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Bollopelículas navideñas, la próxima frontera

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No me gusta la Navidad y no me gustan las películas navideñas, pero debido a mis obligaciones como sufrida podcaster en Fan Grrrl, he tenido que verme un porrón este año.

Dejando a un lado el hecho de que creo que me ha subido el azúcar y tengo estrés postraumático que se desata al oír un villancico, me he dado cuenta de una cosa: ¿Y las personas LGBT?

No es que la representación LGBT en el cine sea una maravilla, pero en el sector “películas navideñas” es inexistente.

Y mis gays, y mis personas trans y bisexuales….

 

He visto todo tipo de variaciones de romances heterosexuales. En serio, buscad en Netflix. Poned Antena 3 un domingo. El otro día vi una película en la que una mujer que es adicta al trabajo y nunca se ha enamorado, pasa las fiestas en un hotel que tiene que vender y ¡Oh, Milagro de Navidad! Se enamora de un fantasma. ¡Un fantasma! ¡Que solo aparece en Navidad! Y lo más flipante de todo es que ¡ACABA BIEN!

En ese momento dije, ¡basta ya!  Yo quiero todas estas películas pero con señoras enamorándose. Quiero películas malas, terribles, de presupuesto mínimo y actrices reguleras que hablen de enamorarse en Navidad; para poder verlas bajo una manta con un chocolate caliente y evadiéndome de la auténtica Navidad, la que tienes en casa y no es para nada tan guay.

Así que me he puesto a preparar un argumento posible, a ver si alguien se anima a hacer una película con él.Y ya si tal, me llamáis.

Una Navidad sin ley (A Lawless Christmas)* (*Título pendiente de revisión).

Sarah es una abogada adicta al trabajo que nunca celebra la Navidad. Ni siquiera pone un árbol en su casa, no tiene tiempo, está trabajando. Este año le han prometido un ascenso en el bufete y está más comprometida que nunca.

Le asignan un caso de un cliente muy rico, que trata mal a todo el mundo. El cliente se llama Dick Rogers, tiene una constructora y quiere construir un rascacielos monstruoso en medio de un barrio cálido y acogedor. Si no lo ha hecho todavía es porque no tiene el terreno suficiente, para ello necesita que el refugio de animales sea desalojado.

Sarah tiene que ir al refugio a negociar con la abogada de la protectora, Lisa. Al principio Sarah y Lisa se odian, pero se ven forzadas a pasar un día entero encerradas discutiendo sobre cláusulas y precedentes. Cuando salen, sin haber logrado nada, están preparando la fiesta navideña para recaudar fondos del refugio. Lisa le dice que es tarde, pero que pueden comer un perrito vegano en un sitio cerca, que de todas formas algo tendrán que cenar. Al principio Sarah se muestra reticente, aunque al final va. Lisa la invita y a Sarah le parece que, aunque sea vegano, está muy bueno.

Al día siguiente tienen que seguir las negociaciones. Sarah aparece con dos cafés, uno con leche de soja para Lisa. Y así varios días.

Una noche salen y acaban las dos debajo del muérdago, y Robert que está por ahí con un cachorrito de pastor alemán, les dice que tienen que besarse. Las dos mujeres se ríen y dicen que es una tradición absurda. “Es una tontería”, “a mí me da igual”, “a mí no me importa”, “deberíamos besarnos no sea que nos de mala suerte”. Robert dice “Venga, ¡es Navidad!”. Sarah y Lisa se besan con los ojos cerrados, mucho más tiempo del que deberían para ser un beso de compromiso, y al separarse se miran, se ríen nerviosas y se despiden hasta el día siguiente.

Sarah vuelve a casa sonriendo, suenan villancicos navideños y le da dinero a un músico callejero.

El jefe de Sarah le llama muy enfadado porque el asunto no avanza y la amenaza con despedirla si no consigue cerrar el Refugio inmediatamente.

