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¿En cuantas horas verías entera ‘The L word’?

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Durante seis temporadas, The L word nos dio todo lo que necesitábamos. Teníamos dramas, teníamos amor, ¡teníamos relaciones entre mujeres! Y sexo, bastante sexo, y sexo que no era frecuente ver en 2004 en ninguna serie. A algunas les parecerá trivial, otras creemos que, en el contexto, tuvo mucha importancia.  Ayer conocíamos que, ocho años después de ver el último episodio, Showtime había dado luz verde a la secuela de The L word, y hemos pensado que quizá sea buen momento para verla de nuevo. O…  verla por primera vez.

(Tu secreto está a salvo con nosotras).

El caso es que para hacer cosas locas siempre estamos a tope, y hemos calculado con la web Bingclock.com cuanto tiempo nos costaría ver la serie completa. Si la vemos del tirón, sin parar a NADA, en 2 días y 22 horas la tenemos vista entera. ¿Se puede hacer? Se puede hacer. Y sobre todo si le quitamos los títulos de crédito y los del final, que entonces se nos queda la cosa en 2 días, 20 horas y 50 minutos.

Igual es forzar un poco

Ahora, si eres una persona un pelín más normal y quieres, no sé, ir a hacer pis o relacionarte con personas en la vida real, aunque tampoco mucho, si la ves en cómodos (ejem) maratones de doce horas, en seis días te has recorrido la historia entera.

Aunque, quizá, la mejor manera de hacerlo es viendo un par de episodios a la semana, porque en 35 semanas se puede asimilar bastante mejor la serie. Y casi, casi, coincidirá con el estreno de los nuevos episodios.

Temporada por temporada, las más extensas son las dos primeras, que duran trece horas cada una. Tercera, cuarta y quinta tienen una duración de doce horas, y la última es la más breve, con ocho horitas. En cuanto a episodios, el que más minutos tiene es, claro, el piloto, con 1.35 de duración.

¿Te animas?

¿Has visto el trailer de la tercera temporada de ‘The Good Fight’?

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CBS All Access ha lanzado el primer tráiler oficial de la temporada 3 de The Good Fight. La serie, una de nuestras favoritas porque es de lo mejorcito que hay en la televisión en este momento, está programada para volver el 14 de marzo. Dentro video.

En la temporada 3, Diane Lockhart (la inconmensurable Christine Baranski) trata de averiguar si soopportar a un gobierno, en este caso el de Trump, sin perder la cabeza, mientras que Adrian Boseman (Lindo) y Liz Reddick-Lawrence (McDonald) luchan con un nuevo mundo post factual donde el abogado que mejor hace el teatrillo delante del juez triunfa frente al que tiene los datos reales. Fake news, anyone?

Mientras tanto, Lucca Quinn, quien daba a luz en la última temporada, tiene que encontrar un equilibrio entre atender a su bebé y un nuevo amor, y Maia Rindell, quien parece que va a perder peso en la serie puesto que no aparece en los carteles promocionales de esta tercera temporada, tendrá que enfrentarse a un abogado que le va a hacer la vida imposible. Pero, como vemos en el trailer, también croqueteará un poquito.

La serie, de los creadores de The Good Wife Robert y Michelle King, está protagonizada por Christine Baranski, Cush Jumbo, Rose Leslie, Audra McDonald, Sarah Steele, Justin Bartha, Michael Boatman, Nyambi Nyambi y Delroy Lindo, con la nueva incorporación de Michael Sheen. La serie hace un buen trabajo a la hora de reflejar los cambios políticos que suceden en Estados Unidos a tiempo casi real, como ya demostraron con el episodio piloto, que tras la victoria de Trump tuvieron que reescribir casi por completo. Los creadores tienen un plan por si en la vida real el presidente sufre un impeachment y es destituido.

