


Biñetas es una tira semanal de Chris G. Represa. Puedes seguir a la autora en su Twitter, su Instagram y su Facebook. También puedes apoyarla en Ko-fi o Patreon.
¡Hola, croquetillas! Hoy quiero hablaros de dos series semejantes que creo que merecen mención especial. No son shoujo ai en sí, pero tienen personajes curiosos que hay que destacar.
A mí me encanta el género este de chicas brutas pero tiernas haciendo lo que se les pone entre ceja y ceja, sin pensar mucho las consecuencias. Es lo que denomino hijoputismo adorable. Porque son cabronas, pero cuquis. Ya he comentado otras series de este tipo, Gokujou Seitokai, Non Non Biyori, Ichigo Mashimaro… Me gusta porque no se frenan por nada, no hay trabas que las molesten, para mí es una forma de demostrar ese feminismo de hacer lo que te da la gana sin importar el qué dirán o normativa social de toda la vida.
Pero hoy quiero hablar de dos series que no precisamente adorables. Tienen esa brutalidad y ese “hago lo que me da la real gana”, pero no, no son monas. Tienen más mala leche y hay una diferencia bastante apreciable con las otras series. Como dije, no son shoujo ai, ¿por qué comentarlas? Pues por la fortaleza e independencia de las chicas, la libertad que muestran, que no deben nada a nadie y les suda lo que piensen de ellas. Para mí eso es importante, libertad de hacer lo que te salga de ahí mismo. Seas como seas, que nadie te diga lo que no puedes hacer. O que te lo digan y te dé lo mismo, me es indiferente.
Empiezo a comentar las series, en estricto orden alfabético.
La mencioné hace tiempo porque tiene un personaje trans. Es la serie de las jugadoras pasadas de tuerca. Tenemos a tres locas, cada una en su estilo. Kasumi odia los juegos porque su hermana la ganaba siempre y la puteaba, pero conoce muchos juegos y no es mala en ellos. Tiene miedo a los hombres, aunque le gusta el género gay. Esto da pie a muchas bizarradas. Hanako es muy inocentona y simple, aunque estudiosa. Le gustan los juegos, pero no es tan buena como Kasumi, aunque le pone mucho empeño. Quiere ser popular a toda costa, pero no le sale bien. Oilvia es de ascendencia americana, aunque ella no habla ni gota de inglés, esto dará pie a varias cosas. Quiere conocer muchos juegos.
Al comienzo de la serie, sin ver nada, parece que sí son muy adorables y tiernas y cuquis. Pero que no os engañe la primera impresión. Aunque mola mucho desencantarse de esa primera impresión.
Cuando se conocen las tres al comienzo del curso, terminan formando, por circunstancias varias, un club de jugadoras. Cada una tiene sus motivos. Hanako quiere ser popular, se apunta a lo que sea. Kasumi quiere que Olivia le ayude con el inglés y hacen el trueque de que Kasumi enseña juegos y Olivia inglés.
Aparte de ellas hay varios personajes secundarios recurrentes. La presidenta del consejo estudiantil, que sufre a todo el mundo. La bruja del club de ocultismo, sin desperdicio alguno. Varios profesores, muy especialitos todos ellos. Y está Aozora, personaje trans. Tampoco nos olvidemos del mayordomo de Hanako.
Es una serie con variedad de personajes, no es la hegemonía cis-hetero tradicional. También a destacar la clase de educación sexual con muñequitos que sufre la profesora responsable del club. Sinceramente, si queréis echaros unas risas con tías brutas y nada adorables, es una gran opción.
Traducción literal, “el camino a clase de Chio-chan”. Otra serie de chicas brutas haciendo gilipolleces. Con personaje secundario croqueta y una relación de amistad muy curiosa. Esta es otra de las series que me vi por recomendación de Arako. Aunque el primer capítulo no me llamó del todo, decidí seguir viendo, y no me arrepiento de nada.
Chio es una friki profesional, por decirlo de una forma suave. Todas las noches se duerme tarde porque se queda jugando a videojuegos. Las aventuras pasarán de camino a clase, o volviendo a casa. Porque el camino no es tan simple para ella. En su cabecita loca ve el entorno como si de un videojuego se tratara. Aparte de toda la fauna con la que se encuentra. Entre los encuentros y su lógica de mierda aplicando cosas de videojuegos a la vida real, pasa lo que pasa.
De nuevo no es shoujo ai, aunque Madoka, presidenta de un club deportivo, sí es croqueta y aprovecha el deporte para tocar y meter mano a toda la que se le ponga a tiro. Es un personaje secundario que saldrá unas cuantas veces, participando en las tonterías que sucedan en ese camino a casa.
