendo del armario de paso, y cuando, avergonzada, se encierra en el baño, el fantasma de su tía lesbiana se le aparece para guiarla en el proceso de conquistar a la chica que le gusta.
Esta es la premisa de ‘Ellie and Abbie (and Ellie’s Dead Aunt)’. ¿Algo loca? Sí, pero todos hemos visto Ghost y, de algún modo, nos parece una película preciosa. Te alegrará saber que en esta película nadie sufre por ser LGBT, y tiene un final feliz. La directora ha hablado con Vice, y así se lo ha contado:
No tenemos comedias románticas reales para mujeres queer, y definitivamente ninguna en Australia. Recuerdo cuando acababa de salir la película gay australiana Holding the Man. Entonces no mucho después de eso, Love, Simon. Hubo estas historias inspiradoras sobre hombres homosexuales, y yo estaba como, ‘Hombre, todas las películas de lesbianas son muy tristes’
También resulta interesante lo que dice sobre el proceso de búsqueda de protagnistas para la película. Ella quería que al menos el 50% del elenco fuera LGBT +. Como era de esperar, fue allí donde encontró dificultades. Los distribuidores y agentes de ventas a los que se acercó solo le daban fondos si conseguía grandes estrellas para los roles. Además, querían que reescribiera a uno de los personajes, la madre de Ellie, como hombre. “No iba a hacer eso y no iba a comprometerme”, cuenta “Estas personas siempre piensan:‘ Queremos apoyar la diversidad, ¡todo se trata de una película como esta y nos encantaría apoyar! ¡Pero tú eres la diversidad y podemos hacer que una persona famosa participe! “Estaba harto de esta cosa constante en la que las personas toman historias queer y luego no pongan personas queer en ellas”.
El festival BFI Flare: London LGBTIQ+, donde estaba llamada a estrenarse ‘Ellie and Abbie (and Ellie’s Dead Aunt)’ ha sido cancelado, pero están intentando ponerlo en marcha de manera digital. Estaremos al tanto.
Cuando se estrenó El Embarcadero, hace más o menos un año, me acerqué a ella por esa promesa de mix entre True Detective y La Isla Mínima, aderezado con la vida tranquila de la albufera valenciana. Con el tiempo he descubierto que me gustan las series que sé donde están situadas, qué le voy a hacer. La historia tenía los ingredientes necesarios como para tenerme pegada a la pantalla los ocho episodios, y lo consiguió. Quería saber qué había pasado con Oscar, pese a que al principio me importara un pepino. Quería saber cómo iban a desenredar la madeja. Pero, sobre todo, quería saber qué iba a pasar con Alejandra y con Verónica, esas dos mujeres con un mismo destino.
*A partir de aquí, espoilers*
Tengo un ojo croqueta la verdad que bastante lamentable, porque siempre me pueden las ganas a la evidencia y la mitad de veces shippeo antes de saber nada, pero con cada episodio iba pensando más y más que sí, que entre estas dos mujeres había algo. En principio, el aferrarse a un recuerdo. Pero eso dio lugar, en los últimos instantes de la temporada, a algo más, aunque no lo supimos inmediatamente.
Con sinceridad: yo pensaba que la cosa iba a quedar en un polvo entre las dos, una especie de queerbaiting chusco que no llegaría a nada. Pero cual fue mi alegría cuando por redes leí a alguien reclamando más atención hacia esta pareja de chicas. ¿Era posible que los guionistas hubieran seguido adelante con su relación? Pues sí, había sucedido.
La segunda temporada, desde mi punto de vista, se salva por las idas y venidas entre ellas, porque el guión general flojea en comparación con la muy buena primera tanda. Pero jo, es que la historia de las dos es muy chula. O será que estoy sensible, no lo sé. Pero El Embarcadero nos ha dejado una de las historias de amor entre dos mujeres más recomendables de los últimos tiempos en nuestro país, y no puedo más que recomendarla con la fuerza de los mares. La tienes disponible en Movistar plus. De verdad, merece la pena.
Por razones que no vienen al caso, llevo una temporada bastante apartada de todo cuanto tiene que ver con las ficciones LGBT y, claro, de las series croquetas que nos va ofreciendo la vida. Ayer, por casualidad, vi en mi TL de Twitter una recomendación de una serie nueva, Feel good, y como ahora, CLARO, tengo bastante tiempo, me lancé a ella como quien se lanza a la piscina después de estar sudando a 40º un buen rato. Pero, amigas, la serie no era lo que yo pensaba
En un primer momento, digamos… los primeros quince minutos, Feel good es una sitcom bastante de manual: chica (Mae) conoce chica (Charlotte), se enrollan, se van a vivir juntas, surgen los primeros roces. No ofrecía nada nuevo, y esto no es un impedimento para seguir viéndola, pero parecía más de lo mismo.
*A partir de aquí, espoilers flojitos*
Pero, poco a poco, la serie empieza a tratar temas más profundos, y no siempre desde la óptica que se podría esperar. George no quiere contarle a su entorno que está saliendo con una chica, y eso empieza a hacer mella en Mae, que es una ex adicta a las drogas. Las mentiras, los remiendos, las omisiones, y, sobre todo, la falta de comunicación se empiezan a apoderar de las dos, y todo salta por los aires con una actuación de Mae en la que, de una manera muy cruel, relata los problemas de pareja que sufre, achacándoselos casi en exclusiva a su novia.
Me vi los seis episodios del tirón, son cortitos, y aún hoy tengo un poso amargo que sé que, en parte, es por Feel Good. Mae Martin, la protagonista, es también la guionista, y parte de la historia está basada en su propia vida. ¿Habrá segunda temporada? Los datos han sido razonablemente buenos, así que seguramente veamos más de Mae y George. Y, espero, de Lava, que creo que ha sido el personaje que más me ha gustado.