Tenemos unos cuantos planes B por si el mundo va más rápido que nosotros, lo que incluye dos o tres escenas que tendríamos que volver a grabar. Intentas estar lo más pegado al zeitgesit como te es posible, pero es difícil si escribes con mucha distancia. Creo que lo que estamos intentando hacer es usar algunas escenas para ayudar a llevar a la audiencia a donde estamos ahora

Vía: Yahoo

Se estrena la primera película lésbica de Bollywood con final feliz

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El título de este texto es un espoiler en sí mismo, pero oye, también cuando sabemos que las cosas tienen final feliz las vemos con otro ánimo. Acostumbradas a dramas terribles, a lesbianas muertas, a historias de amor que se truncan, y, en fin, a todo el repertorio de barbaridades a las que asistimos cada vez que ponemos una película, Ek Ladki Ko Dekha Toh Aisa Laga ( How I Felt When I Saw that Girl) se convierte en la primera película lésbica de Bollywood con final feliz.

La historia es la que hemos visto tantas otras veces, y todavía más en el cine de Bollywood: un padre quiere casar a su hija con un chico adecuado, pero ella insiste en que su corazón está ocupado por otra persona.

Otro de sus atractivos es que  es la primera vez que la estrella de Hollywood Anil Kapoor actúa con su hija Sonam Kapoor, algo que seguro atrae a más público al cine. La directora de la película, Shelly Chopra Dahr, ha declarado que

Los críticos dicen que la homosexualidad es para la gente moderna, que ha venido del oeste. Yo quiero romper con eso. Nadie quiere que le sermoneen. Nuestra cultura está impregnada de cuentos y folklore y la película sigue el ejemplo. El cine ha llegado a nuestras vidas y ha asumido ese papel, es el agente socializador. No le estoy diciendo al público qué es lo correcto, pero pueden experimentarlo a través de mis personajes

La película se estrena hoy, 1 de febrero. En uno de los últimos intentos del cine indio por mostrar una relación entre dos mujeres, la mítica Fire de Deehpa Mehta, hubo grupos de fanáticos religiosos que se manifestaron delante de los cines. Veremos si en estos 23 años hemos avanzado algo.

Vía: The Guardian

 

Luz verde a la secuela de ‘The L word’

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Sacad el champán, las serpentinas y la ginebra buena, porque esto es una realidad: la secuela de The L word tiene luz verde por parte de Showtime. 

Ilene Chaiken, productora y creadora de la original, está detrás de esta nueva temporada de la serie, junto a su nueva showrunner: Marja-Lewis Ryan será la encargada de dar forma a las nuevas líneas generales de la serie, además de ser la productora ejecutiva de la misma. Te suena, ¿verdad? Ay, croquetilla fan de las películas lésbicas: pues claro que te suena. Marja apareció en la película The four-faced liar, un clásico inglés de la comedia romántica (bollo), que además escribió, dirigió y produjo.

Jennifer Beals (Bette), Katherine Moennig (Shane) y Leisha Hailey (Alice) también participan en la producción ejecutiva, y volverán a interpretar sus papeles originales, al mismo tiempo que conoceremos a nuevos personajes LGBTQIA, adaptados a la realidad de 2019. ¿Eso quiere decir que dejaremos de ver los outfits feos de la original? Porque yo espero que sí.

Por otro lado, se habla de que otros personajes de la original como Laurel Holloman (Tina), Mia Kirshner (Jenny), Sarah Shahi (Carmen), Pam Grier (Kit), y, ojo, Erin Daniels (Dana) pueden aparecer en esta nueva tanda de la serie. Showtime ha ordenado, de momento, ocho nuevos episodios, pero está abierta a más. 

¿Estará Jenny viva en este reboot? De momento eso es un secreto de Estado, aunque hace tiempo se rumoreó que podrían hacer como que la última temporada, la sexta, no hubiera ocurrido. Esto podría explicar que Bette estuviera de vuelta en Los Angeles, porque en realidad nunca se hubiera mudado con Tina a Nueva York, por ejemplo. 