La secundaria más recurrente es Manana, amiga de toda la vida de Chio. Aunque solo tienen una relación de amistad y que se putean mutuamente, hubo un diálogo que para mí fue bastante curioso, en el que se insinuaba que Manana podía sentir algo por Chio, dejando a Manana como personaje bi. Chio se quejará en algún momento de que nadie se fija en ella, y Manana añade que no es verdad. Lo cierto es que las dos harían buena pareja, aparte de que nadie más va a aguantarlas con sus gilipolleces varias. Manana es la única que puede llevar el ritmo de Chio.
Cada capítulo son historias cortas con las tonterías que les pasan a esta pandilla de idiotas. Aunque, entre tontería y tontería, se va viendo la evolución en el trato de los personajes. Con la mecánica de historias cortas se hace bastante entretenida de ver, y hay personajes de todos los colores. Me costó pillarle la gracia al comienzo, pero pronto me enganchó bastante por el humor que se gastan.
Dejando las mini reseñas, insisto otra vez. Son series de humor con chicas con personalidad. Raras y de dar de comer aparte, pero chicas fuertes que no se cortan. Entre eso y el humor que gastan, creo que merece la pena verlas. Hay variedad de personajes, que creo que es valioso. Que no sea todo o blanco o negro. Estas series, sin ser blancas (shoujo ai romántico), tampoco es el negro lleno de cis-hetero como la mermelada de naranja [sí, sabéis a qué me refiero].
Nos vemos la próxima semana que ya empezaré a comentar la temporada de verano, que tengo elementos para juzgar.
¡Gokigenyou!
Paper Girls es un cómic guionizado por Brian K. Vaughan y dibujado por Cliff Chiang que cuenta con los hermosos colores saturados de Matt Wilson. Ha sido editado en EE.UU. por Image y en nuestra tierra de conejos por Planeta Cómic y, si os gusta el rollo ochentero y la ciencia ficción os lo recomiendo totalmente. Además se acaba este mismo mes en unos redondos 30 números.
La historia está ambientada a finales de la década de los 80. Es la mañana después de Halloween y Erin sale de casa con su bici para este rollo tan norteamericano de levantarse a horas intempestivas para repartir periódicos (qué infancia más dura). La chavala no tardará en encontrarse con otras tres repartidoras: Mac, KJ y Tiffany que le harán el trabajo más llevadero… hasta que las cuatro se vean envueltas en viajes en el tiempo y una guerra transtemporal con demasiadas facciones implicadas.
Con todo este percal es con el que va a trabajar Stephany Folsom -Toy Story 4- para adaptar a la televisión Paper Girls. Y si os parece poco sólo puedo deciros que se vuelve aún más enrevesado. La serie irá a parar a Amazon y estará producida por Legendary TV (The Expanse, muchas, pero muchas cosas de supers y Detective Pikachu entre otras) y Plan B entertainment (Okja, Kick-Ass).
En otra época me preocuparía más la cantidad de efectos que va a necesitar la serie para a) ser fiel, que no clónica, al material original; b) resultar verosímil. Pero rozando el 2020 creo que no va a ser un problema siempre que consigan una atmósfera y color especiales y que recuerden de alguna manera al cómic origen (fallo de la recientemente cancelada Deadly Class).
Así que qué me preocupa… El reparto. Tiene que ser diverso, tiene que saber actuar bien (obvio) y tienen que tener buena química entre ellas. Gran parte del encanto de Paper Girls es ver madurar a las protagonistas y cómo crecen sus lazos de amistad. Confiaremos en la máquina de machac encontrar talento que es la industria.
Si me habéis seguido hasta aquí y no he despertado vuestro interés con lo de cuatro chicas protagonistas, finales de los 80 (go, nostalgia!) y ciencia ficción, os voy a dar una última oportunidad. ¡Hay croqueta! No, no os voy a decir quién, es spoiler y hoy me siento perversa. Pero hala, ahí queda. Una razón más para que estéis atentas a Paper Girls. Si os morís de ganas de saber más tenéis muy disponible el cómic =P
Nos vemos en Stony Stream.
Fuentes: Deadline, Image comics, la primera estantería a la izquierda.
Euphoria, la serie de HBO basada en una original israelí, empezó la temporada con cifras más bien discretas, pero conforme pasan los episodios su audiencia ha ido creciendo, y la cadena ha tenido a bien recompensarla con una segunda temporada. La Programadora de EVP de HBO, Francesca Orsi, lo contaba con estas palabras.
