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‘Good Trouble’ y su representación croqueta

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Hoy me toca hablaros de una serie y un personaje que os van a encantar. Para empezar, os quiero poner en situación. ¿Vosotras os acordáis de The Fosters? ¿Esa serie magnífica que nos dio tantas alegrías y tantos dramas donde la pareja protagonista eran dos bolleras que formaban una familia enorme?

Yo sí. Fue una de las series más bonitas de ver y de seguir. Me encantó ver a los niños crecer y ver cómo los problemas se podían solucionar. Me enseñó que, en la vida, va a haber siempre un poquito de drama, pero que, si no estás sola, los dramas se pasan mejor.

También sabréis que terminó porque todas las series deben acabar. Es ley de vida. Ojalá las series duraran para siempre y a los espectadores nos siguiera despertando siempre la misma emoción… Porque esta sería una de las series que me hubiera encantado seguir siempre.

Sin embargo, no estoy aquí para hablar de The Fosters. Estoy aquí para hablaros de su spin-off: Good Trouble. Se sabe, se dijo, se comentó que habría un spin-off de Mariana y Callie en sus aventuras por la gran ciudad y se hizo realidad.

Acaba de terminar la primera temporada y vengo a hablaros de lo importante aquí: el croqueteo.

Aparte de haber variedad aplastante de situaciones que están a la orden del día: gordofobia, poliamor, relaciones abiertas, racismo o diferencia de clases, cosa que adoramos; hay un personaje bollo y os lo quiero presentar (es posible que haya spoilers a partir de ahora):

Alice es un ser de luz. Amo su personaje sobre todas las cosas porque es muy buena persona. siempre quiere ayudar a los demás. Esto provoca que el resto del mundo se aproveche de ella, incluida su exnovia.

Aunque haya tenido novia, no está fuera del armario y no ha superado a su exnovia, chica que sigue siendo su amiga y pulula por su vida sin dejarle superarlo. Evidentemente, no les ha dicho a sus padres que es bollera porque piensan que son antiguos y tradicionales que no la respetarían. En el vídeo, la propia actriz habla del personaje. La describe en tres palabras: apologetic (no tiene traducción, pero significa “que se disculpa constantemente”), adorable y gay.

 

Así es como te presentan a su personaje en los primeros capítulos, no quiero desvelarte la evolución de su personaje en la primera temporada, pero es una de las evoluciones más bonitas y solo por eso merece la pena ver la serie.

¿Saldrá del armario con sus padres? ¿Superará a su exnovia o volverá con ella? ¿Aparecerán más personajes croquetos?

Ponte ya a ver la serie, copón.

‘Cómo superar un bollodrama’, de Paula Alcaide

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A veces creemos que el amor es infalible y todopoderoso. Olvidamos algo tan elemental como que las relaciones reales pueden venir con turbulencias y tenemos que convertirnos en expertas en manejar esa nave.

Paula Alcaide es psicóloga especializada en atender a mujeres lesbianas y bisexuales. Su trabajo diario está enfocado a ayudarlas a convertir en una fortaleza su orientación sexual y disfrutar, así, de sus relaciones sin miedos, ansiedad, vergüenza o culpa.

Tal y como declara en su página web (que os invito a visitar encarecidamente para que os informéis más sobre ella y en todo lo que puede ayudaros) se dedica a esta preciosa profesión por vocación y, asegura, haber disfrutado muchísimo del estudio de su carrera.

Y hoy aprovecho este espacio que me regalan en HULEMS para hablar de un libro que considero que necesitaba y que muchas de vosotras, estoy segura, también necesitáis. Un libro que puede ayudarnos a convertirnos en mujeres libres de estigmas (lema de Paula que corona su página también).

¿Has tenido falta de deseo sexual? ¿Alguna vez te has embarcado en alguna relación tóxica, y has tardado en reconocerla? ¿Los celos se han comido tu relación de pareja? ¿Te has enamorado de una mujer heterosexual que no te ha correspondido?

Estas son algunas de las cosas que han vivido muchas de las mujeres que mantienen relaciones afectivas con otras mujeres. Y es que ninguna estamos a salvo del temido “bollodrama”, esas situaciones intensas en nuestra vida emocional que, a veces, no sabemos controlar.

En mi libro te doy algunas de las pautas que mejor han demostrado funcionar para reconocer estas situaciones, y también para gestionarlas. Porque, sí, se puede salir de un bollodrama.

Más allá de tratarse de un libro compuesto de herramientas de autoayuda y de autogestión para nuestra vida, nuestras relaciones interpersonales (con parejas y con amigas) y nuestro autodescubrimiento, el primer título de Paula Alcaide es uno de los pocos ensayos que hay enfocados a mujeres y, además, para mujeres lesbianas.

Parece mentira, desde luego, que a mis veintiocho años en el momento de leer este libro y escribir esta reseña, tuviera tanto que aprender. Y parece mentira también que en sus apenas trescientas páginas, Paula Alcaide haya sido capaz de enseñarme/nos/te tanto. Tal vez porque una vez más, nosotras somos las grandes olvidadas de la psicología (como de otras muchas ciencias) y, por eso, en mayor o menor medidas, hemos asistido a terapias insuficientes, estigmatizadas o incomprensivas, que nos han marcado y nos han silenciado todavía más si cabe.

Un cambio siempre viene acompañado de una resistencia.