Tras dudar, Sarah decide dejarse invadir de espíritu navideño y acude al día siguiente a la fiesta de la protectora. Saca a Lisa a bailar y le dice que le ha mandado todas las irregularidades que está cometiendo su cliente en un email, que impedirán que pueda hacerse con el refugio y construir su edificio. Lisa, sorprendida y emocionada, le pregunta si se ha vuelto loca y le da las gracias.

Sarah, sin embargo, le dice que gracias a ella. Llevaba mucho tiempo sin que nada la llenase y ha entendido que tiene que defender algo en lo que realmente cree, así que va a empezar su propia firma. Para agradecérselo quiere invitarla a cenar, si ella quiere.

Lisa dice que le encantaría. La última escena son ellas dos besándose en medio del baile.

Fin.

¿Cursi? Sí, de morirse. De eso se trata.

Parece que Kristen Stewart ya se ha animado y nos va a dar una bollopelícula navideña, así que por si acaso, ahí dejo la idea para futuros proyectos.

 

6 películas lésbicas en Netflix

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Seguro que tú también has tecleado alguna vez “películas lésbicas” en el buscador de Netflix, y no te has quedado muy convencida de si lo que te devolvía la plataforma te iba a interesar. Pero sí, me congratula decirte que en Netflix hay películas con lesbianas y bisexuales, y además algunas están bastante bien. Para estos días de fresquito y manta, te recomendamos algunas de ellas, sin ningún orden determinado.

Lovesong

Escrita por Bradley Rust Gray y dirigida por So Yong Kim, Kovesong cuenta la hsitoria de Sarah, una mujer casada que se siente sola en su matrimonio. Un día se embarca en un viaje improvisado con su hija pequeña y su mejor amiga, Mindy (Jena Malone). En el camino, la dinámica entre las das amigas se intensifica antes de que las circunstancias los separen. Años más tarde, Sarah intenta reconstruir su conexión íntima en los días previos a la boda de Mindy.

The feels

Un grupo de mujeres lesbianas se van de despedida de soltera para celebrar que dos amigas se casan. El fin de semana promete ser divertido, entre alcohol y juegos, hasta que todo empieza a girar en torno a un hecho que las desconcierta: Lu jamás ha tenido un orgasmo. Película divertida y fresca que se deja ver con facilidad. Desde aquí la recomendamos mucho. 

Below her mouth

Jasmine (Natalie Krill) es una periodista de moda que vive con su novio. Pero una noche de marcha conoce a Dallas (Erika Linder), una techadora que acaba de romper con su novia. Dallas no pierde el tiempo e intenta ligar con ella, y Jasmine la rechaza, aunque después descubrirá que no se la puede quitar de la cabeza e inician un tórrido romance. Junto a Erika y Natalie están otras caras conocidas como Elise Bauman (Carmilla) o Daniela Barbosa (Bella y Bestia).

Duck Butter

Antes de nada, os avisamos: esta película es rarísima, y es posible que en determinados puntos no sepas ni qué estás viendo. Tal cual. Yo la terminé de ver, pero por ejemplo Paula Plath tuvo que quitarla porque le estaba desagradando profundamente. Cuando Naima (Alia Shawkat, Search Party) y Sergio (Laia Costa, Victoria) se conocen en un club, reaccionan al instante, conectando por la deshonestidad que han experimentado en sus respectivas relaciones románticas. En lo más alto de su euforia, las dos mujeres inventan un experimento romántico: las siguientes 24 horas las pasarán juntas, teniendo sexo una vez cada hora, sin que nada lo impida. Chorprecha, su experimento de relación no va según lo planeado, y pronto el peso de su compromiso comienza a cerrarse, amenazando los ideales del experimento de un día y sus posibilidades de un futuro romántico mañana. 

The intervention

Esta es, con total seguridad, la película con trama lésbica que más me ha gustado este año (y mira que me las veo todas). Un grupo de amigos vuelve a reunirse en la casa donde han pasado tantos momentos. Pero, esta vez, el objetivo no es divertirse, sino hacer una intervención, aconsejar a una pareja que, por su propio bien, debe divorciarse. ¿Funcionará esta terapia de choque? Clea DuVall, que a su vez es la directora, y Natasha Lyonne interpretan a una pareja de mujeres con algún problemilla. Muy, muy recomendable.