El creador de Euphoria, Sam Levinson, ha construido un mundo increíble con un elenco extraordinario liderado por la talentosa Zendaya. Estamos muy agradecidos porque eligiera a HBO como el hogar de esta innovadora serie. Esperamos seguir a estos personajes complejos a medida que sus viajes continúan a través del desafiante mundo que habitan
La serie sigue a Rue Bennett (Zendaya), una chica de 17 años con un problema de adicción a las drogas que acaba de salir de rehabilitación y está luchando por comprender su futuro. Su vida cambia dramáticamente cuando conoce a Jules Vaughn (Hunter Schafer), una chica que recientemente se mudó a la ciudad tras el divorcio de sus padres y que, como Rue, está buscando dónde pertenece. En el último episodio quedó clara una cosa muy guay que no te podemos contar porque espoilers, pero venga, este finde si no tienes plan ponte la serie que te va a gustar.
Vía: Deadline
Pocas cosas están llenando tanto las redes sociales como la nueva temporada de Stranger Things, la serie para Netflix de los hermanos Duffer. ¿Quién puede resistirse a una estética ochentera y a la ciencia ficción en estado puro? Nosotras, desde luego, no. Por eso nos hemos maratoneado la tercera temporada de la serie en menos de una semana. Así es como hemos descubierto que el primer personaje LGTB de Stranger Things ya está aquí y es lesbiana. Si quieres saber quién es, sigue leyendo. Si no, corre a ponerte la serie. Te prometemos que vale la pena.
En la primera temporada, conocimos a los personajes originales, pero poco a poco se han ido añadiendo otros. La segunda nos trajo a la intrépida Max (Sadie Sink) y a Billy (Dacre Montgomery). En esta tercera entrega, el nuevo personaje es Robin (Maya Hawke-Thurman, hija de Uma Thurman y Ethan Hawke). Se trata de la compañera de Steve (Joe Keery) en la heladería del centro comercial en la que trabaja.
La relación entre ambos personajes empieza bastante tensa; a ella no parece caerle demasiado bien su nuevo compañero y él no le hace ni caso. Descubriremos, después, que pese a ser compañeros en el instituto nunca se han llevado demasiado bien. Pero Dustin, siempre tan acertado, hace notar a su amigo lo fantástica que es esta chica: es simpática, inteligente, guapa (en serio, ¿habéis visto lo guapa que es? Porque yo me muero. Mira, os voy a poner una foto, por si acaso).
Total, que Steve se da cuenta de que Robin le gusta (¿a quién no?) y decide contárselo. Y aquí viene uno de los mejores momentos que, en mi opinión, nos ha dado Stranger Things. ¿Por qué? Pues porque a pesar de ser lo típico, la relación entre los dos es maravillosa y no me habría molestado que se juntasen, aunque fuera el mayor cliché del mundo. Pero, en lugar de tirar por ahí, Robin le explica que es lesbiana.
Esto me parece fantástico por varias razones. La primera, que es genial que en una serie como es Stranger Things haya una lesbiana. La segunda, que ese personaje no salga del armario enamorándose sorprendentemente de otro y teniendo una trama romántica con otra chica. Es muy guay que Robin sea lesbiana aunque no esté enamorada. La gente LGTB lo es aunque no esté en una relación.
Además, la escena en la que habla con Steve es muy poderosa. Él se abre a ella, pero, aunque no le corresponda, ella también se expone. La escena nos muestra justo eso: hay muchas formas de abrirse a las personas. Hay que ser muy valiente para hacer lo que hace Steve, pero más para ponerse en la piel de Robin.
La tercera razón es que me encanta que la relación entre Robin y Steve se quede en una amistad. Steve no tiene ningún problema aceptando el rechazo y la orientación sexual de Robin. No sólo no se aleja de ella, sino que, por lo que podemos ver después, se vuelven incluso más cercanos todavía. Se apoyan y se quieren genuinamente.
La cuarta razón es que… No quiero ser pesada, ¿eh? Pero, ¿habéis visto lo guapa que es? Es que no puedo dejar de mirarla. Otra victoria para el colectivo.
El Mundial de Francia que empezó el 7 de junio y que se alzó con la victoria de Estados Unidos estaba llamado a ser un punto de inflexión en el fútbol femenino, tanto en visibilidad como en concienciación, y las jugadoras están aprovechando esta situación para reivindicar una igualdad que, pese a estar cada vez un poquito más cerca, aún necesita trabajo.