Si hace poco hablaba del lanzamiento del libro de la, también psicóloga, María Fornet, Feminismo Terapéutico y me entusiasmaba haberme encontrado, en Cómo superar un bollodrama me he podido definir mejor. Pensamientos, actitudes, autoestima, asertividad, incomprensión social y estigmas oscuros que nos pertenecen pero que, en ocasiones, no sabemos identificar. Y estas características de nuestro carácter (por nacer en un mundo homofóbico y machista) afectan directa e indirectamente a nuestras relaciones amorosas y a nuestras conexiones con las demás personas de nuestro entorno.

Comienza Paula Alcaide definiendo lo que ella entiende por bollodrama:

El bollodrama, entendido como una expresión coloquial y a veces usada en contextos jocosos, no deja de ser el “drama” -entendiendo drama como una situación de alta intensidad emocional- desproporcionado que en ocasiones aparece entre mujeres que mantienen una relación afectivo-amorosa y que puede derivar en que la relación se convierta en tóxica.

Pero, además, asegura:

En general, se podría decir que las mujeres no somos más dramáticas por el mero hecho de serlo. Estar en pareja o mantener relaciones sanas con nuestro entorno no es cosa fácil, pero aquí no estamos hablando de pataletas o comportamientos infantiles definidos por el género que los doctores te asignaron durante tu nacimiento. Lo que sí condiciona el comportamiento de las mujeres son los patrones culturales en los que hemos sido educadas. La mayoría de nosotras hemos crecido en entornos en los que se refuerza nuestro papel de cuidadora, receptora, comunicadora.

Sí, apenas un puñado de páginas iniciales y la psicóloga y escritora ya nos empieza a liberar de los roles y los estigmas que tan afianzados tenemos (y nos hacen tener).

Ciñéndome a lo personal, y como ávida consumidora de literatura psicológica de autoayuda desde hace muchos años, este ensayo/guía de Paula Alcaide me ha gustado mucho. Pero mucho. Diría que es porque ha llegado directamente al punto silencioso de una cuestión (o de muchas cuestiones) que yo misma desconocía. Me he mirado al espejo de la personalidad propia y he entendido los matices de muchos de mis pensamientos. Es importante encontrarnos y mimarnos, pero a veces necesitamos que alguien profesional nos ayude a ello.

Nadie dijo que esa persona tuviera que ser como tú, ni siquiera que os gusten las mismas cosas. En ocasiones ponemos expectativas tan altas en nuestra pareja que solo conseguimos empeorar la situación.

Los capítulos que suceden el nudo y el desarrollo de este libro son amenos, de un ritmo liviano y que nos puede ayudar a aminorar la ansiedad personal en muchos párrafos. Y es que, además de darnos conceptos y definiciones necesarias para nuestro aprendizaje, Paula acompaña los textos de experiencias realistas desde diferentes puntos de vista que, sin lugar a dudas, nos ayudarán a entrenar nuestra inteligencia emocional. Sin rarezas. Con contundencia.

Y, a todo esto, añadir las citas literarias que nos acompañan durante la lectura y que vuelven a demostrar, una vez más, la factultad de los libros de estar con nosotras, de ayudarnos y de mimarnos. Como superar un bollo drama no es solo una obra imprescindible de psicología, sino que, narrativamente, está plagada de belleza e intensidad.

Puedes comprar Cómo superar un bollodrama en este enlace. 

Fundación Triángulo Extremadura prepara un concurso que no te puedes perder

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¿Estás harta de la falta de representación lésbica en todas las ramas del Arte? ¿Te enfada que la poca representación que existe esté construida a través de una mirada masculina que cosifica nuestros cuerpos y convierte nuestro deseo sexual en un fetiche? ¿Te interesa la fotografía, ya sea como afición o de un modo más profesional?

Si has respondido “sí” a todas estas preguntas, Fundación Triángulo Extremadura ha puesto en marcha una iniciativa ideal para ti: un concurso de fotografía sobre sexualidad lésbica titulado “Si hubieran existido dos Evas”, cuyo objetivo principal es representar la sexualidad entre mujeres alejándola de la eterna mirada patriarcal, para conseguir así plasmar nuestra realidad de una forma mucho más honesta, fiel y, por supuesto, reivindicativa.

Las fotografías podrán enviarse hasta el día 15 de abril al correo eléctronico servicioplural@fundaciontriangulo.es. Las mejores serán elegidas por un jurado íntegramente femenino, se expondrán en zonas rurales de Extremadura y sus autores/as recibirán además otros premios como una noche de hotel para dos personas en la fecha de celebración de la Fiesta de los Palomos, así como pases VIP para la misma. Las obras elegidas se harán públicas el 26 de abril, coincidiendo con el Día de la Visibilidad Lésbica.

Así que ya sabes: si apuestas por la fotografía y por una representación lésbica decente, ¡no dudes en participar! Aún estás a tiempo y seguro que tienes mucho que aportar con tus fotos.

(Pincha aquí para consultar las bases al completo).

 

Opinión: de referentes, drag queens y visibilidad

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Milk

Durante los seis años que llevo en escribiendo en esta web, los últimos cuatro también dirigiéndola, he ido viendo cómo todos los asuntos referentes al colectivo LGBT, y en especial a todo lo que atañe a las mujeres que estamos dentro, ha ido cambiando y modelándose al ritmo de los tiempos, como lo hace casi todo en esta vida. Hay cosas que están de actualidad o en valor, cosas de las que se habla, y otras que quedan relegadas por lo que sea. Y hay conceptos que servían hace tiempo, pero ya no.