Margarita with a straw

No solemos ver a Margarita with a straw en las listas de películas lésbicas, pero el conmovedor retrato de una chica con diversidad funcional que se embarca en un viaje de descubrimiento sexual es más que recomendable. Tierna, divertida y bien construida, si no la has visto te aseguramos que te va a sorprender.

‘The Bold Type’: millennial, feminista, necesaria

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Ya nos la recomendaba Edryn en este artículo y este otro, pero por si aún quedaban dudas, allá vamos.

SPOILER ALERT!!!

Tres mujeres en la veintena que comienzan como becarias en la revista femenina de moda por excelencia de Estados Unidos. Esto nos recuerda un poco a El Diablo Viste de Prada, pero tiene un giro diferente: el enfoque millennial feminista (incluida la versión modernizada,  empoderada y hasta maternal de Anna Wintour). De entrada tenemos tres protagonistas aparentemente heterosexuales que tienen aspiraciones profesionales y personales. Y que, a diferencia de las chicas de GIRLS, están preocupadas por pagar el alquiler de sus apartamentos de Nueva York y se apoyan unas a otras en una hermandad modélica. Cuando se tienen que dar un toque porque alguna mete la pata, pues lo hacen, como buenas amigas. Se apoyan cuando hace falta. Y lo más importante: celebran los triunfos de las demás en lugar de ponerse la zancadilla por envidia.

Empecemos por el título: The Bold Type. No sólo significa letra negrita, bold es un adjetivo que significa: atrevido, audaz, llamativo, valiente… ¿veis por dónde voy, no? Pues esta es la definición de la serie: mostrar mujeres así. Y es justo lo que necesitábamos. Yo no sé vosotras, pero la típica protagonista femenina que siempre necesita de un hombre que la saque de problemas, como que cansa. Y no es real.

 

Analicemos un poco a nuestras mosqueteras:

Jane (Katie Stevens): es la protagonista principal, la Hannah de esta versión mejorada de GIRLS. Pero como el personaje de Lena Dunham o incluso Harry Potter, es el personaje menos interesante. Es la representación clásica del ‘sueño americano’. Chica de pueblo huérfana de madre que crece con un sueño y acaba mudándose a la gran ciudad persiguiendo ese sueño (como la canción de Journey). Y más o menos, parece que lo logra. Así da comienzo The Bold Type, con Jane como redactora junior de Scarlet, la versión ficticia de Vogue+Cosmo+Seventeen. No me malinterpretéis, la chica tiene sus storylines interesantes, como todas, pero cuanto más avanza, más te vas dando cuenta de que es el personaje más básico. Acabas enamorándote de las demás y Jane pasa a un segundo plano. 

Sutton (Meghann Fahy): es el corazón de la pandilla. Esta chica del Mid West tampoco lo ha tenido fácil con una madre problemática, y a diferencia de Jane, es mucho más positiva y optimista. Es el perfil más infravalorado de las tres. La única que sigue siendo reparte cafés y no tiene un puesto que realmente le llena. Tiene su propia crisis existencial/profesional al borde de los 26 y está enrollada con un tipo mayor que ella que además es un cargo directivo en la compañía. Parece tener un talento para la moda, pero absolutamente desaprovechado. Tiene un sueño claro, pasa por un proceso y consigue pelear por lo que quiere. Llega incluso a dejar a un lado su relación para que ésta no afecte a su objetivo profesional. Vamos, una tía independiente que prioriza su vida y sus objetivos por encima de todo romance potencial.

Kat (Aisha Dee): éste es el personaje que probablemente tiene más atractivo croquetil. Es mestiza, que ya es una buena señal para una protagonista en una serie plagada de caucásicos; está en la veintena y ha llegado a jefa de departamento; lleva la voz digital de Scarlet; es la más peleona; y es la hetero más hetero de todas. Como San Pedro negó con el gallo, Kat niega tres veces su bisexualidad diciendo: soy hetero, soy hetero, soy hetero, ¿verdad? Justo después de sacarle un huevo de la vagina a su mejor amiga Jane. Todo muy hetero.

