
Llevamos ya tres episodios de la tercera temporada de la serie, y buena parte del nivel de la serie es gracias a Irene. Ella no es agente, no suele hacer misiones, pero como jefa de logísitca tiene un papel fundamental que se desarrolla entre las paredes del ministerio, y que además es lo que va a hacer girar la trama en esta nueva tanda. La llegada de la Lola Mendieta del pasado, algo que además ha generado la Lola del presente, es un elemento perturbador que ha quedado en manos de Larra, quien ha de determinar el peso que Mendieta tendrá en el servicio.

El personaje de Cayetana Guillén Cuervo, a quien ya no podemos imaginarnos con otro rostro, y que ha aupado a la actriz, que está encantada, al nivel de ídolo, es un ejemplo en muchos ámbitos. Ejemplo de cómo un personaje LGBT, y especialmente una mujer lesbiana, siempre tiene algo más que decir en la trama que su drama personal al salir del armario o enamorarse de su amiga heterosexual. Ejemplo de cómo una mujer puede ser algo más que sus relaciones personales. Ejemplo de cómo los secundarios en una serie son igual de importantes a la hora de generar trama y conflicto que los protagonistas. Y la actriz, ejemplo de cómo se puede disfrutar muchísimo de interpretar a alguien, contagiando ese ánimo a los fans, que la adoramos.
Queda todavía mucha temporada, y muchos episodios, cada uno en su estilo, elaborados con mimo y miles de referencias. Esperamos ver a Irene en todos, o al menos en los máximos posibles, porque siempre, siempre, hace subir el nivel de la serie.