Cuando empecé a interesarme por la cultura LGBT y todo lo que ella implicaba, yo pensaba que tenía las cosas clarísimas. “Esto es esto, y no es otra cosa, porque lo pone en este libro tan gordo que ha escrito esta señora que sabe más que yo”. Y a veces es así, y otras, muchas, la experiencia y la conversación te va enseñando que hay cosas que no aparecen en los libros, y sobre todo que la experiencia humana es rica, muy rica, y a lo mejor los estándares elevados se olvidan de que, bajo toda la teoría y todos los conceptos académicos, podemos aprender de muchas otras fuentes, e ir avanzando en algunos aspectos con los que antes estábamos a gustísimo, pero que ya no son suficiente.

Uno de ellos es la visibilidad. Siempre he sido partidaria de la máxima que dice que, cuanto más se vea, cuanto más visible, cuantos más referentes haya, mejor. A más número, más posibilidades de que haya algunos que sean válidos, y cuyas actividades y propuestas, y sobre todo su exposición, nos ayuden a todos. Estoy convencida de que la visibilidad, simplemente por el hecho de ser, es positiva, porque abre un mundo a aquellas personas carentes de referencias.

Peppermint, primera mujer trans en tener un papel en Broadway

Pero lo que percibo que sucede a veces es que cualquier persona visible se convierte automáticamente en un referente, sin pedirle nada más y siendo extremadamente complacientes con nosotras mismas, porque creemos que con eso basta. Que su labor en visibilidad es tan buena que eso las transforma en altavoces unidireccionales de toda la comunidad, cuando eso es algo por definición imposible, ya que la comunidad es tan diversa como la suma de sus partes. Y mucho peor es cuando esos referentes se arrogan ese papel, el de voz inequívoca de todo un colectivo, para, quiero creer que por desconocimiento porque la alternativa me gusta menos, enfrentar y dividir a personas que estamos en la misma lucha.

El colectivo LGBT es diverso. Cada una de sus partes tiene necesidades específicas, diferentes reclamaciones en tanto en cuanto somos diferentes unos de otros. Pero desde luego lo que sí tenemos son una serie de puntos comunes que no podemos ni olvidar ni intentar utilizar para separarnos. Las mujeres necesitamos más representación, y de muchísima mejor calidad en todos los ámbitos de la vida, y desde luego también en todo lo tocante a actos del colectivo LGBT, que sí es cierto que muchas veces parecen únicamente dirigidos a los hombres del mismo. Lo que no parece lógico es hacer esas demandas echando barro sobre una de las piedras angulares de la cultura LGBT, las drag queens.

No soy, ni mucho menos, una especialista en su historia, pero no hace falta serlo para saber que no nacieron con Rupaul’s Drag Race, sino que este programa ha contribuido a que sean un fenómeno de masas y que personas de todo el mundo, y no solamente hombres gays, conozcan tanto la cultura drag como muchos de los problemas de la comunidad LGBT: rechazo social y de las familias, problemas de autoaceptación, transtornos mentales asociados al bombardeo de mensajes negativos sobre identidades y orientación sexual, terapias de conversión y un sinfín de asuntos de los que a veces nos olvidamos porque nuestra existencia personal es relativamente plácida. Ahora tenemos un programa en el que la gente habla de que los han echado de casa por ser gays, y eso está poniendo este asunto en la palestra cuando hasta hace no tanto era prácticamente tabú. Y tenemos un programa en el que se muestra cómo, cuando todo falla, siempre tienes gente que te quiere tal y como eres. 

Las drag queen han evolucionado también al compás de los tiempos, y decir que perpetúan estereotipos de género es demostrar bastante ignorancia. Si nos queremos ceñir sólo a las que salen por la tele, por acotar al mainstream, hay artistas visuales realmente interesantes que no es que perpetúen nada, es que cogen el género y le dan una patada al fondo de la sala para convertirse en seres lisérgicos y libres que hacen lo que les da la gana. Porque no tienen que pedir permiso a nadie.

Valentina, persona no binaria

Y, por otro lado, algunas de las drags que participan en este programa, han contado que son mujeres trans o no binarias, dotándolas de visibilidad y hablando de los problemas que eso conlleva, también, dentro del mismo colectivo LGBT que muchas veces chorrea transfobia sin que nos demos cuenta. Hablar de “hombres con tacones” es, como poco, faltar al respeto.

En momento como este, donde el Orgullo muchas veces parece que ha pasado a ser ese día de calorcete en el que salimos a bailar a la calle sin que nada nos perturbe porque ya somos ciudadanos de primera y todo fenomenal, no está de más acordarse de quién se ha llevado siempre el primer palo físico. La respuesta no suele ser las lesbiana cis normativa, sino la drag queen llena de purpurina, o la mujer trans que simplemente pasea por la calle. Y no reconocerlo supone un egoísmo atroz, mostrando que vivir en una burbuja no es buena idea. Las mujeres LGBT seguimos necesitando más referentes.

Cosas que no me gustan de ‘Skam España’

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Hoy os vengo con una actualización de Skam España. Ya dije aquí hace unos días que se venía representación bisexual femenina y llevaba razón.

Mi corazón de bollera empezó a crear fantasías porque allá donde haya un barco, yo que me subo, aunque esté hundiéndose como un Titanic (Albalia, ni olvido ni perdono). Se estrenaron los primeros clips. El maravilloso personaje de Joana hizo su aparición en la fiesta y hemos visto cómo se va creando el drama (mejor dicho, BOLLODRAMA).

Y aquí viene donde tengo que ponerme un poco en modo madre y deciros dos cositas:

(A partir de aquí, habrá spoilers tanto de La vida de Adele como de Skam España)

La primera cosa es comentar algo sobre la escena en la que se conocen. Os pongo en situación a las que no lo hayáis visto: Cris sale a tomar el aire y se encuentra con Joana que también está tomando el aire. Empiezan a hablar y, de repente, suena I follow rivers en la discoteca. Ya imagináis por donde van los tiros… Joana le dice que si no conoce la canción, que es de una película y que tiene que ver La vida de Adele.