Cuando la admiración cruza la línea y se convierte en atracción. Y esa sospecha que una tiene sobre sus sentimientos hacia otra chica… ¡boom! Porque la vida. Porque a muchas nos pasa. Porque sí. Clásico momentazo en la vida de toda bisexual. El momento en que se cruza el umbral y se acepta que el heteropatriarcado no es la única manera. Kat se pilla de Adena, una fotógrafa lesbiana, activista y musulmana. La combinación multirracial, multicultural, y los caracteres fuertes y dominantes convierten a Kadena en el ship más interesante de la serie, y probablemente uno de los más destacables en años. Llamadme exagerada, pero yo sólo digo la verdad.

Y si leyendo esto no os pica la curiosidad y os lanzáis a ver la serie, he de apuntar que la música es otro componente importante de esta joyita audiovisual. Aporta a la historia. Casi toda la lista de canciones que suenan a lo largo de las dos temporadas es música de grupos cuyas cantantes son féminas, algunas de ellas, abiertamente LGBT+. Por poner un par de ejemplos, en algunas de las escenas clave para la historia de Kat, suena Hayley Kiyoko y Halsey (ambas abiertamente bisexuales).

¿Por qué quieres trabajar en Scarlet? Porque cuando lo necesité, Scarlet me dio los consejos de la hermana mayor que nunca tuve.

Y ese es el planteamiento de la revista, un posicionamiento que marca el tono de la serie. No olvidemos que todas las mujeres de esta serie son estupendosas. Atractivas, más o menos dentro de un canon de belleza extendido en el tiempo que vivimos, pero, y hay un pero, al menos son diversas. Se les ven las pecas, algunos granitos, y bueno, obvio que van divinas, después de todo, trabajan en una revista de moda, hay unos estándares de imagen que van con el trabajo. Pero a medida que avanza la serie, vamos viendo más personajes en la redacción y fuera de ella que no son tan normativos. Eso enriquece a la historia y la hace más real. Es mucho más sencillo verse identificada con la trama porque de alguna manera puedes conectar con algún personaje, la propia trama o sus relaciones. Es la serie más ‘cercana a la realidad’ de la mujer millennial de hoy. Y es altamente recomendable.

Originalmente emitida en Freeform (EE.UU.) y ahora disponible en Amazon Prime en España. El año que viene se estrena la tercera temporada, así que ya podéis correr a ver las dos primeras temporadas.

Más y mejor croqueteo en el próximo artículo.

 

¿Quién es Masha Mandzuka, la novia de Demi Moore?

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Las amantes del salseo nos sorprendimos hace unos días con la noticia de que la actriz Demi Moore, con toda probabilidad una de las más conocidas del panorama cinematográfico, estaba manteniendo una relación estable con otra mujer. Pero, ¿quién esa esa mujer, que la mira y la desnuda, esa fiera inquieta que le da mil vueltas y le hace sentir mujer?

Masha y su socia, Anda

Masha Mandzuka, la novia de Demi Moore es serbia. Nació en Belgrado hace 43 años, y su residencia oscila entre Nueva York, capital de la moda de Estados Unidos, y Los Ángeles, donde reside Demi. Masha es estilista, y  la mitad de la compañía Anda & Masha.

Masha y su socia

De acuerdo con el sitio web de la marca, son “estilistas de moda, bloggers y diseñadoras de sombreros y gafas de sol que viven y trabajan en el corazón del mundo de la moda, en Nueva York” . Han diseñado para personas como Rihanna, Drew Barrymore, Anne Hathaway y Alicia Keys desde el lanzamiento de su negocio en 2003.

En 2008 comenzó a trabajar en televisión, como estilista en una serie llamada She’s got the look, así como en el departamento de vestuario de America’s next top model, donde diseñaba los estilismos de Tyra Banks y Paulina Porizkova.