¿Y sabéis cuando vamos a poder ver la serie? ANTES DE QUE ACABE EL AÑO. Es muy fuerte esto que está pasando, Mari. ¡Que vuelve The L word! ¡Que es todo verdad! ¡Que 2019 es nuestro año!

Vía: THR

Natalie Morales será bisexual en su nueva serie, ‘Abby’s’

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Cuando tienes un jardín grandecito, ¿por qué no aprovecharlo?. Puedes poner una piscina, una barbacoa, o si tienes un apuro y poca vergüenza, montar tu propio bar clandestino. Esto es lo que hace Abby, la protagonista de la nueva comedia de NBC, que tiene muchos puntos para que nos guste. Para empezar, su protagonista es Natalie Morales (The battle of the sexes, Parks and recreation), quien salió del armario hace un par de años. Pero, además, su personaje será también bisexual en la serie.

Como propietaria de un bar, Abby ha encontrado su verdadero cometido en la vida al acoger a amigos y recién llegados por igual en su bar. Sin tonterías, Abby es ex militar, y el bar es lo que se le ha ocurrido después de haber servido como sargento en los infantes de marina. Su aparente tranquilidad se ve en peligro cuando el nuevo propietario, Bill (Nelson Franklin, Black-ish, Veep, New Girl), quien ha heredado la casa de su tía fallecida, aparece inesperadamente. Y, por supuesto, el bar le parece una mala idea, ya que incumple ampliamente la normativa. ¿Podrá Abby salvar el bar? (espoiler: claro que podrá, porque si no, no habría serie)

Schur y David Miner (The Good Place, Brooklyn Nine-Nine, 30 Rock) son los productores ejecutivos, y Pamela Fryman ha dirigido el piloto de Abby’s, que se filmó completamente al aire libre frente a una audiencia en directo, siendo la primera vez que una comedia multicámara es rodada de este modo. El trailer fue presentado ayer durante un evento de la cadena, y la periodista Caroline Framke contó que, efectivamente y por primera vez en una comedia, el personaje protagonista, Abby, es bisexual.

Podremos verla a partir del 28 de marzo. Esta temporada de series promete ser la mar de interesante, ¿no creéis?

Vía: Autostraddle

Sobre Luimelia y cómo cuidar la cultura lésbica

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Si me seguís por redes sociales sabéis que soy una luimelier altanera y orgullosa. Las luimelier seguimos con entusiasmo y pasión a la pareja de ficción formada por Luisita Gómez y Amelia Ledesma en “Amar es para siempre”, la serie de sobremesa de Antena 3, continuación de “Amar en tiempos revueltos” que ya nos trajo en su día la pasional relación de Ana y Teresa.

Luisita Gómez (Paula Usero) es hija de los dueños del bar Los Asturianos, Manolita y Marcelino. Tras dar tumbos en la vida (ahora secretaria, ahora hippie…) se ha centrado en su trabajo como encargada del King’s Road Club. Un día entra una joven alicaída pero con una cabellera que es puro curly porn llamada Amelia Ledesma (Carol Rovira) y enseguida hacen buenas migas. Amelia es vedette y Luisita la contrata para el King’s.

La historia de cómo se va fraguando su amor es preciosa y las actrices están absolutamente ma-ra-vi-llo-sas. Paula aporta frescura, corazón y vis cómica a Luisita, mientras que Carol pone pasión, exuberancia y mucho amor al interpretar a Amelia. Las dos hacen una pareja perfecta, tanto en la ficción como interpretativamente hablando.

La salida del armario de Luisita con su madre es de Goya. En serio.

El fandom es muy activo y sus conversaciones se colocan todos los días entre los diez temas del momento en Twitter. Además, aporta contenido propio como memes, fanfics, dibujos, videoclips y otros fanarts que enriquecen la historia y la relación con las actrices.

Todas estamos deseando que la historia siga por mucho tiempo, especialmente si nos van a dar momentos tan desternillantes como el rechazo de Benigna a Amelia.