MAL.

Creo que hay películas y referentes mucho mejores que esa película. Personalmente, fue la primera película lésbica que vi y desearía que no lo hubiera sido.

Es una película que no tiene un final feliz, que representa muy mal una relación amorosa entre dos mujeres y que tiene una escena sexual incomodísima y nada sensual. No es la mejor película para recomendarle a alguien, y menos si está en sus inicios.

Quizás la película tiene su porqué y en una emisión futura vemos que tiene algún significado en la serie. Quizás…

Yo habría hecho la escena diferente. Si querían una canción que representara a las bolleras podrían haberme puesto a Hayley Kiyoko y su Girls Like Girls. Sin embargo, siento que La vida de Adele es tirar del cliché.

Bien, hasta aquí mi TedTalk sobre por qué el cliché de La vida de Adele está mal.

La segunda cosa es el bollodrama que han creado. Que sí, que en toda serie tiene que haber un drama porque forma parte de la trama. Si no hay un problema ni hay nada que resolver, no hay serie.

El drama: Joana claramente tontea y casi está a punto de besarse con Cris cuando aparece su novio, el de Joana.

(Querida bollera, tú que estás acostumbrada al drama, cómo no lo viniste venir, cómo no viniste venir que todo se iba a complicar…)

Cabe la posibilidad de que su novio y ella tengan una relación abierta y no hubiera ningún problema por parte de Eloy (así se llama el tercero en discordia), pero dudo tantísimo que vayan a rizar el rizo de esa forma en una serie sencilla como es Skam. Esto nos lleva al triángulo amoroso Eloy-Joana-Cris. Lo peor es que hay otro chico (¿el cuarto en discordia?) que se llama Rubén y que probablemente forme otro triángulo amoroso con Cris y Joana.

Y todo esto, ¿para qué? Si sabemos que se van a acabar juntas (espero que sí, Movistar, si no tendrás una horda de bolleras delante de tu sede). Se puede montar drama de muchísimas formas, os prometo que sí.

Solo tienes que mirarte a ti que, en una tarde de domingo, te puedes rayar y te da una crisis existencial (y ya estás rozando el cuarto de siglo de edad). Imagina cuando eres adolescente. ¿Acaso has olvidado la de dramas que montabas cuando eras más joven y ni de lejos eran tan grandes como imaginabas? Y no necesitabas terceros ni cuartos en discordia ni que tu crush tuviera novio ni ningún otro bollodrama cliché que se te ocurra.

Así que, ya sabéis, creadorxs de contenido, si vais a poner un bollodama (tranquis, estamos acostumbradísimas ya), sed originales.

‘Queer eye’: Jess Guilbeaux consigue financiación para sus estudios

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Uno de los programas favoritos de la audiencia de Netflix es Queer Eye. En él, los cinco especialistas especialistas Bobby, Karamo, Jonathon, Antoni y Tan intentan, episodio tras episodio, cambiar ciertos aspectos de la vida de algunas personas en temas como su nutrición o el espacio en el que viven. El caso es que han cambiado de otro modo la vida de Jess Guilbeaux, y es un cambio real y duradero.

Jess Guilbeaux ha sido la primera protagonista mujer y lesbiana de los programas, que casi siempre se encargan de hombres un poco desastre. Su historia es la de tantas y tantas personas en Estados Unidos (y otras partes del mundo): empiezas una carrera universitaria con toda tu ilusión, y los pagos se te van haciendo tan cuesta arriba que, al final, tienes que abandonarla, llevándote contigo las deudas.

Tras su paso por el programa, una buenísima persona llamada Vanessa Gamet abrió un Gofundme, un crowdfunding, para ayudar a Jess, y no sólo le han dado un respiro en los pagos, sino que ha recaudado más de 92.000 dólares de la meta de 100.000, lo que le ha permitido ya pagar sus deudas. El resto lo utilizará, según un mensaje que la propia Jess ha dejado en la página, para retomar sus estudios. ¿No es maravillosa a veces la vida?

Vía: Gofundme 

La varita más mágica: Smart Wand de Lelo

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Confesión número uno del día: desde que vi las magic wands en algún que otro vídeo porno siempre quise tener una. Por eso, en uno de mis viajes a Copenhague me lancé y compré una que resultó ser un chasco. ¿Y los gemidos brutales de las actrices que la usaban? A duras penas yo llegaba al orgasmo con aquello. Luego me llegó la Smart Wand de Lelo y, tras probarla, me di cuenta de que aquella que había comprado en Dinamarca era de todo menos mágica. Déjame que te cuente…

Antes de nada, debes saber que Lelo ofrece su Smart Wand en tres tamaños distintos. Yo voy a hablarte de la grande, que es la que he probado a fondo, porque a mí me gusta hacer las cosas a lo grande. Como cualquier otra magic wand, tiene su cabezal y su mango, como puedes observar:

De entrada, vemos que el diseño es insuperable. No os enseño la danesa porque os reís, vamos. Smart Wand forma parte de Insignia, una selección de juguetes de Lelo que cumplen con la elegancia y el acabado de sus productos. Fabricada en silicona, tiene un tacto agradable y muy suave al cuerpo.

Asimismo, cabe decir que este juguete, además de usarse para actividades de índole sexual, también se comercializa como herramienta terapéutica para liberar tensiones musculares. En serio. Hablo de contracturas, dolores en las piernas, etc. magnífico. Yo me traigo a Smart Wand conmigo cuando me doy un baño y estoy muy cansada, ya que es sumergible.