Ha trabajado también con fotógrafos como Guy Aroch, Guy Lowndes, Harper Smith, Mark Seliger y Mark Squires. Su trabajo ha sido publicado por los medios más prestigiosos, como Vogue Russia, Interview y L’Uomo Vogue.

Masha tiene dos hijos: Rumi, de dos años, y Julian, de cinco. Según apuntaba TMZ, Demi y Masha se están ocupando juntas de la crianza de la pequeña, ya que las dos llevan juntas aproximadamente ese tiempo, dos años, aunque las dos mujeres se conocen al menos desde 2014, cuando coincidieron en una fiesta del fotógrafo  Brian Bowen en West Hollywood.

Agatha Christie ayudará a una mujer a resolver el misterio de la muerte de su novia en una nueva serie

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1926. Agatha Christie es la novelista más famosa del Reino Unido. Su nombre es bien conocido, su rostro ocupa portadas y Agatha, esposa del Coronel Archie Christie,  disfruta de un status social y cultural elevado. Y un día… la escritora se esfuma de la faz de la tierra y nadie sabe donde está.

Su búsqueda se convirtió en un asunto nacional. Por primera vez se emplearon aviones, alrededor de mil policías escudriñaron hasta el último centímetro de la isla, e incluso Arthur Conan Doyle, autor de Sherlock Holmes, se hizo con un guante de su colega para hacérselo llegar a una medium y comprobar si lo sobrenatural podía hacer aquello que de otro modo no estaba siendo posible.

La historia de su búsqueda llenaba los tabloides, y es que la realidad superaba a la ficción. Se encontró su coche, accidentado, cerca de un lago donde dos niños habían aparecido ahogados, y la nube del suicidio empezó a revolotear sobre el caso, pese a que nada podía haber hecho pensarlo: su sexta novela, The Murder of Roger Ackroyd, acababa de salir al mercado, y era, una vez más, un éxito. Por ello, algunos hablaban de táctica publicitaria.

Once días después de su desaparición, finalmente se localizó a Agatha Christie. La encontraron sana y salva en un hotel en Harrogate, pero en circunstancias tan extrañas que se abrieron más interrogantes de los que se cerraron. La propia Christie no pudo proporcionar ninguna pista de lo que había sucedido, porque no recordaba nada. Y el nombre bajo el cual reservó la habitación era Nancy Neele, el de la amante de su esposo, al cual no reconoció cuando llegó a buscarla. 

La explicación oficial que se dio a este episodio fue que la autora había sufrido una especie de crisis nerviosa, propiciada por las infidelidades de su marido. Su muerte, en 1976, se llevó el secreto para siempre. Pero en los últimos tiempos se ha explorado una nueva línea que podría explicar este suceso, uno de los que más curiosidad ha despertado desde que sucedió, y que tendría que ver con el deseo de una mujer de solucionar el asesinato de su novia.

Mabel Rogers y Florence Nightingale

Seis años antes de la desaparición de Agatha, en 1920, Florence Nightingale Shaw, ahijada de la precursora de la enfermería moderna, murió después de recibir una paliza en un tren que iba de Londres a Bexhill. La también enfermera pasó 12 años cuidando a los pobres y enfermos en el noreste de Inglaterra. Mientras ejercia su profesión en Edimburgo, conoció a su compañera enfermera Mabel Rogers en 1894. Trabajaron juntas durante muchos años, ambas ganaron medallas durante la Guerra de los Boer, y luego a Florence se le otorgó la medalla de la Cruz Roja Real. Pero dos días después de su 55 cumpleaños, fue atacada en el tren. Tres trabajadores del ferrocarril la encontraron apenas consciente y murió cuatro días después. El misterioso pasajero del tren en un traje marrón, que dejó el carruaje de la enfermera en la parada antes de Bexhill, fue nombrado como el principal sospechoso que nunca se encontró. Su novia, Mabel Rogers, imploró ayuda a la escritora de misterio para resolver lo que la policía no había sido capaz en seis años.