Lo que hay detrás de Luisita y Amelia

Pero no todas las seguidoras trabajan para que esto sea así.

El público lésbico hispanohablante tiene en Luisita y Amelia una pareja en la que verse representada y de la que disfrutar con sus historias. Y encima no tiene que pagar nada puesto que se emite en una televisión en abierto que, además, emite la serie también a través de su web y app tanto en directo como en diferido.

“Amar es para siempre” se ha instalado en el 12% de share (porcentaje de personas que están viendo la tele en ese momento que están viendo tu programa) y no es raro el día que llega al millón y medio de espectadores convirtiéndose así en la serie líder de su franja.

El público luimelier tira mucho, pero la serie tiene otras tramas y actores muy interesantes que mantienen la tensión narrativa todos los *** días. No sé si os hacéis una idea de lo difícil que es eso. Detrás de la historia de Luisita y Amelia no sólo hay grandes interpretaciones, también hay un buen equipo de guionistas. Me gusta especialmente que Diagonal TV, la productora de la serie, haya dejado el drama para la pareja hetero (Natalia y Carlos/Gabriel) y haga que la comedia la aporte la pareja lésbica. Al menos de momento.

Todo este rollo viene a que estoy viendo cosas en el fandom que no me gustan y quería dar un toque de atención.

Si queremos que Luimelia dure por mucho tiempo debemos cuidar la historia, a sus actrices y a sus guionistas. Aunque Paula y Carol agradecen un montón los mensajes de cariño que están recibiendo (no me quiero imaginar la cifra que asoma en la pestaña de notificaciones de sus cuentas de Twitter e Instagram cada día), no viven de eso. Ellas y los guionistas y el resto de actores viven, como tú y como yo, del dinero, en concreto del que les paga Diagonal TV, que paga a su equipo gracias al dinero que reciben de Antena 3, que realiza sus pagos con el dinero que reciben de… ¡la publicidad!

Sí, señoras. Si queremos a Luisita y Amelia forever and ever en nuestras vidas tenemos que tragarnos la publi que aparece en pantalla.

La publicidad también ayuda a webs como esta en la que escribo a mantenerse viva. Es un peaje que debemos pagar si no queremos rascarnos el bolsillo pero deseamos mantener viva la llama de la cultura lésbica (o cualquier otra que no viva de las subvenciones o de oligopolios y puertas giratorias).

La falta de inversión publicitaria o de cualquier otro tipo ha llevado al cierre de webs con perspectiva LGTB: BuzzFeed y su BuzzFeedLola o Eslang, por ejemplo. Pikara también ha tenido que hacer un parón para replantearse su futuro.

Nosotros como consumidores tenemos el poder de hacer caer medios, campañas publicitarias o figuras mediáticas con sólo usar un hashtag o firmar un Change.org. Pero también tenemos la responsabilidad de cuidar precisamente esos medios, historias y personajes que nos representan.

Un público acostumbrado a la piratería

Entiendo como lesbiana lo complicado que ha sido siempre encontrar contenido que nos representaran positivamente. He buceado en busca de series extranjeras y películas indies a las que sólo podía acceder mediante la piratería. Por eso agradezco un montón que una cadena española (o argentina, o chilena) se esfuerce por abrir sus contenidos a todo el público hispanohablante mediante sus páginas web y redes sociales.

Aun con todas estas facilidades por parte de Antena 3, he visto un par de ejemplos de malas prácticas que me gustaría denunciar por ser perjudiciales para la historia de Luisita y Amelia.

Subir a Vimeo sólo las partes Luimelia:

Subir a Vimeo sólo las partes de Luimelia es una falta de respeto a los guionistas y demás actores de la serie. Y por supuesto no cuenta como audiencia de la historia para quienes pagan el cotarro, los anunciantes. En la web y app de Antena 3 podéis ver las escenas en la mejor calidad que de vuestra conexión a Internet y saltaros las que no os interesen.