Para que te hagas una idea de hasta qué punto lo han diseñado con ese fin, resulta que tiene un sistema llamado Sensetouch™ que consiste en lo siguiente: cuando tú aprietas el cabezal contra tu cuerpo las vibraciones se vuelven más potentes simulando lo que ocurriría en un masaje profesional. También ayuda mucho su forma y mango ergonómicos, pensados para acceder a zonas como la espalda sin problemas. Si ya suena increíble para masajearte la espalda imagínate en otros lugares…

Con ocho patrones de vibración y sus distintas intensidades tienes para descontracturarte o divertirte para rato. Encontrarás una interfaz sencilla con tres botones (patrón, subir intensidad o bajar intensidad) y bastan dos horas de carga para otras dos de terapia… del tipo que tú quieras. Además, la potencia es, desde luego, lo que más destaca de este juguete. Tanto es así que las vibraciones irradian por todo el dispositivo hasta llegar a la mano con la que lo sujetas y pueden causar un ligero hormigueo si te pasas mucho tiempo.

Smart Wand es bastante silenciosa pese a su imponente potencia, aunque con las intensidades mayores puede volverse más audible. De todos modos, sigue tratándose de un juguete que brilla también por su discreción.

El cabezal es flexible, pero también ancho. Eso me ha gustado sobre todo enfocado en el uso más sexual porque cubre una zona de estimulación mayor a lo que estoy acostumbrada. Eso es, además de vibrar sobre el clítoris lo hace sobre los labios de la vulva cubriendo muchas más terminaciones nerviosas. No hace falta que te diga que el orgasmo es intenso no, lo siguiente.

El placer brota. Brota mucho.

Ya que estamos, voy a recomendarte una postura genial con Smart Wand. Debes estar sentada (usa cojines para ponértelos tras la espalda y estar cómoda), colocar el cabezal en la vulva con el mango hacia arriba y… disfrutar. Si juntas las piernas la vibración será (aún) más potente y podrás usar el juguete sin manos.

Como todos los Lelo, viene en un packaging de lujo y trae su funda para que puedas guardarlo. Además, tienes un año de garantía y diez años de garantía de calidad.

Recomiendo este juguete a personas muy estresadas, porque funciona de lujo. Si no liberas tensiones por un lado… las liberarás por otro. If you know what I mean. No lo veo demasiado indicado para usar en pareja como en solitario, aunque puede funcionar muy bien si quieres sorprender a tu chica con un buen masaje erótico.

¿Más sobre Smart Wand de Lelo? Pásate por AQUÍ.

Mi Top Personal de Parejas de Anime

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¡Hola, croquetillas! El artículo semanal es producto de tres factores. Primero, que Marca me deja escribir lo que quiera, a veces tendrá resultados inesperados, como el artículo de hoy o el artículo de las seiyuus. Segundo, tengo dos reseñas más, pero quiero ver cómo las enfoco. Tercero, empieza la temporada de primavera, pero no quiero comentar sin haber visto y poder juzgar.

Esto es un artículo totalmente subjetivo, no pretendo ni sentar cátedra ni nada parecido. Muchas no estaréis de acuerdo en mi ranking, lo asumo. Para cada pareja comentaré cosas buenas y malas que tienen, desde mi punto de vista. Como siempre, podéis discutirme lo que queráis en los comentarios.

Como en este tipo de listas, empiezo por las menos favoritas. Pero que conste que todas ellas me hacen gracia en mayor o menor medida, veréis que no comento a todas las parejas de las reseñas que he hecho.

20. Shizuma y Nagisa [Strawberry Panic]
Último puesto, lo siento. Tienen más física que química, esto les hace perder muchos puntos. A veces tienen una lógica de mierda que no hay por dónde entenderla, se abusa de un drama que no es para tanto. Pero como no hablan las cosas, pasa lo que pasa.
Shizuma y Nagisa

19. Teko y Pikari [Amanchu]
Dad gracias de que ganáis a las anteriores. Y salen en el ranking a pesar de la rabia que me da cómo hicieron aquel giro argumental [¡Y hasta rima!]. Empezaron totalmente adorables, pero luego se marcaron un Rizzoli & Isles. Las heteras más bollos del anime. O las lesbianas más heteras. Vete tú a saber. Las pongo porque la primera temporada me robó el corazón y prefiero quedarme con ese sentimiento. Pero no es sano para las croquetas sufrir estas desilusiones, que no sobran los personajes bollo molones.

18. El trío de Kashimashi
Suelo odiar un poquito a los tríos amorosos porque suele ser una excusa barata para marear la perdiz, pero admito que estas tres me hicieron gracia. Drama justo y un final más que aceptable. Aparte de que ganan en el punto de que negocian las dos rivales que luchan por el amor de Hazumu, eso creo que nunca se ha visto que firmen una tregua por el bien de la persona compartida.

17. Sumika y Kazama [Sasameki Koto]
Realmente los puestos del 17 al 14 podrían tener un puesto empatado, pero había que numerarlas y han quedado así. Las protas de Sasameki Koto tienen su gracia, pero les falta la picardía de sus compañeras de serie. Y el final del anime podría ser más que esa mirada intensa, no sé. Fue la muestra menos visible de toda la serie. Chicas, un abrazo al menos, coñe.