Agatha y Mabel en la serie

Tom Dalton, escritor y guionista de la mini serie de BBC que va a tratar este episodio, ha hablado sobre esta teoría.

La desaparición durante once días de Agatha fue muy conocida. No puedo creer que seamos los primeros en pensar que quizás ella estaba resolviendo un crimen. ¿Pero cuál? Cuando nos enteramos de Florence, fue un caso trágico y sin resolver  que surgió como una muy buena respuesta a esa pregunta. Durante la cobertura del asesinato de Florence se habló mucho sobre un hombre misterioso en un traje marrón que fue visto en el tren. Él aparece una y otra vez. Agatha escribió un libro unos años después del asesinato llamado El hombre del traje marrón, por lo que existe esta conexión entre el asesinato de Florence y Agatha Christie. Nos pareció muy posible que ella hubiera descubierto al sospechoso en el caso. El título es tan específico que parece razonable imaginar al menos que ella lo había captado. Es una conexión real

Las protagonistas de esta miniserie serán Ruth Bradley (Humans, La caza) en el papel de Agatha Christie, Michael McElhatton (Juego de tronos) como Arthur Conan Doyle y Pippa Haywood (Bodyguard) como Mabel. Está previsto que la BBC la emita en estas navidades, pero todavía no hay fecha concreta de estreno.

Vía: Daily Mail

Paula Alcaide te trae una guía para evitar agobios navideños

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Por si has vivido en una plataforma petrolífera en los últimos meses y acabas de llegar a tierra firme, te digo que queda nada y menos para que de comienzo la mejor época del año para algunas, y el infierno en la tierra para otras. Hablo, como no puede ser de otra manera, de la Navidad. En estas fechas llenas de sentimientos y tal los días también se nos llenan de otras cosas que, a lo mejor, nos cuestan un poco más: Las comidas familiares.

Tu tío preguntándote por el novio. Tu abuela diciéndote que qué amiga tan guapa tienes. Tu madre mirándote regular porque llevas una pulsera del orgullo y a tu bisabuela le va a dar un jari. Tu suegro siendo un poco lo peor. En fin, situaciones que nos han pasado a todas, y que la nueva guía gratuita de Paula Alcaide, nuestra psicóloga de referencia, trata de una manera cercana y que te resultará de utilidad.

En esta Guía para sobrevivir a la Navidad en familia, que puedes descargarte aquí, encontrarás pautas y trucos para llegar a Reyes sin haberle lanzado a nadie el pavo a la cabeza. Nosotras ya la tenemos, y estamos convencidas de que va a ayudarnos mucho.

Ellen Page y su esposa, Emma Portner, de paseo por Beverly Hills

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Como una ola, la noticia de que Ellen Page había contraído matrimonio con su novia, Emma Portner, llegó a nuestras vidas a principio de este 2018. La actriz y la bailarina llevaban juntas alrededor de seis meses, y el mundo supo que había cambiado de estado civil a través de su Instagram, donde enseñó su anillo de casada acompañado del texto “No puedo creer que pueda llamar a esta mujer extraordinaria mi esposa”. 

En una entrevista de Page a The new york times, la actriz contaba lo que le pareció la primera vez que vio a su esposa. “Pensé, maldita sea, esta chica es tan talentosa y genial. Supe de inmediato que ambas éramos espíritus creativos”. Por su parte, Portner conocía bien a la canadiense: “Vi una de las películas de Ellen cuando tenía unos 12 años y recuerdo que mi amigo me dijo: ‘Eres como esta chica’. Sabía que algún día nos cruzaríamos, simplemente no estaba segura de cuándo ni cómo”

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DATE NIGHT

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Es difícil ver a las dos mujeres juntas, suponemos que por una mezcla de la comprensible alergia a los paparazzi y la carga de trabajo que ambas deben llevar. Por ejemplo, Page ha estado grabando dos series en los últimos meses: The Umbrella academy, que se estrenará el próximo 15 de febrero en Netflix, y la nueva adaptación de Tales of the city, todavía sin fecha.