La FIFA se ha implicado en este evento más y mejor de lo que lo hizo en el Mundial de Canadá en 2015, arreglando desastres como el que supuso hacer jugar a las selecciones en campos con hierba artificial. Probablemente fue una de las decisiones más criticadas, debido a que la hierba artificial es, normalmente, de menor calidad y puede producir lesiones más fácilmente. También se ha implementado el VAR, decisión lógica ya que los campos en los que se está disputando la Copa del Mundo ya poseían el equipamiento necesario, y no hacer uso de el no habría tenido explicación válida en términos de igualdad.
La implicación de la FIFA también se hace sentir en el factor económico. De esta forma, las selecciones pasan de repartirse 15 millones (de manera variable dependiendo de la posición final de cada selección) a 30 millones, siendo la campeona quien se lleve el mayor premio: 4 millones de dolares. Además, por primera vez, las federaciones destinaron a la preparación de sus equipos 11.520.000 dólares, y los clubes obtuvieron 8.480.000 dólares en compensación por la cesión de sus jugadoras.
Pese a todo ello, los esfuerzos no pueden quedar ahí, la brecha sigue siendo demasiado grande respecto a la situación de los hombres en el fútbol. Es por ello que algunas de las jugadoras han usado diferentes medios para reivindicar la igualdad en todos sus aspectos. El primer y más impactante ejemplo es el de Ada Hegerberg, jugadora noruega de 23 años y primera mujer en ganar el Balón de Oro. Ada anunció que no jugaría el Mundial de Francia en protesta por el trato que la Federación Noruega tenía con la selección femenina, hablando de la falta de planificación, de atención y de la discriminación salarial.
Ada sabe bien lo que es el machismo en el mundo del fútbol. Ejemplo de ello fue la impresentable situación en la que le puso el maestro de ceremonias de la gala del balón de oro cuando le preguntó, en el escenario, si sabía hacer twerking. Las redes hicieron viral el vídeo de gala y el autor del vergonzoso momento se disculpo públicamente.
La jugadora noruega declaró a los medios que había hablado con los representantes de la selección sin resultado, y aseguraba que ‘si quieres ir a algún sitio en la vida, tienes que tomar decisiones’. No sabemos si Ada volverá a jugar con la selección en un futuro, pero ella lo tiene claro, no va a rendirse: ‘Puede ser difícil luchar solo por algo en lo que crees, pero es algo que estoy dispuesta a aceptar para mantener mis valores’.
Otra de las jugadoras reivindicando la igualdad no es otra que la seis veces ‘Mejor Jugadora del Mundo’ Marta Vieira da Silva. La brasileña renunció a lucir una marca comercial en sus botas durante el partido que disputaron Australia y Brasil para pedir la igualdad a través de la campaña “Go equal”. Al celebrar su gol, Marta se señaló la parte exterior de su bota, mostrando así el símbolo ‘igual’, en rosa y azul.
Por su parte, Megan Rapinoe se negó a cantar el himno nacional de EEUU en el debut de la selección contra Tailandia. La jugadora fue criticada en las redes en su país, pero su actuación era ya por todos conocida debido a que hace un mes declaró a Yahoo Sports que creía que nunca volvería a cantar el himno. Cuando explicó el por qué de su protesta, Rapinoe dijo que era una ‘protesta andante’ contra las políticas de Trump: ‘Es como un ‘que te den’ a cualquier tipo de desigualdad que la administración (de Trump) pueda tener hacia la gente que no se parece exactamente a él’.
Después del Mundial de Francia quedan por delante cuatro años hasta la próxima cita, tiempo de sobra para que más jugadoras se unan a las reivindicaciones de sus compañeras en busca de la igualdad.
One million moms es esa asociación de personas pesadas a las que les molesta ver a la gente feliz. Ellas dicen que son un millón, pero los Cien mil hijos de San Luis tampoco eran cien mil (y es probable que, pese a ser un ejército del siglo XIX, tuvieran la mente más abierta que estas personas). El caso es que después de acosar a una niña pequeña porque su personaje en la ficción tenía dos madres, de quejarse porque una lesbiana en la ficción estaba embarazada, de indignarse con el anuncio más chulo de H&M que hemos visto en bastante tiempo, y otra serie de desastres similares, ahora han encontrado un nuevo objetivo: Toy story 4.
La película de Pixar tiene un guiño lésbico, un nanosegundo, una microescena en la que se puede ver a una familia compuesta por dos madres. En el fondo de una escena que sucede durante el primer día de guardería para Bonnie, dos mujeres dejan a una niña en la escuela. Más adelante en la película, las mujeres recogen a la niña y le dan un abrazo. No conozco a nadie que haya visto la película y haya comentado esto, así que mira, tenemos que admirar la capacidad de fijarse en los detalles de este autoproclamado millón de madres.