16. Touko y Yuu [Yagate Kimi ni Naru]
A estas las coloco un poco bajo de la lista porque se pasan de originales y les falta conversación. Vale que ya está todo inventado y que es complicado crear tramas originales. Pero, de verdad os lo digo, que no falte el diálogo porque la trama no puede depender de tanto lío por falta de diálogo. Me parecen súper tiernas, pero algunas cosas no son nada lógicas. Aparte de que el anime se queda excesivamente colgado, supongo y espero que continúen la trama.
Touko y Yuu

15. Hikari y Karen [Shoujo Kageki Revue Starlight]
Estas ya dialogan más que otras parejas anteriores. Pero tampoco son muy explícitas a la hora de expresar sus sentimientos. Les faltó dar más forma a sus sentimientos. Porque mira que hacen de todo las unas por las otras [que son varias parejas en juego], pero no dicen lo más importante, que es a qué nivel se quieren. Porque dejan claro que son más que amigas, pero muestran lo justo sin especificar. Por eso os quedáis en el puesto 15, lo siento.

14. Nanoha y Fate [Mahou Shoujo Lyrical Nanoha]
Dos mejores amigas que realizan una boda siendo crías intercambiando sus lazos. Que cuando crecen comparten casa, cama y adoptan a una niña. Pero a los productores no les sale de los cojones decir que son pareja. Ole, ole y ole vuestros 8 pares cuadrados. Menos mal que las seiyuus sí saben lo que hay y actúan en consecuencia.

13. Chikane y Himeko [Kannazuki no Miko]
Sí, a pesar de todo adoro a esta pareja. No es favorita-favorita, pero les tengo mucho cariño. ¿Por qué? Porque sí demuestran sus sentimientos, entre todo el chocho que montan con el Orochi, el triángulo amoroso y demás. Las chicas van superando todas las locuras que se les ponen por delante [de nuevo, qué arte tengo eligiendo palabras] y acaban juntas y felices. Y qué coño, que Chikane lo mola todo.
Chikane y Himeko

12. Utena y Anthy [Shoujo Kakumei Utena]
Sí, no entran en el top10, lo siento. Es decir, las adoro, pero voy a decir una chorrada, les faltaba ser más obvias. El problema de esta historia es que es rara de narices y a veces se lían mucho entre metáforas oníricas y fumadas varias. Son una gran pareja, pero a veces no sabes muy bien los sentimientos de cada una de ellas. Se insinúa más en los temas musicales que en la serie en sí. Aunque al final dejan claro lo que hay, pero muy al final. Durante la serie es mucho más gay y obvia Juri, valga la redundancia con su nombre. Pero a la pareja protagonista a veces le faltaba un toque más romántico o más evidente.

11. Natsuki y Shizuru [Mai Hime / Mai Otome]
No me refiero a la versión de Mai Otome, sino a las de Mai Hime. En Otome sí son pareja más formal. Pero a mí me encantaron en Hime, la primera serie, donde se las ve crecer como pareja. Aunque al comienzo Natsuki reniega de toda la raza humana y va de asocial por la vida, poco a poco se dejará querer por la loca-pero-formal de Shizuru. Aparte de que demuestran que se aman la una a la otra en su batalla final, eso no tiene vuelta de hoja de ninguna manera.

10. Aoi y Hinata [Yama no Susume]
Sí, estas dos petardas están en el top10. ¿Por qué? Porque, aunque no esté catalogado como shoujo ai la serie, realmente lo es. Aoi se esfuerza siempre un montón por seguir a Hinata. Y Hinata se adapta siempre a Aoi. Nunca se van a dar un beso ni nada parecido, lo tengo claro. Tampoco espero verlo. Pero, para mí, son una pareja genial. Por eso van delante de otras parejas.

9. Maria y Tsubasa [Senki Zesshou Symphogear]
¿Qué puedo decir de estas dos? Por favor, son geniales. Ya de por sí, Symphogear es una serie totalmente bollo. Hay varias parejas y las chicas son un punto. Maria aparece en la segunda temporada, acompañando a Tsubasa como cantante. Maria sí es más directa varias veces, que saca los colores a Tsubasa. Y Tsubasa, que ya empieza a sociabilizar tras la primera temporada y empezar a superar sus traumas, se deja llevar por Maria. De nuevo, no veremos besos entre ellas [¡Ojalá en la quinta temporada!], pero tienen una tensión sexual entre ellas muy curiosa.

8. Nanaho y Kuon [Gokujou Seitokai]
Vale, hago trampa, pero explico el motivo. Estas no son pareja. Ahí está la trampa. Pero, sinceramente, hacen un dúo perfecto. Con el derecho que tengo al usar cierto apodo, diré que aquí mi amiga es un poco tonta [aunque la entiendo perfectamente, por eso digo que es tonta], debería dejarse de imposibles e irse con la que hace tan buena pareja. Nanaho y Kuon tienen una complicidad brutal. A pesar de sus muchas diferencias, en el fondo tienen buen rollo. Aparte de que santa paciencia la de Kuon para aguantar a la pelirroja. Yo me quedé con ganas de que fueran pareja, porque serían como otras que yo me sé, pero más realistas.

7. Eri y Nozomi [Love Live]
Llego a la bollería del Love Live. Nozomi es mi favorita, de todas ellas. Lo siento, pero es así. Y su matrimonio más que establecido con Eri me encanta. A veces les falta ser un poco más directas, pero hay varias escenas que no tienen desperdicio alguno. Como cuando Nozomi dice que le encantaría ver a Eri con ropa sexy [¿No la has visto ya así?]. O lo del parfait que repiten, con sonrojo incluido [todas sabemos que parfait es una palabra clave entre ellas, esto es así].