Por eso, verlas juntas por las calles de Beverly Hills (en foto, ojalá hubiera sido REAL que nos las cruzáramos por la calle) nos ha gustado muchísimo. Según vamos viendo en redes sociales, a las dos les va fenomenal. Hace pocos días Emma cumplió 24 años, y su mujer la felicitó con una tierna foto.

 

Trailer de ‘Relatable’, el primer monólogo de Ellen DeGeneres en quince años

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Relatable (Creíble) es el nombre escogido para el primer especial de comedia de Ellen DeGeneres en quince años, y el primero que se distribuirá a través de Netflix a más de 190 países. El próximo día 18 de diciembre podremos verlo tú, tú, tú y yo, que no me lo pienso perder. En él, la lesbiana más famosa (y más graciosa) del mundo vuelve a los escenarios después de década y media alejada de ellos, y según vemos en el trailer, uno de los asuntos de los que hablará con humor es cómo fue desterrada de la televisión y el cine después de su salida del armario.

Lo hemos contado muchas veces, pero nunca son demasiadas: Ellen era la protagonista de una de las sitcoms más vistas de la televisión. Se cansó de que su relaciones públicas le buscara chicos para ir a las alfombras rojas, y decidió salir del armario a la vez que su personaje en la serie lo hacía también. Eso le supuso perder la serie, y estar tres años sin que nadie en la industria le cogiera el teléfono y quisiera trabajar con ella.

Afortunadamente las cosas le han ido fenomenal, y ahora mismo es querida y respetada por la mayoría del público. Pero, ¿y si no hubiera sido así? ¿Qué hubiera pasado si no le hubieran ofrecido su talk show? La historia de Ellen es un recuerdo perpetuo de cómo funcionaban por norma general las cosas no hace tanto, y de cómo en algunos ámbitos siguen haciéndolo. Pero dejemos a un lado los dramas: el 18 podremos, por fin, verla en su medio natural.

 

Ruby Rose: “Que yo interprete a Batwoman es un triunfo para la comunidad LGBT”

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Ruby Rose es, con toda probabilidad, una de las mujeres lesbianas más conocidas del mundo entero. Ya lo era antes de interpretar a Stella Carlin en Orange is the new black, y lo es todavía más tras su paso por Litchfield. En agosto conocimos que iba a ser la encargada de darle vida a una de las superheroínas más queridas por el público, Batwoman, y pese a que su elección como actriz encargada de darle vida no gustó a todos porque mejor lo ibas a hacer tú, Pepe de Moratalaz, ella está convencida de que fue un acierto.

En una entrevista para la revista australiana TV Week, Rose ha hablado sobre Batwoman y sobre cómo le hubiera gustado que esto sucediera hace tiempo.

[Interpretarla] cumple con mi mantra vital de “sé la persona que necesitabas cuando eras joven”. No puedo hablar por todo el mundo en la comunidad LGBT, pero sé que una victoria para cualquier en la comunidad es un triunfo para todos.

Y un poco de razón tiene. En los cómics, Batwoman es abiertamente lesbiana, de igual manera que lo es Rose desde los doce años. ¿No es buena elección? ¿Una lesbiana interpretando a una lesbiana no lo es? Esta misma noche se ha emitido la primera parte del Crossover del Arrowverso, donde podremos ver a la australiana haciendo un pequeño papel, como introducción a lo que será su propia serie. En cuanto lo veamos, podremos opinar.

Vía: Gaytimes

Relato inédito de Valerie Col: 2. Un mal sueño

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Si eres lectora de novela lésbica, muy seguro te sonará el nombre de Valerie Col. La escritora ha publicado dos libros (En fuera de juego, 2014 y Diez relatos, 2015) y algunos relatos sueltos (La tempestad, editado en Amazon; Sin más, incluido en Cada día me gustas más; Tourmalet, incluido en Tócame). Hoy comienza su nuevo libro, del que irá publicando sus respectivas partes tanto en esta, su casa, como en Wattpad.