  • Disclaimer 1: Además de poco o nada ético, es ilegal.
  • Disclaimer 2: Tanto Luisita como Amelia tienen tramas más allá de su relación que construyen sus personajes y ayudan a comprenderlos mejor.
  • Disclaimer 3: La propia Atresplaer tiene una cuenta en YouTube donde sube los clips de sus series. Este es el canal: https://www.youtube.com/telenovelas. Y sí, cuenta como audiencia para los anunciantes, en este caso, a través del reparto publicitario de YouTube.

Subir a Twitter vídeos modificando el formato:

Desconozco si viola las leyes del Copyright subir a twitter vídeos de otras plataformas. Imagino que sí. Pero si además de eso, subes a Twitter las escenas con el plano cortado a 4:3 para que no se vea la mosca del canal o para que encaje en el formato cuadrado del timeline es una falta de respeto al director, al realizador y al resto del equipo que se curran los planos y el escenario.

Yo relojeo cada escena en busca de elementos setenteros que me lleven al pasado, y casi lloré al descubrir que los interruptores de luz que usan todavía están instalados en casa de mi abuelo. Pero quizá sea deformación profesional como escritora que soy para saber cómo otras personas construyen el setting de las escenas, y entiendo que no todo el mundo pueda ser tan entusiasta de los interruptores como lo soy yo.

En serio, parad con estas prácticas. Sólo perjudican a la serie y benefician a unas pocas cuentas.

Que sí, que es un coñazo que te pongan anuncios en mitad de una escena de Luisita y Amelia, porque siempre los ponen ahí, pero cultiva el noble arte de la paciencia y el no menos noble del multitasking. Aprovecha ese rato para ir al baño, hacer un meme, unos stickers de Telegram de Luimelia o tuitear a saco. Tú tendrás la vejiga descargada y las actrices (y guionistas) podrán cobrar por su trabajo.

Cuidemos y respetemos los contenidos que forjan la cultura LGTB, nuestra cultura, porque si no, los estamos matando.

Y sí, esto incluye no piratear descaradamente una novela.

Dejad de quejaros: no hay homofobia

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Hace cosa de un año, durante una comida con unas amigas, estábamos hablando de esto y lo otro y, no sé cómo ocurrió, pero alguien en la mesa dijo: “Pero… pero si ya no hay homofobia, ¿no?”. A los pocos meses, en otra cena, con otro grupo de gente diferente, la frase estrella fue “a nadie le importa que seas gay, la gente joven es de otra manera”. Lo que tenían en común estos dos grupos de personas es, evidentemente, que ninguno de ellos son LGBT.

Está claro que los tiempos han cambiado. Los cassettes con chistes de mariquitas de Arévalo ahora son inimaginables. La mayoría del tiempo en la mayor parte del país puedes ir con tu novia de la mano por la calle. Hay grandes profesionales que no ocultan su orientación sexual, y que trabajan por la visibilidad. Incluso los medios muestran más interés por colectivos hasta hace poco invisibles, como el de las personas trans.

Pero por supuesto que hay homofobia. Y lesbofobia. Y transfobia. Y bifobia. Y las hay porque, pese al enorme avance social, hay personas que siguen siéndolo.

Hace escasamente dos semanas Barcelona inauguraba un centro LGBTI para prestar ayuda específica a las personas que conformamos este colectivo, tanto en materia psicológica, con asesorías, como legal en caso de sufrir discriminaciones de algún tipo. Ni una semana después el centro aparecía destrozado y con pintadas. “Estáis muertos”.

En la misma ciudad, unos días antes, cuatro jóvenes le pegaban una paliza a un chico en el metro, “por maricón”.