6. Kanan y Mari [Love Live Sunshine]
Como vieron que funcionaba el tema bollo, en Sunshine decidieron explotarlo. Realmente Love Live va aprendiendo y evolucionando, de ahí que la segunda serie fuera más bollo, porque funcionó. Kanan y Mari superan al resto a nivel de parejas. Esa escena de las dos durmiendo juntas y Mari que tiene la mano en la teta de Kanan. O que Kanan sepa cuánto pesa Mari con cogerla en brazos. O la pedida de mano de Kanan al final de la segunda temporada. ¿Necesitáis más pruebas?

5. Yoshino y Rei [Maria-sama ga Miteru]
Primas por parte doble. Primero, son primas de sangre, pero también son pareja hermanada [esta explicación va en mi pareja número 1]. Me encanta porque se complementan. Rei es una calzonazas y Yoshino es un rabo de lagartija. Realmente me parecen una pareja adorable que ha ido aprendiendo a tratarse y maduran juntas. Aparte de que fue muy épica la escena de “ven que te enseño la cicatriz”, que todas sabemos que como excusa podía estar más trabajada.

4. Anne y Grea [Manaria Friends]
La última pareja que me ha robado el corazón. Adorables, tiernas, frescas… ¿He dicho ya que son adorables? Aunque ya os conté que no esperéis algo hormonado, su relación es preciosa y toda la serie en sí te llega al corazón. Realmente son ese tipo de relación que saca mi lado más tierno. Aunque sea algo muy ñoño, me han alegrado el corazón. Y no aparecen en puestos más altos porque las otras tres parejas me ganaron antes.
Grea y Anne

3. Tohru y Kobayashi [Kobayashi-san Chi no Maid Dragon]
Chu Chu Yeah! Son de lo mejorcito que he visto nunca. Aparte de una pareja adulta. Joven, pero adulta. Dos seres que van aprendiendo a convivir y a tratarse, superando diferencias varias, que al final deciden que les gusta estar juntas, que se necesitan mutuamente. Dos adultas serias y responsables que viven juntas cuidando a una niña pseudo-adoptada.
Tohru y Kobayashi

2. Sachiko y Yumi [Maria-sama ga Miteru]
Mis rosas rojas del alma. Para muchas esta pareja quizás no merezca estar entre los primeros puestos, pero para mí son importantes. Quizás no demuestren de forma muy visible el amor que se tienen, pero realmente son una pareja que va evolucionando y aprendiendo. Se ganan mi segundo puesto por aquella escena súper mega preciosa del tercer episodio de la tercera temporada, donde Sachiko le dice a Yumi que, aunque no pudiera verla con los ojos, podría distinguirla sin problemas porque la ve con el corazón. Joder, a mí me dicen algo así y no respondo, por dos motivos. Uno, me quedo sin palabras y cuando pueda reaccionar, no reacciono hablando.
Sachiko y Yumi

1. Haruka y Michiru [Sailor Moon]
¿A alguien le sorprende que estén en mi puesto número 1? Es la mejor pareja que he visto nunca. Y no lo digo porque ellas en sí sean perfectas, sino por el tipo de relación que tienen. Lo que las hace perfectas es el trato que gastan. Ya no es solo que se complementen, sino la confianza, complicidad, ese entendimiento que tienen. Cuando yo digo que quiero una novia como Michiru, no me refiero a Michiru en sí [bueno, tampoco es que ponga yo pegas a Michiru precisamente], sino a esa relación cómplice. Yo quiero tener esa confianza con mi pareja. Que además es precioso el capítulo 106 del anime original donde cuentan el cómo se conocieron. Y el hecho de que Michiru no mate a base de collejas a Haruka más de una vez demuestra que es amor del bueno. No, Michiru no hace méritos para collejas. Lo de las primas que dije antes es porque la censura de Estados Unidos las puso como primas, lo cual era muy raro, de ahí mi comentario en Rei y Yoshino.
Haruka y Michiru

Y hasta aquí la bizarrada de artículo semanal. Que además, para ser artículo de “relleno”, me ha quedado mucho más largo de lo que pensé en un comienzo. Las próximas semanas le daré una vuelta de tuerca a un par de animes muy feministas con toques de croqueteo. Y luego espero poder comentar series de la nueva temporada de primavera tras haber juzgado un poco el panorama.

¡Gokigenyou!

Nanaho.

Keala Kennelly, campeona del mundo de surf

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Keala Kennelly se ha convertido en campeona del mundo de surf. Tiene méritos de sobra para ser una de los mejores surfistas del mundo, y así lo atestigua esta victoria. Esta hawaiana de 40 años empezó como profesional del surf con a los 17, y ganó la Triple Corona de Surf en el 2003 por obtener las mejores clasificaciones en Hawaiian Pro, World Cup of Surfing, Pipeline Masters.

En 2016 ganó el premio Pure Scot Barrel del año en los XXL Big Wave Awards conviertiendose así en la primera mujer en ganar en la categoría de género abierto. También es DJ y actriz cuyos créditos incluyen la película Blue Crush de 2002 y la serie de HBO John From Cincinna.