De momento no tiene título, porque eso quedará en manos de las lectoras, que lo elegirán al término de la publicación. Tanto la autora como nosotras esperamos que disfrutéis la lectura.

Los primeros días en la Universidad fueron complicados. Lucía tenía un lío de aulas, profesores y, sobre todo, compañeros de clase, que la mantenían en un estado de confusión permanente. Nunca sabía donde tenía que ir, si al aula magna o al pabellón de Filología, si al aula 3 o al Salón de Actos, y hasta que el profesor no anunciaba el nombre de la asignatura, no estaba segura de no haberse metido en alguna clase de Derecho. A todos los de primero les pasaba lo mismo. Todo es cuestión de adaptarse, pensaba. Pero el caso es que, poco a poco, se empezaban a formar grupos, bien porque venían de la misma ciudad, o porque compartían piso, o, simplemente, porque la casualidad lo había querido así. Y Lucía seguía yendo sola a clase, comiendo sola, y pasando las tardes en su habitación, leyendo.

Casi un mes después del comienzo del curso consiguieron ponerse de acuerdo entre las cincuenta personas de los dos grupos de primero de Filología para celebrar la primera cena de clase. Ahora o nunca. Si no conseguía hacer amigos entonces, cada vez lo tendría más difícil. Y no es que fuera una persona poco sociable, al contrario: Lucía era dulce y amable, siempre con una sonrisa y siempre dispuesta a apuntarse a un bombardeo. Pero… era tímida, y siempre esperaba que el bombardeo viniera a ella. Y contra eso poco podía hacer.

Llegó el día indicado. Habían quedado a las diez en un restaurante cercano al campus, para después ir a otra discoteca próxima, pero Lucía estaba tan nerviosa que llegó con casi una hora de antelación. Bueno, puedo esperar tomándome algo. Así que se pidió una caña, que le duró un suspiro. Decidió tomarse otra. Total… Para cuando empezaron a llegar sus compañeros, Lucía llevaba cuatro cervezas en el cuerpo, y era, literalmente, la sensación de la cena. Habló con unos, habló con otros, incluso se levantó un par de veces a hacer brindis en los que sólo participaba ella, y el pobre Álvaro, que lamentó una y mil veces el haberse sentado a su lado.

Después, fueron a la discoteca, y el ritmo no paró en ningún momento. Copa tras copa Lucía se iba descontrolando cada vez más, y la noche empezó a tornarse espesa y discontinua. A la mañana siguiente, cuando se despertó tiritando en la cama y con un dolor de cabeza como no había tenido nunca, se recordó bailando subida a una tarima, pidiéndole canciones al DJ a grito pelado, aporreando el cristal de la cabina, e incluso fumando ¡Ella, fumando!

Pero de lo que no se acordaba era de cómo había llegado a casa. No tenía el más mínimo recuerdo de emprender el camino de vuelta, ni andando ni en taxi. Lo último que recordaba era haber estado hablando con aquel chico tan guapo. ¿Cómo se llamaba? Mientras intentaba hacer memoria, un escalofrío le recorrió el cuerpo. Levantó la sábana y, sí, había dormido desnuda, por primera vez en su vida. Pero tampoco se acordaba de haberse quitado la ropa. Quizá ni siquiera había sido ella misma.

Este pensamiento, que en un principio pasó como un flash por su cabeza, empezó a preocuparle según avanzaba el día. ¿Quién había sido? ¿Se había ido a casa con el chico ese? Poco a poco, esta idea fue cobrando fuerza, y la vio meridianamente clara: si lo último que recordaba era hablar con él, es muy probable que se hubieran ido juntos. Y más probable todavía que se hubieran acostado. Ella, que ni siquiera había besado nunca a un chico, se había acostado con un desconocido. Y, encima ni se acordaba, y él se había marchado sin decir nada. Lucía se quería morir. Decidió que lo mejor era taparse e intentar dormir un poco más. Podría pasar que todo fuera un mal sueño.