Para las personas razonables resulta absurdo negar que no hay un sólo tipo de violencia, sino que hay múltiples violencias específicas. El refrán del tonto, el dedo y la luna, aplicado a al vida real. El resultado es el mismo, gente herida, personas agredidas, pero las causas son completamente diferentes según de quién se trate. Las mujeres sufrimos violencias porque existe un sistema machista que nos cree inferiores. Las personas racializadas sufren violencias simplemente por serlo. Las personas LGBT sufrimos violencias por razones de nuestra orientación sexual e identidad de género. Cuando alguien te agrede al grito de “maricón”, está dejando muy claro las razones por las que lo hace.

Ser lesbiana, o bisexual, o gay, o trans, o cualquier otra de las identidades que el ser humano hace suyas, no es algo referente únicamente a ciertos momentos. Yo no soy lesbiana un ratito en una tarde de mayo mientras me cojo de la mano con otra chica. Soy lesbiana a tiempo completo, tenga pareja o no, esté enamorada o no, folle mucho o no folle nada. Es una parte más de mi identidad que merece respeto y reconocimiento, exactamente igual que las demás. A mi nadie, jamás, me ha insultado diciéndome “historiadora de mierda” (algo que, incluso, podríamos discutir). Pero llevo en la espalda bastantes “bollera de mierda” como para saber que hay una diferencia.

Ayer, en Estados Unidos, un país cuya política ha basculado peligrosamente hacia el recorte de derechos y libertades de las minorías, que siempre somos las primeras en caer, el actor Jussie Smollett, que es abiertamente gay, era agredido con una sustancia química. Además, le pusieron un lazo de ahorcado en el cuello, algo que se identifica con los ataques a personas negras, porque de este modo el KKK estuvo matando a personas negras en el Sur de Estados Unidos durante décadas. [Editado: tras la publicación de este artículo, el actor fue arrestado por contratar a las personas que le agredieron, en aras de no perder su papel en la serie. En fin]

Ayer conocíamos que una chica trans había sido agredida en Cádiz por besar a su novia. ¿Conocéis a alguna persona heterosexual a la que le hayan lanzado un vaso por hacer lo mismo? ¿Sabéis de alguien al que su familia haya echado de casa por heterosexual?

Pepa buscaba casa para irse a vivir con su novia. A la persona que les alquilaba la casa no le pareció buena idea que su hijo viera “eso”. Existe una percepción, diría, generalizada, de que el ser LGBT tiene que ver exclusivamente con asuntos de dormitorio que resulta descorazonadora. No somos ni más ni menos sexuales o promiscuos que las personas que no son LGBT. Ser lesbiana (o lo que sea) y decirlo no es un “alarde”, no es exhibicionismo, no es un ánimo de convertir a nadie. Porque, además, no funciona así. Las orientaciones sexuales no se pueden cambiar. Se pueden, en todo caso, esconder y camuflar, pero con el sufrimiento extra que eso infunde a la persona.

Todos estos ejemplos, cercanos en la ubicación y en el tiempo, son sólo una muestra de todo lo que tenemos que soportar, simplemente, por existir, por ocupar el espacio público con algo que no es la norma. En estos días, en estos tiempos, en los que se nos quiere volver a meter en nuestras casas, sin hacer ruido y sin que se nos vea, tenemos que hacer un esfuerzo porque sea justo lo contrario. Más visibilidad, más ruido, más presencia. Que sea a ellos a los que les de vergüenza decir que son homófobos, no a nosotros hacer exactamente lo mismo que los demás.

Sundance estrena el piloto de ‘Delivery Girl’, una nueva serie lésbica

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Durante estos días se está celebrando en Utah, Estados Unidos, el festival de Sundance, un escaparate de magnitud mundial para las películas (algunas también con protagonistas lesbianas o bisexuales) que veremos en las salas de cine durante este próximo año. Además de cine, el Festival está mostrando también interés por las series, y este es el caso de  ‘Delivery Girl’, una nueva serie lésbica cuyo episodio piloto ha visto la luz en esta cita.