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"Nobody gets to be a champion without the love and support of so many people. I want to thank everybody in my life that helped me get here. My family, my friends, my partners. my bubbie @msnowhite My shaper Ian Wright @aftermathsurfboards . All the different sponsors I’ve had. People that coached me, trained me, the WSL, the water safety, the photographers and the fans. Thank you. This is for my son Kekoa. He lives hundreds of miles away from the nearest ocean. Not being in my sons life as much as I would like to be has been one of the most painful sacrifices I have had to make for the sport that I love. My son is 7 years old. Who here knew what they wanted to be when they were 7 years old? I did. I wanted to be world champion. That was my big dream. When I was 25 it looked like my dream was going to come true and then at the last moment it slipped through my fingers and I finished #2 in the world. I was devastated and when I walked away from the tour a couple years later I felt like my life was over because I failed at my big dream. When I look back now what I’ve realized is that that wasn’t really my dream at all… because I wasn’t dreaming BIG enough and that wasn’t the end that was in fact just the beginning. Now Im part of an elite group of athletes that are riding waves that are so big and so challenging that we are pushing the boundaries of what is humanly possible and that inspires both men and women all over the world to push their own limits. I wasn’t dreaming big enough because the 25 year old me was hiding in the closet, soaked in shame, living in fear of people finding out and hating myself because I didn’t think you could be world champion AND be gay. I needed to dream bigger because now I get to be the first openly gay world champion and I get to proud of who I am and I get love myself just as I am not as others want me to be. It’s my hope that I will inspire other LGBT athletes that are suffering in silence to live their truth. I needed to dream… so- much- bigger because when I was 25 the prize $ for the men and women athletes was radically different and now I get to be world champion with equal prize $

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Kennelly celebró su primer título del Big Wave Tour 2018, una competición internacional anual organizada por la World Surf League. En su discurso Kennelly habló de su victoria y compartió con el resto del mundo las dificultades de ser una deportista dentro del armario.

Cuando tenía 25 años, estaba escondida en el armario, empapada de vergüenza, viviendo con miedo y odiándome a mí misma. No pensé que podrías ser campeona del mundo y ser gay al mismo tiempo

“Me siento orgullosa de ser quien soy y me amo a mí misma exactamente como soy, no como la gente quisiera que fuera. Soy la primera campeona del mundo abiertamente lesbiana, es mi esperanza que voy a inspirar a otros deportistas LGBT+ que están sufriendo en silencio para vivir su verdad”. Fue un discurso muy emotivo y con intención de inspiraros os lo dejamos aquí:

Después del discurso, hizo un escrito corrigiendo algún dato de su speech porque la primera mujer abiertamente lesbiana en el mundo del surf que ganó un campeonato fue Cori Schumacher (actualmente está dentro del mundo de la política).

Desgraciadamente, antes de publicar este artículo nos hemos enterado que Derek Rielly periodista del mundo del surf, ha decidido escribir menospreciando el campeonato obtenido por Keala y quitándole importancia al haberlo obtenido en un solo evento, o reprochándole que Cori fue la primera y no ella.

El título que ha decido para su artículo es ¿Qué es más importante, derechos de las personas homosexuales o títulos mundiales que importan? El contenido deja bastante que desear pero por si no tuviéramos suficiente ha pensado que la mejor manera de terminar es con: tengo amigos gays.

¿Qué opinas de todo esto?

Vía: advocate.com

Dos lesbianas muertas en TV en 2019, de momento

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Ser lesbiana es agotador, hijas mías. Ahora que mucha gente dice que ser LGBT es una opción, tendríamos que haber elegido mejor. Porque, si nos ceñimos a lo que se ve en las series, es muy probable que terminemos muriendo de una manera totalmente innecesaria. En 2017, 127 mujeres lesbianas y bisexuales fueron personajes recurrentes en las 373 series principales de la televisión, y 13 acabaron muertas. Una proporción preciosa. 2019 no ha empezado mucho mejor, y de momento llevamos dos mujeres LGBT muertas en series de televisión, más un personaje episódico en Anatomía de Grey que no contamos porque es episódico (pero eso no lo hace menos muerte). A partir de aquí, espoilers. 

¿Aló? ¿Funerarias Peláez? Sí, es que me queda poco en la serie. 

Rana Habeeb, 50% de la pareja croqueta de Coronation Street, murió hace unos días cuando se le cayó encima el techo de una fábrica. Lo normal. Pero es que también era el día de su boda. En un giro increíblemente dramático y de dejarte hecha polvo, Rana quedó atrapada cuando el edificio se derrumbó, dejando a su futura esposa esperando en la iglesia. Cuando Kate descubrió lo que había sucedido, corrió para estar junto a Rana, y la pareja compartió sus votos antes de que Rana muriera bajo los escombros. ¿Os estáis haciendo cargo de la situación?

Y como siempre todo puede ser peor, la actriz de Coronation Street, Bhavna Limbachia, dijo que eligió que su personaje Rana Habeeb fuera asesinado porque era “el único final apropiado” para su historia. Apropiado DÓNDE, Bhavna, cariños. Mira que hay finales que proponer a los guionistas, y vas y propones este mojón, y encima te hacen caso. 

Además de la muerte de Rana, que nos ha dejado a todas resoplando de impotencia, también ha fallecido en pantalla Tara Chambler, a quien conocerás si sigues The Walking Dead. Tara fue el primer personaje LGBT de la serie, y en el episodio final de la novena temporada se la han pulido, junto a tres personajes más: Tammy (Brett Butler), Henry (Macsen Lintz) y Enid (Katelyn Cacon). Vale que es una serie post apocalíptica en la que muere hasta el apuntador. Lo puedo comprar, y lo compro. Pero es que siempre, siempre, la lesbiana de la serie acaba muerta, y ya no es que empiece a cansar, es que estamos ya hartas. Como punto positivo diré que Tara apareció en la serie para tres episodios y se quedó seis años, pero es agarrarte a algo. ¿Quienes serán las siguientes protagonistas en caer bajo el maleficio de la lesbiana muerta? Hagan sus apuestas.

Gracias María José por ponernos sobre la pista en TWD.