Por supuesto, han pedido el boicot para la película, y de paso para todo lo de Disney y Pixar. Es increible la cantidad de tiempo libre que tiene la gente, en serio. Y, por otro lado, pobres de los hijos e hijas que tengan estas personas, que van a crecer en un ambiente horroroso. En fin.
Vía: Advocate
Una de las razones más poderosas por las que, año tras año, y van nueve ya, seguimos con devoción e esta casa las andanzas de Ryan Murphy en American Horror Story es, como no puede ser de otra manera, Sarah Paulson. Casi siempre es lo mejor de la temporada, y estamos francamente desoladas porque Sarah Paulson no estará en American Horror Story: 1984, la última entrega de la antología de horror.
Sarah está bastante ocupada, y quizá el tiempo no le de para todo. Está rodando Mrs. America, y trabajando en Ratched, la precuela de Alguien voló sobre el nido del cuco, serie en la que irá de la mano con Ryan Murphy. Entre sus próximos proyectos también están Run, ya en postproducción, The Goldfinch, y también pone voz a la película de animación Abominable.
Cuenta Variety que es posible que la actriz haga algún cameo en la serie, y no sería raro que fuera interpretando alguno de sus papeles anteriores.
American Horror Story: 1984 se estrenará el 18 de septiembre. Poco se sabe de la trama de esta temporada, y sólo hemos podido ver un teaser rollo película slasher de los ochenta. La protagonista de esta temporada, en la que por cierto tampoco estará Evan Peters, será Emma Roberts. A ver qué tal.
Vía: Variety
La noticia corre como la pólvora por las redes sociales, y pese a que ningún medio ha confirmado la noticia, no nos podemos resistir a contarte que Cara Delevingne y Ashley Benson se van a casar.
Al parecer, las dos chicas se prometieron ayer noche en Saint-Tropez, donde están pasando unos días de vacaciones. Existen varias fotos de ese momento.
Pese a que era bastante vox populi, hace muy pocos días que Cara Delevingne y Ashley Benson confirmaron que estaban juntas. La modelo publicó en su cuenta de Instagram este video besando a su novia, en un fragmento de la película Her Smell, en cuyo rodaje las dos se conocieron.
Esa misma semana, al recoger un premio por su labor activista, Cara se acordó de Ashley en su discurso.
Tengo otra mujer muy especial en esta sala a la que agradecer todo, y tú sabes quién eres. Ella es una de las personas que me ayudan a quererme a mí misma cuando más lo necesito. Ella me mostró cuál es el amor real y cómo aceptarlo. Te amo, Sprinkles
En cuanto sepamos más detalles de la noticia, aquí estaremos para contártelos. ¡Vivan las novias!
Vía: Twitter
Hace unos meses te contábamos cómo lo que había sido un proyecto de cuatro alumnas del grado de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona se iba a convertir en una serie. Una de verdad, emitida por una cadena, TV3, y que tenía una pinta increíble.
El punto central de la serie es la adolescencia femenina, yse habla de ella con el deporte femenino como hilo conductor. Las guionistas concibieron este proyecto como la serie que les hubiera gustado ver en televisión cuando eran adolescentes. Querían hablar de los conflictos con los que todas las chicas se han encontrado durante la etapa: la llegada de la regla, las hicas que se pegan, el aburrimiento en los pueblos, tu mejor amiga que en el fondo odias, las primeras relaciones amorosas, chicas que se enamoran de otras chicas… Representar el colectivo LGTBI + desde la adolescencia, alejándolo de tópicos o representaciones superficiales es uno de los objetivos principales de esta serie.
Ahora, todo este trabajo se ha visto recompensado con el Premio CIMA TV Festval de Vitoria a la Igualdad. El jurado, presidido por la vicepresidenta de CIMA Isabel Raventós, estuvo formado por la directora general EITB Maite Iturbe, la guionista y vicepresidenta de CIMA Virginia Yagüe, la directora de El Intermedio Carmen Aguilera, la directora de Vertele Vanesa Rodríguez, el director del FesTVal Vitoria Joseba Fiestras, el productor de cine Gustavo Ferrada, el guionista Natxo López y la profesora de Comunicación Audiovisual de la Universidad Carlos III Conchi Cascajosa.
El galardón les será entregado en Vitoria el próximo 7 de septiembre (es nuestro aniversaaaaarioooooo). Muchas felicidades a Ona Anglada, Laura Azemar, Natàlia Boadas y Marta Vivet, así como a su tutora, Marta Grau. La serie, que por cierto está fenomenal, puedes verla íntegra en la web de TV3.
Vía: Vertele