Trisha es una chica que sufre en su lucha con su identidad. Lleva una doble vida: tiene hogar ferozmente católico, en el que tiene que interpretar el papel de buena hija, pero pasa bastante tiempo vendiendo drogas para llegar a fin de mes . Y también tiene una amante secreta.  Con el apoyo de su amiga Leroy, que busca recuperar la custodia de su hijo, las dos tendrán que plantarle cara a la vida para poder seguir adelante.

Kate Krieger dirige la serie, pero también protagoniza el primer episodio de esta serie dramática, de la que The Advocate ha publicado un pequeño clip.

Quería contar su historia porque la veo como una perdedora, pero inspiradoramente valiente. Diré que, independientemente de su orientación sexual o la mía, me relaciono profundamente con el miedo de decepcionar a las personas que ama (en el caso de Trisha, sus padres), además de estar enamorada de alguien que no es para ti, alguien que está no está disponible de una manera u otra, y la profunda angustia que viene con eso.

Vía: The Advocate

Fichada la novia de Ruby Rose en ‘Batwoman’

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Con la fecha de inicio de rodaje prevista para marzo, cada vez queda menos para que la nueva serie de superhéroes de CW eche a rodar. Batwoman, que además será la primera ficción de ls cadena con una protagonista lesbiana, va viento en popa y a toda vela, y ya ha anunciado los tres primeros nombres que acompañarán a Ruby Rose en las calles de Gotham. ¿Está entre ellos el de su novia? Todo parece indicar que sí.

La cadena ha fichado a Meagan Tandy, quien interpretará a Sophie Moore. En la descripción de su personaje dicen que “tras graduarse en la academia militar, Sophie ascendió de rango para convertirse en una agente de seguridad privada de alto nivel, y una de las más firmes protectores de Gotham. A pesar de su mordacidad y de su perspectiva, tiene un lado suave que se iluminará con la vuelta de Kate Kane”.

Si nos vamos a los comics, que no en vano son la base de toda esta milonga, nos encontramos con que Sophie Moore era una compañera de clase de Kate Kane en Wets Point, y que las dos eran novias. Tras la renuncia de Kate, Sophie permanece en el ejército, ocultando su orientación sexual, y se convierte en directora de una academia militar cercana a Gotham. Pasado el tiempo se encuentra con Kate, que ya está comprometida con Maggie Sawyer.

Obviamente el arco no se va a corresponder punto por punto con el material existente, pero no perdamos el punto principal: que las dos, en algún momento, son novias. ¿Conservará Caroline Dries, guionista de la serie, esta trama? En su mente no estamos, claro, pero resulta que Caroline está casada en la vida real con otra mujer, Danielle Maynard. ¿Y a qué lesbiana o bisexual no le gusta que en su pantalla haya mujeres que se enrollen con otras? Muy mala suerte tendríamos que tener.

(Por cierto, y aunque os interese regular, los otros dos actores que se incorporan al rodaje son Camrus Johnson (Luke Cage) y Nicole Kang (You))

Vía: Deadline

Sarah Paulson cuenta cómo empezó a salir con Holland Taylor

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Ya llevan juntas más o menos cuatro años, y en ese tiempo Sarah Paulson  y Holland Taylor han ido contando, muy poquito a poco, cómo es su relación y cómo se conocieron. Sabíamos que las dos habían empezado a hablar por Twitter, pero Paulson, en el programa de Andy Cohen, ha contado con más detalle cómo empezó a salir con Holland Taylor.

Es una historia larga. Nos conocimos hace mucho, mucho tiempo. Yo estaba con otra persona. Pero después nos encontramos en una reunión en casa de Martha Plimpton. Nos juntamos y empezamos a seguirnos por Twitter.

Billy Eichner, compañero de Paulson en American Horror Story, le pregunta, “¿Holland Taylor te mandó un mensaje directo?”

Sí, eso hizo

Holland vio un tuit de Sarah, pensó que le pasaba algo, y ahí vio la oportunidad de entablar una conversión. El resto, el maravilloso resto, ya lo sabemos.

Vía: Pink news